La pasión arde en sus venas como su deseo de pecar y consumirse en las llamas. Ayishah Al-Husayni, princesa de Tufayl, no solo desea a un hombre sino a dos en especÃfico. Su guardaespaldas arrebatadoramente duro y sexy, y también su sirviente, dulce y pecaminosamente hermoso. Por más que lo intenta, no logra sacarlos de su cabeza... ni de su corazón. Nunca ha dejado de intentar seducirlos y aunque ellos se resistan no pueden evitar caer en su encanto devastador. Pero la vida en el palacio no es color de rosa y el amor llega de la forma más inesperada. El problema es cómo van a contener ellos este sentimiento tan irresistible y a la vez mantenerse apartados de la vista del rey.
Ayishah:
Sus manos estaban en todo mi cuerpo. Recorriéndome con un deseo funesto que me hace temblar en esta habitación.
Mi corazón está retumbando con fuerza bajo mi pecho pero no me importa. Lo único que puedo sentir deleitada es las sensaciones inenarrables que ellos causan en mÃ.
SabÃa que esto serÃa asà entre nosotros cuando el deseo escapara para cubrirnos.
En este momento no existe nadie en el mundo sino nosotros. Siempre ha sido asà cuando estamos juntos.
Esto obviamente no es una novedad sin embargo no deja de ser completamente excitante.
Delicioso.
Pecaminoso.
Perfecto.
Nacimos para estar juntos pero ellos no están dispuestos a aceptarlo.
Para los demás puede ser una abominación pero ¿Qué importa el resto cuando nos tenemos?
Nunca serÃa capaz de escoger entre los dos.
Esta será la última noche que estaremos juntos y si no logro hacerlos cambiar de pensamientos este será nuestro adiós.
Actualidad:
La música retumba con fuerza en la sala mientras que un montón de cuerpos se balancean al ritmo seductor de esta.
Personas que tienen demasiada responsabilidad en sus hombros, hoy están aquÃ. Relajadas dejándose llevar por el alcohol.
No hay nada más placentero que romper las reglas sin ningún riesgo a que alguien pueda intervenir.
Por eso venimos aquÃ.
Somos libres por un momento de las cosas que normalmente molestan en mi cabeza.
Bebo un trago y luego otro sumergida en el placer intrÃnseco que estoy sintiendo. Cierro los párpados moviendo mis caderas al ritmo de la música que cada vez resuena más fuerte en el lugar.
De pronto pienso en que pertenecer a la familia real de Tufayl es una completa pesadilla, pero aún asà no puedo escapar de la realidad que me acosa terriblemente.
Siento las miradas en mi cuerpo y me preguntó cómo será ser tocada ahora mismo por unas manos masculinas que me marquen recorriendo cada parte de mi cuerpo, cubriéndome de calor. Rozando las partes que se mueren por ser acariciadas.
El problema está en que mi cuerpo se quema desesperadamente por dos pares de manos masculinas.
Las manos que siempre he deseado.
Cada vez siento como el calor se apodera de mi ser haciéndome balancear mis caderas de un lado a otro que más que seguir la melodÃa, mi movimiento era para acercar a mi presa a mÃ.
Tentándolos.
No puedo verlos pero puedo sentirlos en cada parte de mi cuerpo clamando por lo que claramente quiero darles pero el sentido del deber siempre es más fuerte para ellos.
Incluso aunque pueda bailar desnuda frente a ese par, ninguno de los dos cederÃa.
Siempre serÃa igual y yo ya deberÃa estar resignada ante la cruda realidad aunque esta no signifique nada para mi cuerpo el cual se muere por ser acariciado en zonas que no quiero mencionar.
Mis manos se alzan jugando un poco con mi cabello color miel que ahora está ondulado hasta la cintura. Desde ahà las conduzco hasta mis pechos los mismos que se muestran perfectamente a través del vestido blanco que llevo, porque obviamente no me coloqué un brasier.
