Me levanto como siempre un sábado al mediodía, vivir sola es lo mejor. Sin embargo, tiene sus contrariedades ya que no tengo a mi madre cerca para que cuide de mí. Tengo ya veinte años, a los dieciocho me marche de casa para no tener que vivir todo el drama familiar del divorcio de mis padres ya que era la única hija de dicha relación.
Me fui primero a vivir con unas amigas y trabajamos en una discoteca de meseras, trabajé allí por un tiempo, pero a los meses comencé la universidad y tuve que dejarlo porque se me hacía difícil trabajar de noche y estudiar prácticamente todo el día ¿En qué tiempo iba a descansar? Luego conseguí un trabajo en una cafetería medio tiempo, pero los elevados costos de la vida impiden que el dinero me alcancé todo el mes. Tengo que pedirle a mi padre prestado para avanzar con mi mensualidad. Bueno en realidad es regalado siempre me dice que no debo de pagarle nada. Ya me da pena esta situación tener que pedirle dinero a mi papito casi todos los meses. Mi mama se volvió a comprometer con un buen hombre, pero vive al igual que yo vive quejándose porque el dinero que no le alcanza, tengo un hermanito menor de un añito apenas; mi madre dio la sorpresa con su repentino embarazo y con el nacimiento de Matías. Vivo con mi amiga Carolina Vargas quien es muy hermosa, Caro es asistente de marketing en una prestigiosa empresa de publicidad del país, el dueño es estadunidense y según pagan en dólares americanos ya me está haciendo la diligencia para que yo ingrese a trabajar allí. Cruzo los dedos para que todo se dé a mi favor y pueda lograrlo. Salgo a la sala y veo a Caro con una cara de pocos amigos creo que se siente mal. — ¿Y esa cara? ¿Estás enferma? —le pregunto a mi mejor amiga Carolina. —Me siento muy mal, lo siento creo que debes de cocinar tú el día de hoy. Por favor—me suplica con voz quebrantada producto del malestar. A pesar de que no quiero cocinar lo haré realmente no me gusta. Odio cocinar frunzo el ceño, paso por alto la condición de Caro quien me da un poco de lastima por como se ve. Tiene los ojos llorosos y muy rojos ese malestar en su vientre es muy tenaz yo gracias a Dios cuando estoy en esos días no paso por el terrible dolor que sienten algunas mujeres cuando tienen la menstruación.
—Ah Indira se me olvidaba te conseguí una entrevista con el jefe Jones para el día lunes. Para el puesto que postulaste estoy segura que el trabajo será tuyo.
— ¿En serio? —le pregunto asombrada. —Si amiga yo hablé con él personalmente. Es un hombre muy serio, pero tengo fe que me escucho y que te dará la oportunidad en la empresa.
—Gracias Caro. No sabes cómo lo necesito ya el trabajo de la cafetería no me da para cubrir mis necesidades y yo aprendo rápido.
—Lo sé amiga. Eres una buena muchacha, algo alocada—sonríe en medio de su dolor de vientre. —Gracias de nuevo.
