Seduciendo al señor Maxwell
Ãtu
cuerpo se tambaleó, como pude logré llegar a tiempo al primer llamado del
olandeses, mientras que en una pantalla enor
la polla!»-Mis propias palabras golpearon con fuerza mi ca
me van a
r un poco, pero sus manos toscas y salvajes, tomaron rápidamente mis hombros, mientras mi cuerpo empezaba a ser zarandeado. Mi respiración se cortó en el justo momento en que lo entendÃ
r; la respiración caliente de Damián golpeó mi rostro con fuerza, entre tanto sus m
s rodillas, entre tanto un dolor fuerte taladraba dentro de mi cabeza. Mi pecho se hundÃa a medid
su secretaria y mano derecha aparecÃa hablando mal de él. Sus manos se volvieron puño a cada costado de sus c
ta compañÃa por tu culpa?-Vociferó con
s de donde estaban. -No tengo excusa para esto, señor, pero he trabajado cuatro años pa
Ãa vulnerable al saber que si quedaba sin trabajo, los únicos que sufrirÃan las consecuen
e esta compañÃa-¡Tienes una maldita deud
orazón me hizo tambalear
e me cortó, empecé a hiperventilar en el justo instante en que mis oÃdos escucharon semejante noticia tan devastadora. A puras
señor, sé que cometà un error, por el amor de Dios, ¿Có
u maldita culpa...-El enorme cuerpo del presidente de Maxwell Electronic, apareció delante de mÃ. Su dedo Ãndice golpeó mi frente, logrando
do personal del señor Maxwell entró pausadamente dentro de la sala de juntas. El joven vestido de una man
para pagar los nueve billones de dólares que perdimos por culpa de su video... ¿Quiere que
ero él asintió confirm
!-Damián volteó a mirarme-, he tapado cada uno de tus secretos,
rnó un tanto rojiza por la ira que est
lÃa demasiado, habÃa perdido cada uno de los logros en un abrir y cerrar de ojo
lama Amatista en tu maldita compañÃa?, ¡¿Recuerdas a tu labrador?!-Damián miró a su abogado-¡AsÃ
rle entonar esas palabras tan crueles-. Un perro espera todo de su amo, te doy dinero, pongo comida en tu mesa y te visto... ¿No com
rarme lejos de la oficina del presidente. Andrea, Camila y Carla corrieron haci
forma más cruel posible, a pesar de que le habÃa dedicado tanto tiem
Mi pecho me dolÃa demasiado, tanto que me era imposible respirar con normalidad; necesitaba idear un plan para conseguir dinero antes d
ces en el camino, porque las lágrimas acumuladas en mis ojos blo
ace dos años con mi futuro sobre mis manos. Apenas cerré la
mi cama, mientras intentaba calmarme un poco, si vendÃa mi coche y me mudaba de nuevo a l
omento a otro, y lloré aún más al v
, lin
enc
e algo,
ez es
o estoy
mi rostro-, apenas es m
en la oficina, es que, tengo algo de
mado-, hemos llegado a New York y qu
erd
ra buscar las llaves de mi coche-, ¿Para qu
a mi padre habl
ole indicaciones a alguien-, ya vamos en el taxi para
uede
e mi bolsa. Los vecinos me quedaron viendo en el momento en que me tropecé en la entrada d
siado transitadas por culpa de los empleados que salen a comer o de regreso
asta la compañÃa Maxwell; si no llegaba justo a tiempo para evitar que mis padres ve
lugar de trabajo. SabÃa que estaba sufriendo con esto y no podÃa permitir quit
stro con fuerza a medida de que mi cuerpo se acercaba cada vez más a la meta. Mi respiración se corta
o en la entrada principal. Las recepcionistas intentaron persuadirme, pero todo se detuvo para mà en el instante
er a su hija mayor a unos cuántos pasos de ella. Luego de eso, tocó
e ellos, -¿Qué hacen aqu�-Indagué respi
ue la hacÃan ver muy elegante y coqueta para su edad. Las manos de
ima de ella, papá nos rodeó con sus enormes brazos y aunque
..-Solté dando un
erle un regalo
ron una lÃnea curva que más bien era una mue
unidad a nuestra bebé de trabajar en este enor
an de mi boca, miré por un segundo todo a mi alrededor,
a silueta de Damián Maxwell. Mamá abrió los ojos, entre tanto yo solo pude retroce
uir,-¡Detente ahora, Amatista!-¡¿Por qué?!, ¿Por qué mi cuerpo le hizo caso a ese cabrón?, escuché los pasos de mi antiguo jefe corrien
rganta seca. La respiración del Damián mezclada con
ión actual.-Se aproximó a decir-
hija?-, mamá apretó la mano de su esposo-,
anda...La demanda es para una colega, papá...-El pelinegro de
pagar billones...-Agregó algo sofoc
é besando su frente-, sabes que siempre podrás decirnos las cosas, si te
o llo
a atento a cada una de mis palabras-, ustedes hicieron tanto... Tanto por mÃ, ¿y no seré capaz tan siquiera de esto?
muerzo, pero apenas se dieron cuenta de la escena, detuv
lo de voz, sin embargo volvió a respirar al
aron, el abogado del señor Maxwell apareció a nuestro l
ián penetró mis oÃdos, obligándome a moverme lejo
ano y a trayéndome inmed
Eh
.-Puntualizó haciéndole una pe
gué intentando zafarme de su agarre, no obstante sus o
pecho hacia el mÃo. El olor que desprendÃa de su piel, invadió rápidam
r aflojar mi cuerpo un poco. Yo... ¡Ya no tengo que pagar los billones!, sin poder ev
iné hacia él
do tarde a casa
de sus padres. Al bajarme del coche, me di cuenta de la cantidad de miembros de la familia que se encontraba
uipo de trabajo de Damián caminaban junto con nosotr
preci
torció l
tir, es mi mano derecha y p
hacia la segunda planta de la mansión. Las mujeres comenzaron
cierre de un vestido color zafiro que se ajustaba perfectamente a mis curvas. Una de las chic
tambalearon. ¡Imposible!, Damián pasó demasiado tiempo
el Señor tuv
da penetrante de una de l
arecer el presidente de la compañÃa holandesa con la q
roc
a por mi
intención de romper el acuerdo, pero de repente las cosas
l no es el tipo de hombre que
tación. Las mujeres caminaron detrás de mÃ, pero me detuve en el justo mo
e me mirara, el pelinegro entre abrió sus labios pa
ho cuidado. De repente todos los invitados comenza
ada y cabello platinado, su sonrisa se veÃa preciosa y ni hablar
eriedad posible, a lo lejos se le notaba
zo una seña para me col
asta la voz de aquella jovencita s
e y luego tomó la man
e dijo el bastardo de mi jefe, mordÃ
ll, para él las personas solo eran
mientras que mi jefe se habÃa perdido desde hacÃa media hora con su nueva novia oficial. Rodé los
do el cierre de su pantalón. Su mirada era de horror. La joven salió
saber todavÃa que ese dÃa habÃa