Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
De Campesina a CEO: Mi Propia Luz

De Campesina a CEO: Mi Propia Luz

Gavin

5.0
calificaciones
Vistas
11
Capítulo

El aire del aula olía a perfume caro, un recordatorio constante de que, por más becas que consiguiera, yo jamás pertenecería a ese mundo. Mi nombre es Lucía, hija de un humilde agricultor, y mi única ambición era la Selectividad. Pero ellos tenían otros planes para mí. Me llamaban «campesina» y me lanzaban billetes al suelo, un despliegue cruel de su riqueza. Luego, escuché mi nombre en el baño: yo era el nuevo objetivo del «juego del amor ciego», un plan retorcido para enamorarme y humillarme en público. Mateo, el chico más popular e inteligente de la escuela, fue quien se acercó. Fingía quererme, pero yo sabía que era una trampa. Sin embargo, en sus ojos no había solo engaño; también vi los recursos que necesitaba para mi venganza. Así que entré en su juego, no como presa, sino como cazadora. Dominaba cada sesión de estudio, cada roce «accidental», plantando semillas de duda en su mente. Le entregué mi confianza, mi vulnerabilidad calculada, haciéndole creer que me estaba conquistando. En la fiesta de su cumpleaños, delante de todos, lo besé apasionadamente, sellando lo que él creía su victoria. Pero esa noche, me aseguré de que su corazón fuera completamente mío, sin saber que lo necesitaba para la siguiente fase de mi plan. Justo antes del examen más importante de mi vida, él me rompió en pedazos, diciendo que todo era una apuesta, una humillación. Me di la vuelta y corrí, fingiendo estar destrozada, mientras sus risas resonaban a mis espaldas. Creían que iría al examen con el corazón roto. Qué ilusa era yo... No lloré esa noche. Estudié, con una rabia fría y calculadora. Cuando se publicaron las notas, mi nombre estaba el primero; el suyo, una décima por debajo. Mientras los periodistas se abalanzaban sobre mí, revelé mi verdadero secreto: no solo era la mejor estudiante de la provincia, sino la hija biológica de la famosa diseñadora Catalina Rivas, ¡la madrastra de Sofía! Mi «madre», que me había abandonado por su carrera, había pagado mis estudios a cambio de mi silencio. La verdad explotó, destrozando su reputación y su imperio. Hoy, rechacé la arrepentida mano de Mateo; su amor, manchado por el engaño, no vale nada. Ahora soy jefa en la empresa de mi propia madre, porque, a diferencia de ellos, yo he brillado con mi propia luz.

Introducción

El aire del aula olía a perfume caro, un recordatorio constante de que, por más becas que consiguiera, yo jamás pertenecería a ese mundo.

Mi nombre es Lucía, hija de un humilde agricultor, y mi única ambición era la Selectividad.

Pero ellos tenían otros planes para mí.

Me llamaban «campesina» y me lanzaban billetes al suelo, un despliegue cruel de su riqueza.

Luego, escuché mi nombre en el baño: yo era el nuevo objetivo del «juego del amor ciego», un plan retorcido para enamorarme y humillarme en público.

Mateo, el chico más popular e inteligente de la escuela, fue quien se acercó.

Fingía quererme, pero yo sabía que era una trampa.

Sin embargo, en sus ojos no había solo engaño; también vi los recursos que necesitaba para mi venganza.

Así que entré en su juego, no como presa, sino como cazadora.

Dominaba cada sesión de estudio, cada roce «accidental», plantando semillas de duda en su mente.

Le entregué mi confianza, mi vulnerabilidad calculada, haciéndole creer que me estaba conquistando.

En la fiesta de su cumpleaños, delante de todos, lo besé apasionadamente, sellando lo que él creía su victoria.

Pero esa noche, me aseguré de que su corazón fuera completamente mío, sin saber que lo necesitaba para la siguiente fase de mi plan.

Justo antes del examen más importante de mi vida, él me rompió en pedazos, diciendo que todo era una apuesta, una humillación.

Me di la vuelta y corrí, fingiendo estar destrozada, mientras sus risas resonaban a mis espaldas.

Creían que iría al examen con el corazón roto.

Qué ilusa era yo... No lloré esa noche.

Estudié, con una rabia fría y calculadora.

Cuando se publicaron las notas, mi nombre estaba el primero; el suyo, una décima por debajo.

Mientras los periodistas se abalanzaban sobre mí, revelé mi verdadero secreto: no solo era la mejor estudiante de la provincia, sino la hija biológica de la famosa diseñadora Catalina Rivas, ¡la madrastra de Sofía!