Sé desde hace mucho tiempo que no puedo seducirlos.
Es imposible lograrlo.
Me he cansado de intentarlo asà que mi espectáculo lo estoy haciendo para cualquier otro chico que quiera venir a apagar el fuego que arde en mis venas descontrolado.
Mis chicas están tan sensibles que no puedo evitar gemir el voz alta sintiendo el roce delicioso de la yema de mis dedos contra la tierna piel cubierta.
Antes no habÃa nadie a mi alrededor pero de repente parecÃa haber una legión de hombres rodeándome.
Apreté mis piernas sintiendo como poco a poco me humedecÃa aunque solo podÃa ver la cara de dos hombres en mi cabeza por más que lo intentara, sin embargo, esta vez estoy cansada de tratar.
Esta noche quiero perderme en las caricias de un amante.
Que me haga perder la cabeza con su boca y manos...
E incluso que mi cuerpo sea poseÃdo por uno de ellos.
Lo necesito tanto que cuando uno de los chico se acerca por mi espalda rodeando mi cintura con su mano haciéndome sentir su dureza contra mi y busco ese empuje casi con desesperación sintiendo como poco a poco mis pliegues se humedecen al mismo tiempo que otro chico frente a mà cubre mi mejilla sonrojada con su mano antes de atraerme hasta su boca dándome un devastador beso que enciende mi cuerpo de inmediato.
Mis ojos están cerrados porque me estoy entregando al placer del momento.
No puedo ver quiénes son estos chicos aunque sé que deben ser prÃncipes o familiares de la realeza de algún paÃs cercano a Tufayl.
Todos los que están aquà lo son, salvo por los sirvientes y los guardaespaldas que nunca se acercarÃan a una princesa como yo a menos que quieran ser azotados por su imprudencia.
Queriendo ir más lejos.
Sin importarme quién estuviera a nuestro alrededor, metà las manos por debajo de la camisa del hombre frente a mà topándome con un perfecto six pack que me hizo salivar de deseo.
El problema está en que me estoy excitando no con estos tipos que se empujan contra mi cuerpo, sino con los pensamientos de quienes creo que se empujan en el mismo.
Pienso en Akram, él se frotarÃa contra mi trasero dándome una visión de lo duro que estaba por mà y serÃa Malik quien me besara con dulzura robando mis gemidos con su lengua silenciándome de la forma más dulce.
Siempre han sido ellos.
Nadie más.
De pronto, como si los hubiera llamado con el pensamiento una voz resuena en mis oÃdos tan peligrosa como un rugido de león causando que mi corazón salte tanto de sorpresa como de necesidad por él, deseando desesperadamente tocarlo.
-Princesa, debe venir con nosotros, se trata de una orden real.
Me aparto de golpe de quien me estaba besando anteriormente para fijar mis ojos en él.
Luce tan guapo que el resto de hombres desaparecen a mi alrededor, completamente cautivada por mi guardaespaldas. Su mandÃbula está firmemente apretada, su frente un poco fruncida, sus labios son tentación pura y mortal pero sus ojos son otra cosa, más oscuros que de costumbre se clavan en mà como si quiera decirme algo aunque no lo hace.
-Estoy divirtiéndome un poco aquà Akram, piérdete.
Veo como en sus pupilas se enciende un fuego arrasador causando que casi me rÃa por su enojo.
Cuando iba a girarme a ver a mis acompañantes, dejándome atontada Akram me alzó en sus brazos poniendo mi vientre contra su hombro fuerte mientras que yo me quedaba atontada y sin aliento al mismo tiempo que balbuceaba sin formular palabra alguna.
Alcé mi cabeza para ver quién venÃa siguiéndonos y cómo no lo pensé.
Era Malik quien me miró de vuelta aunque por primera vez en la vida lo veÃa completamente serio, como si algo estuviera perturbando su cabeza.
