Si dices que sí.
esposo?...- pronunció el padre con una sonrisa.
el miedo recorriera su cuerpo y la hiciera temblar. Sus labi
iró nerviosa - ¿ Estás bien amor? - sus ojos se cristalizaron, e
voz se neg
lucci, ¿ Se enc
luego tomar algo de aire - ¿
en Donatello como su futuro esposo para amarlo
amor que había sacrificado y en las amenazas que había sufrido. Todo dolía, daba mie
acep
idad, demasiada quizás, pues eran fuego ambos y éso se volvía un caos. Se separaron con las respiraciones agi
ella lo notaba. Se acercó de nuevo a sus labios pero en vez de bes
n ese lugar , el miedo recorría su interior e incrementando a cada segundo más, su respiración se entrecortaba y daba paso a pe
brazos y en medio del jaleo se excusó diciendo que ella no pudo con la
celebración...- le indicó su madre admirando la belleza d
a con seguro y la dejó caer al piso haciendo que ella se golpeara contra él con fuerza. Caminó hasta su minibar, tomó una botella de agua para luego echá
o caminando hacia ella, quie
Yo
ente a ella y sin pensarlo agarró con fuerza su cabello
a llorar - lo sie
maldita zorra...- estampó su cabeza contra la pared
llozó llena de miedo.- ¿
ció su cuello para luego tomarlo con fuerza. - voy a hacer que te arrepientas de
pero lo que más quería era saber dónde había quedado la ternura que la mostró el día de la fiesta de másc
aron a soltarla. Se arregló el traje y peinó el cabello par
entrar a la mujer, quien
orriendo a abrazar a la peq
ro al regresar ella se había despertado agitada, tropezamos y se mojó c
e pie. - peor momento has elegido para ser patoso...- dijo enojada.
fastidié el intento de Donatello por ayudar. La ver
stilista, te renovará el peinado y el maquillaje, y en poco tiempo estarás herm
señora..
el peso de sus palabras porque en ese momento los recién casados se miraron y no había más qu
dad que vería siempre que él la mirase, porque ella
su pecho ni en su ser, no hay luz entre ustedes. Si dices que sí descubrirás que no