Hoy voy de nuevo a la discoteca Josué me está invitando. Josué Quintana es un buen amigo que conocí en la universidad él estudia arquitectura, tenemos muchas cosas en común, la aventura y el salir de fiestas nos encanta ambos. Hay quienes dicen que somos almas gemelas por qué somos muy parecidos, pero realmente somos muy buenos amigos. No creo que estaría con alguien parecido a mí, el mundo no lo soportaría. Mi amigo lucha muy duro todos los días para salir adelante al igual que yo también trabaja, estudia y es independiente viene desde la ciudad de Oaxaca. Llego a ciudad de México para trabajar y progresar, es un tipo muy brillante su otra pasión es el arte le gusta pintar. Realiza unos cuadros bellísimos siempre lo motivo para que haga una exposición algún día. Aunque somos muy buenos amigos en el fondo creo que le gustaría que fuéramos algo más. Es guapo y todo lo demás, pero no es mi tipo. Hace unos meses me separe de mi pareja se llamaba Marcos Olivares es de origen cubano. Marcos se fue a vivir a los Estados Unidos realmente estaba en México de paso, quiere ser un gran actor y adentrarse en el mundo del espectáculo de hecho hizo algunos cortos en una televisora local. Estudio en la academia de formación actoral en ciudad de México, allí se formó y tomó algo de experiencia luego se marchó dejándome como novia de pueblo a la intemperie es una etapa que ya superé algunos extranjeros son así peregrinos. Era realmente fascinante y cautivador fue muy bueno hasta que concluyó. Espero que le vaya magnifico y consolide sus sueños en el norte. El sábado es una pesadilla en el mercado voy por las compras para realizar el almuerzo prácticamente compramos a diario a raíz que el refrigerador se nos descompuso y este mes no nos dimos abastos con los gastos para repararlo. Por eso me urge un nuevo empleo no puedo dejarle todo el gasto a Carolina quien también tiene sus compromisos familiares en puebla. Me dirijo a comprar todo lo necesario para cocinar y salgo rápidamente del mercado me tome más de una hora en hacer las compras eso me estresa mucho y sobretodo tener que pedir rebajas para hacer que el dinero rinda. Me centro en retornar a casa vivo muy cerca de una central de abastos por lo que me voy a casa caminando, reviso las bolsas y compruebo que no se me haya olvidado nada del mandado. Ya por fin llego a la casa para ingresar en la cocina Carolina todavía está en el sofá buscando de calmar su espantoso dolor. Pobrecita la miro con cariño y le toco la cabeza voy a la cocina para poner en práctica mis habilidades culinarias. Me instalo mientras cocino a pensar en lo que hare la próxima semana, tendré una semana muy dura ya que tengo varios parciales en la universidad y de paso con el feriado la cafetería estará a reventar por consiguiente la carga laboral será muy elevada, frunzo el ceño en señal de hastío. Termino rápidamente de hacer la comida y el caldo de Carolina para que se recupere de su molestia. Sirvo la mesa y juntas nos vamos al comedor está un poco más tranquila nos sentamos a comer y me mira con cara más apacible.
— ¿Te sientes mejor? —le pregunto.
—Si amiga gracias el caldo me cayó de maravilla y ya los analgésicos me están haciendo efecto.
—Gracias a Dios. Esta vez te pusiste peor que el mes pasado deberías ir al ginecólogo para que te recete algo más efectivo para esos síntomas menstruales.
—Si después que se me quite hago una cita. Gracias.
—Voy a acomodar todo. Ve a descansar yo me encargo.
Me tomo un momento y llamo a mi madre vive en Texas se fue a vivir a los estados unidos hace casi dos años con su nueva pareja Paul, quiero preguntarle cómo está mi hermanito Matías es tan bello tan solo tiene un añito esta próximo por cumplir los dos. Mi madre se llama Mariana Murey tiene cuarenta años es una mujer muy inestable, esta chiflada, pero es una excelente persona a pesar de todo; su nueva pareja se llama Paul Rodríguez es de origen mexicano, pero ya es residente americano desde hace más de una década, es un buen hombre se dedica al oficio de la construcción es muy eficiente en su área, es quien la ha sabido llevar hasta ahora, desde el divorcio con mi padre mi mamá no había sabido llevar en orden las riendas de su vida. En parte creo que me parezco mucho a ella por qué yo no soy la mujer más ordenada del mundo al contrario de mi compañera de piso Carolina.
—Aló Madre ¿Cómo estas y mi hermanito?
—Dios te bendiga hija. Estoy bien y el niño más travieso que nunca. Me haces mucha falta como me gustaría que estés con nosotros.
—No me gusta el norte mamá y tengo mi vida en México. Mi trabajo, mis estudios y así.
—Y tu independencia.
—También. Me saludas a Paul y a todos por allá.
— ¿Ya me vas a colgar? —Si tengo cosas que hacer en la casa, Caro esta indispuesta así que tengo que encargarme del aseo de la casa.
—Bueno mucho cuidado Indira. No estés yendo tanto a los antros. —Más tarde voy eso es inevitable un sábado mamá.
—Dios mío. Esta hija mía tan rebelde.