De Campesina a CEO: Mi Propia Luz
rdatorio constante de que, por más becas que
humilde agricultor, y mi únic
nían otros pl
anzaban billetes al suelo, un
evo objetivo del «juego del amor ciego», un plan
ar e inteligente de la es
pero yo sabía q
solo engaño; también vi los recurs
juego, no como presa
cada roce «accidental», plantan
erabilidad calculada, haciéndole
e de todos, lo besé apasionadamente,
fuera completamente mío, sin saber que lo n
i vida, él me rompió en pedazos, diciendo
do estar destrozada, mientras su
al examen con
yo... No llo
na rabia fría
, mi nombre estaba el primero;
ecreto: no solo era la mejor estudiante de la provincia, sino la hija b
o por su carrera, había pagado mis
destrozando su repu
ano de Mateo; su amor, mancha
opia madre, porque, a diferencia de e