icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Placeres intensos

Capítulo 5 Irritada

Palabras:1422    |    Actualizado en: 29/11/2023

tardes también, Beto. ¿Ya estás sin trabajo en un momento como este?

lrededor de la mesa, acercándome a mi primo y saludándolo con un abrazo

la, siendo acompañada por Beto.

rle a Beto que yo trabajaba tan duro como cualquiera, él no lo creía y sólo veía los laureles de tener una

Le entregué una de las tazas y me senté a su lado. - Pero dígame, ¿qué

para ti ahora? Y lo mejor es que esta vez acertó en su elección. - Él in

o sé si este durará mucho. Parece

fruncía el ceño. - ¿Como asi? ¿A la chica le gusta la misma fruta que

ya sabes. Beto se estiró, colocó la taza sobre la mesa de café y regresó,

r? Respiré hondo y me recosté en mi asiento. -Me parece diferente a la

rá que el semental más grande que conozco está perdiendo sus encantos? ¿Qué pasó con Eduardo hace unas

otegerla. Probablemente porque la conocí cuando era niña, no sabría cóm

benefciarme del gatito? Puse los ojos en blanco de nuevo y no respondí. Al observar esto, Beto volv

or. Hice un sonido como si fuera desdeñoso. No estaba bien apostar p

sta de Beto, como si estuviera de acuerdo con ella. Era

rsona fácil.

n mes trabajando conmigo, lo que la convertía en la secretaria que

cia, ella fue la que salió adelante en comparación con cualquier otra sec

lidades, podía ver un atisbo de una pequeña sonrisa en su rostro. Pero apenas me dirigió sus hermosos d

tadora y miré el reloj. Fue un poco de tiempo extra, pero generalmente los viernes me gustaba tener

emente sobre la silla y mirando hacia atrás, enfocándome en la ventana que aún estaba abierta. Era una ve

a. Esperaba que no arruinara mi velada. Terminé de apagar todo, cerré las persianas, eché un vistazo más al cielo y salí de mi habitación. Al p

sas lo más prácticas posible. Pero

a una organización que sabía que sólo ella entendería. Su mesa estaba impecable. Un carraspeo me sacó de ó

llecido hacía unos años, y le gustaban las visitas, aunque a mí no me agradaban mucho. - Tenía pensado salir con Beto hoy. Entré en el ascen

un niño abandonado, siempre que er

fue a su lugar, ya que nuestros coches estaban en lados opuestos. Mi auto estaba en un extremo del estac

mente ya había empezado a llover. Arranqué el auto y comencé a salir del edifcio, dándome cuenta de qu

ión, pero me puse serio en el mome

ra que ni siquiera imaginaba que fuera posible que estuviera. Estacioné

ba, noté que la llanta delantera, d

dejándola en la estacada. Lo cual

nte puso los ojos en blanco cuando me vio. - ¿Y crees que eso es gracioso? - estaba muy estresada. - ¿La

No sabía que esa Brasilia amarilla era tuya. Siempre lo veía en el a

rme. Me acerqué a él con cautela, para no estresar aún más a

Obtenga su bonus en la App

Abrir