Si dices que sí.
s se cerraron y recibió aquel roce de labios. Los labios fríos de él la hicieron temblar al instante, y cuando se movían no eran como un tornado sobre los suyos, sino lento y
dos extraños y ambos lo notaron desde el pri
. Por primera vez se quedó observando los rasgos de una mujer, sus cejas, sus ojos, su nariz, su boca... Alzó su mano libre y la guió hasta la mejilla de Juliette, ese frío
ra como si tuviera miedo de romperla y por eso era tan delicado. Al acariciar sus labios ella soltó un fuerte suspiro, tan ronco q
lla, no era buena idea jugar de e
do un beso...- dijo a
... - segu
e lleve una mala
ó explicarse pero fue interrumpida por los gritos de Judith, el ama de llaves, quien llevaba buscándola por un largo rato. Miró su reloj de ma
...- le dijo el rubio comenza
ece...- l
oían aún más cerca. Las luces de ese lugar dejaban mejor vista de él, de su rostro, aunque ést
tonc
as ella agarrándola del brazo -
o, éste solo observab
dis, todos te esperan..
para poder devolver la chaq
hico pudo ver a una castaña acercarse a él
que estemos en el brindis...- miró a su alrededor - y no veo ni a Helena ni a Franchesco...- al decir el
hacia tras por si le veía venir, pero era algo absurdo,
io una mirada algo molesta aunque ella
tte... - dijo su padre con calma.
to...- asint
- indicó Judith
Yo
volveré, s
las miradas y esta vez aún peor ya que todos esper
excusó y salió, no sin antes echarle un vistazo a "Alicia". Todos le miraron confundidos pero él solo se fu
ngelucci, Angelucci asociados, las principales constructoras, las direcciones y contratos, financiación e innovación...- su voz al decir aquello dejaba de ser la de
y el beban todos... A muchos la noticia no les agradó, a otros demasiado, era una nue
rostro parecido pero se negó al ver que éste llevaba la chaqueta puesta, pues no podía ser él ya que Judith todavía