Mi preocupación por él creció pero me mordà la lengua para no preguntarle qué le estaba pasando.
Luego volvà a enojarme por cómo me estaba sacando Akram de aquÃ.
- ¡Basta Akram, bájame! ¡No tienes derecho a sacarme asÃ! -espeté sumamente molesta golpeando con mis puños cerrados su espalda pero los golpes no parecÃan surtir efecto para él.
Junto con Malik se quedaron en silencio.
El viento azotó mi cabello haciéndome saber que ya estábamos afuera y que por más que pataleara no iba a dejarme volver.
Me bajó de su hombro solo para meterme al auto e inteligentemente Malik quien habÃa entrado por la otra puerta impidiendo mi escape.
Obviamente me conocen bien.
Akram azotó la puerta y cuando intenté ir a abrir esta, Malik sostuvo mi mano para que no lo hiciera.
Sorprendida porque me tocara alcé mi mirada hasta sus ojos e inmediatamente Malik apartó la mirada de mà y soltó mi mano cuando Akram comenzó a conducir para llevarme de vuelta al infierno de mi supuesto hogar.
Si acaso puedo llamarlo asÃ.
Tratando de calmar mis pensamientos y emociones clavé mis ojos duros en Akram quien parecÃa ajeno al enojo que me ha causado.
- ¡¿Por qué me sacaste as�! ¡¿A caso perdiste la cabeza Akram?! -exigà furiosa una respuesta pero él ni siquiera se inmutó.
De hecho ni siquiera me miró logrando que me enfureciera aún más.
- ¡Respóndeme!
-Es mi trabajo, princesa -se limitó a responderme encogiéndose en hombros.
Quiero golpearlo.
Mis ojos lo fulminaron con la mirada encontrándome con la suya a través de espejo del retrovisor.
-Tu trabajo es protegerme, no alejarme de quien pueda ser mi posible esposo y prÃncipe de Tufayl -le respondà y dentro del auto todos parecieron mucho más tensos.
Akram apartó su mirada de mà a través del retrovisor para ponerla al frente, en el camino.
-Esos hombres la estaban tocando, princesa. Tengo órdenes de no permitir que nadie lo haga.
Yo bufé por lo bajo mirando por la ventana.
-Obviamente tenÃan mi consentimiento.
Un par de gruñidos dentro del auto resonaron haciéndome sobresaltar pero cuando miré a ambos ese sonido parecÃa ser solo parte de mi imaginación.
-El rey...
-No me importa lo que diga mi padre, Akram -gruñà y a partir de ese momento el silencio se hizo en el auto.
Por suerte no tardamos demasiado en llegar asà que sin su ayuda me dirigà hasta mi habitación solo que ellos me siguieron enseguida causando que me irritara inevitablemente.
Pero por suerte lo hicieron porque justamente subiendo las escaleras mis piernas comenzaron a flaquear. Seguramente por el exceso de alcohol, no sé en qué momento resbalé pero fui consciente de inmediato de que mi caÃda habÃa sido detenida de forma abrupta por un par de brazos fuertes que me sostuvieron atrayéndome enseguida a su pecho en donde no dudé ni por un segundo en acercarme inundando mis fosas nasales con el aroma de su perfume tan atrayente y adictivo.
No pude evitar ronronear por su olor olvidándome de lo que ellos habÃan hecho.
Me aferré al cuello de mi salvador sintiendo como su tensión crecÃa con cada segundo que pasaba. Estábamos sumergidos en medio del silencio y no puedo dejar de pensar en que su aroma es adictivo pero no solo se trata del de Malik quien ahora parecÃa tan serio como Akram. El aroma de este último también era mi perdición.
De hecho, todo lo que me lleve a ellos lo es.
Mis uñas comenzaron a deslizarse por su cuello suavemente haciendo que el vello en esta zona se levantara con mi caricia.
-Princesa Ayishah... -censuró Akram justo al lado de Malik.
