La llegada
Es otro día más de trabajo para Nice, un día más en él que pelea para volver a tener una vida normal luego de su caótica ruptura con su ex.
Se levanta temprano de la cama, apagando la alarma de su celular, tratando de no despertar a su hermana menor en la cama de abajo de la cucheta.
Se alista para el trabajo peinando sin ganas su corto cabello estilo bob rubio ceniza y maquilla un poco su rostro para evitar las incómodas pregunta de si ¿se encuentran bien? No es que haga un excelente trabajo con sus pinturas, pero por lo menos disimulan sus ojeras y mimetizan las apariencias de los malditos granos que salen en su piel, odia que le salgan, pero considerando los días del mes entienden por qué invaden su cara. Luego de agarrar sus cosas y después de meterlas en una mochila, observa su reflejo en el espejo controlando su ropa, un jean azul, cintura media y una remera negra en conjunto con sus covers completamente negra.
Controla tener todo lo que necesita en su mochila mientras toma un café bien cargado y dulce, su versión rápida de un desayuno, escuchando el molesto ruido de los perros de su madre que ladran como locos, desde el patio. No entiende la obsesión de su familia por adoptar tantos perros. Son ruidosos y molestos, pero está, ya no es su casa, dejo de serlo cuando se mudó con Brad, y su regreso es solo temporal o eso se espera, así que no puede quejarse de las molestas mascotas.
Al terminarlo camina medio dormida hacia la parada del colectivo que la llevara a su trabajo. No puede quejarse, por lo menos consiguió trabajo de pasante en un centro de investigación. Ese era uno de sus objetivos desde que consiguió su título de bióloga hace apenas un año. Bueno, uno de sus objetivos, sus planes en general eran otros, pero Brad, su ex, decidió destruirlos, junto con sus sentimientos.
Todavía le duele en su pecho el hecho de perder a su primer y único novio. Él era tierno y considerado con ella, incluso romántico, y lo fue durante 6 años, pero desde que comenzaron a vivir juntos hace 4 meses se convierto en un completo imbécil, destruyendo el corazón de Nice en el proceso.
Eso acabó con la capacidad de Nice de confiar en alguien más allá de ella misma. Ya debería haber aprendido de ello considerando su infancia, pero, estaba enamorada y pensó que Brad era el destino, dándole por fin su recompensa por poner siempre la otra mejilla.
Todavía le duele su resultado con Brad, ella esperaba otra cosa, nada grande, solo que cumpliera con sus promesas de quererla y cuidarla siempre. A Brad le encantaba hacer promesas de amor eterno, diciéndole lo mucho que la amaba y que a pesar de que ella estaba en una situación económica muy por debajo de él, en el futuro él se encargaría de que no le faltase nada.
Esas malditas promesas son las que más lastiman a Nice. Después de todo, cuando Brad tuvo la oportunidad de cumplir con ellas, comenzó a distanciarse. Al parecer, su ex no tenía ninguna intención de respetar sus propias palabras.
Nice suspira mientras sube el volumen de sus auriculares inalámbricos para que la música acalle las quejas de su mente.