Mi «madre», que me había abandonado por su carrera, había pagado mis estudios a cambio de mi silencio.

La verdad explotó, destrozando su reputación y su imperio.

Hoy, rechacé la arrepentida mano de Mateo; su amor, manchado por el engaño, no vale nada.

Ahora soy jefa en la empresa de mi propia madre, porque, a diferencia de ellos, yo he brillado con mi propia luz.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
El Último Adorno

El Último Adorno

Cuentos

5.0

Me despidieron. Máximo Castillo, el hombre que amaba y mi jefe secreto, me entregó una caja de cartón con una falsa compasión. La filtración de planos de un proyecto vital, culparme a mí, la "chivo expiatorio perfecta", fue solo una excusa barata. Él necesitaba librarse de mí para su "verdadero amor", Sofía Ramírez, la heredera que acababa de regresar. Mientras salía del edificio, los vi: Máximo, abriendo con ternura la puerta del coche para Sofía. Una ternura que nunca me había mostrado a mí, su amante de tres años. La misma mañana, tras pasar la noche sola esperándolo, Máximo regresó, frío y distante. "Estaba con Sofía," declaró, "solo eres un hermoso adorno". Ese adorno, yo, Lina, acababa de ser diagnosticada con un glioblastoma en fase avanzada. ¿Un adorno moribundo? La humillación no había terminado: la mejor amiga de Sofía, Valeria Reyes, me atacó brutalmente en público, revelando mis mensajes privados a Máximo antes de empujarme y dejarme inconsciente. Desperté en el hospital, y Máximo no se preocupó por mi dolor, solo por proteger a Sofía. Me llamó "malcriada" por no aceptar las disculpas falsas de quien me agredió. En ese momento, mi corazón, aunque ya roto, se hizo pedazos. ¿Cómo pudo tratarme así, después de todo? ¿Realmente era tan ciega su indiferencia? Una verdad fría me golpeó: no era solo un despido, no era solo un abandono, era una aniquilación sistemática de mi existencia. Pero no me iría en silencio. No lucharía por vivir si no podía luchar por justicia. Con una sentencia de muerte en mis manos y el apoyo de mi único amigo, el Dr. Leon Chávez, trazé un plan. Un plan para que cada uno de ellos pagara, y comenzaría con la boda de Valeria. Este era solo el principio de mi venganza.

Traicionada por Mi Escudo

Traicionada por Mi Escudo

Cuentos

5.0

Mi vida giraba en torno al flamenco, el legado de mi madre, Elena Vargas, hasta que su muerte trajo a Sofía y a su madre a casa, convirtiendo mi hogar en un campo de minas. Para protegerme de aquel ambiente hostil, contraté a Alejandro Gallardo, "El Halcón", un guardaespaldas implacable que prometía lealtad. La pesadilla comenzó cuando Sofía rompió el abanico de mi madre, mi último recuerdo, y tras humillarla públicamente, los hombres de Alejandro me secuestraron. En un cortijo abandonado, mi supuesto protector ordenó destrozarme los tobillos y las muñecas con una fusta, acabando con mi futuro como bailaora. El dolor físico era insoportable, pero la verdad de la traición me aplastó: el teléfono para pedir ayuda estaba sin batería y sin SIM, una burla cruel orquestada por él. Mis gritos en la bodega, donde me encerró días sabiendo mi claustrofobia, fueron ignorados mientras mi padre y mi hermano, Mateo, me daban la espalda, eligiendo a mis verdugos. Cegada por la desesperación, me preguntaba cómo pude amar al monstruo que había acogido en mi casa, al hombre que convirtió mi vida en un infierno, quitándome todo lo que valoraba. La esperanza se volvió ceniza, dejándome con un vacío inmenso y un único deseo: la muerte, mi única escapatoria de su control y la crueldad de mi falsa familia. Pero la humillación final encendió una nueva fuerza en mí: en la fiesta de cumpleaños de Sofía, aunque lisiada y con el cuerpo roto, desvelé su farsa y la barbarie de Alejandro ante todos. Con un grito y un acto de autoflagelación, expuse sus crímenes y el vídeo de cómo mi madrastra incitó la muerte de mi madre, rompiendo oficialmente lazos con la familia Montoya. Ahora, aunque marcada por la batalla, había elegido vivir y vengarme, buscando un nuevo camino y una verdadera protección junto a Javier Crespo.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro