Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Novia del Señor Millonario
No me dejes, mi pareja
Destinada a mi gran cuñado
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
Diamante disfrazado: Ahora mírame brillar
Renacida: me casé con el enemigo de mi ex-marido
Extraño, cásate con mi mamá
Ava estaba emocionada por acompañar a su esposo a la fiesta de aniversario en la empresa donde trabajaba de escolta del CEO.
Entraron desde el estacionamiento por la parte trasera del salón donde se iba a realizar el evento.
Al entrar al salón de fiesta varias personas se sorprendieron al ver llegar a Dante de la mano de una mujer, las mujeres sentían envidia de querer ser ellas las que llegarán junto al elegante hombre.
—¿Has visto cómo nos miran las personas? —Hablo Ava cerca del oído de su esposo—. Mira esas mujeres como te comen la mirada, si supieran que con tu cara de malote solo te gustan los hombres.
—Solo sienten envidia porque eres la mujer más hermosa de este lugar —le comentó mientras caminaba con ella hacia una de las mesas que estaban cerca de la tarima.
—A veces quisiera que fueras hombre, eres mi amor platónico —suspiro haciendo un gesto de resignación, observó el lugar y las personas llenas de glamour.
—¿Dante estás seguro de que te asignaron esta mesa? —ojeo que estaba apartada de las demás y con más lujo.
—¡Sí! Tú sabes cosas de ricos, fueron las personas que organizaron este evento que me ofrecieron esta mesa, deja de ser curiosa y tú solo disfruta del momento—comentó con seguridad para que no desconfiara.
—Este bien, voy a aprovechar de tomar una copa de vino —expresó sonriente.
Dante levantó la mano disimuladamente para que ella no lo viera y un mesonero les sirvió vino.
Ava encantada recibió la copa y coqueta le susurró.
—Brindemos que cuando nos separemos logremos ser felices con las personas adecuadas.
—Yo soy feliz así contigo —soltó con una voz sensual y calándole dos luceros grises que la traspasaba.
Ava sintió como se le erizó cada vello de su piel, suspiro decepcionado, cuando fue a responder un hombre se le acercó a su esposo y le habló al odio y luego se retiró.
—¿Qué te dijo ese señor?
—¿Quédate sentada aquí?, no te muevas.
Ava solo asistió con la cabeza.
Dante se levantó, acomodó su traje con elegancia, dio unos pasos y subió unas pequeñas escaleras hacia el escenario.
Levantó las manos con orgullo y saludo a los presentes, echó un vistazo a su esposa que estaba con los ojos pronunciados y con gesto de asombro, él le dedicó una sonrisa, luego pronunció unas palabras con voz varonil y autoritaria.
—¡Buenas noches! Quiero agradecerles a los presentes por compartir esta noche con nosotros y celebrar juntos el crecimiento de la empresa Musk Systems.
Los presentes aplaudieron con alegría.
—Quiero agradecerle a mi abuela Greta por colocar en mi camino a mi linda esposa Ava, ya cumplimos un año de casados —comunicó mirando a su esposa quien estaba paralizada.
Ava expandió sus hermosos ojos color esmeralda, estaba ruborizada por sentir las miradas de las personas sobre ella, quería salir corriendo del lugar, no entendía por qué su esposo le mintió de esa manera.
—Querida esposa ¡Ven aquí para que te conozcan!
Ava estaba inmovilizada, la abuela Greta se acercó a ella y la tomó de las manos.
—Vamos mi niña, sube al escenario para que los presentes conozcan a la esposa del CEO.
—¿Qué? ¡CEO! —asustada fue lo único qué logró pronunciar.
—¡Ven amor! —volvió a decir la anciana con una sonrisa.
La abuela arrastró a Ava para que subiera las escaleras, sintió las piernas como gelatina, antes de subir el último escalón suspiró varias veces para agarrar fuerza, levantó la mirada al ver unas manos que solicitaban las de ellas, con delicadeza se las ofreció y él la guió al frente del escenario.
Dante aprovechó de besarla tiernamente.
Ava quedó sin aliento y su corazón galopaba a toda velocidad, no sabía si era por los nervios o por ese beso, al separarse susurró bajito.