Iba a protestar pero una nueva voz nos hizo sobresaltar a los tres.
- ¡Vaya, eso si es un buen ejemplo! ¡La princesa del libertinaje ha llegado!
Obviamente destrozando el momento mi tÃa querida Basira, nótese el sarcasmo, hizo su acto de presencia como mejor sabe.
Molestando a mi alrededor.
A regañadientes solté el cuello de Malik para girarme a ver a la mujer que se encontraba en el peldaño más alto de la escalera mirándome fulminante.
-Uy, la envidia es un pecado capital querida tÃa Basira. Quizás convenzas a Bahiyya para que haga una fiesta para las señoras de tu edad, a lo mejor consigas algo de diversión -le guiñé un ojos tratando de seguir mi camino sin embargo como la vez anterior estuve a punto de caerme hacia atrás pero un par de manos sostuvieron mi cintura manteniéndome erguida.
Olvidándome de mi chismosa tÃa esbocé una sonrisa coqueta antes de que está estallara otra vez captando mi atención una vez más.
- ¡Tú, pequeña...!
- ¡¿Qué está pasando aquà Basira?! -la voz de mi padre retumbó en el pasillo haciendo estremecer a mi tÃa quien lo miró con verdadero terror.
Por mi parte ni siquiera me inmuté.
No hay nada nuevo en esta situación y mi padre aparece justo a un lado de Basira con Bahiyya, mi madre.
Esta última frunce el ceño en mi dirección probablemente sabiendo de antemano qué es lo que hace gritar a su hermana mayor. Y tiene razón, porque el motivo suelo ser yo.
-Majestad... -la voz de Basira ahora es suave y sumisa causando que entorne los ojos fastidiada por su actitud.
Sigo subiendo los peldaños sintiendo a los chicos venir detrás de mà y cuando alzo la cabeza me doy cuenta de la mirada que me envÃa mi padre.
Todo el mundo se estremecerÃa de verdadero terror si el rey de Tufayl lo mirara justo como está mirándome ahora, solo que a mà me da igual.
Sus ojos del mismo color que los mÃos captan cada uno de mis movimientos con desaprobación y molestia.
Nada nuevo.
No vivo mi vida para complacer a mi padre.
Pero eso no lo entienden muchas personas, como mi tÃa.
Tengo veinte años y puedo hacer exactamente lo que me dé la gana, no pueden controlarme y ya deberÃan saberlo.
Cada vez que acorto nuestra distancia veo el poder que irradia mi padre con su metro ochenta. A lo mejor se debe a que antes de convertirse en el rey de Tufayl después de que mis abuelos murieran por un accidente, mi padre habÃa pertenecido a la milicia de Tufayl volviéndose cada vez más duro e intimidante, justo como Akram.
-Mira como estás Ayishah -gruñó él verdaderamente molesto pero no lo miré pasando por un lado de ellos restándole importancia a su falsa preocupación.
Mi madre, Bahiyya, lo único que hace es seguir cada uno de los mandatos de mi padre al igual que mi hermano mayor.
Por mi parte las cosas son muy distintas.
No me interesa estar bajo su yugo.
Soy libre incluso estando aquà en este palacio y siempre lucharé por mi libertad.
Mis pasos son detenidos cuando la mano de mi padre se cierra alrededor de mi brazo haciendo que me girara a verlo.
Estaba completamente furioso pero no me importó.
Apretando la mandÃbula hice que me soltara dando un paso atrás. De repente todo lo que iba a decir desapareció y pronto dirigió su mirada a mi guardaespaldas.
Akram estaba a mi lado en silencio como siempre que estaba a mi alrededor.
-Llévala a su habitación Akram y no permitas que nadie ingrese a esta -Pronto posó sus ojos mortÃferos en mà aunque yo no le permità ver mi inquietud, eso serÃa sÃmbolo de debilidad y mi padre es como los animales, puede olerla y acabar con todo sin remordimiento alguno-. Estoy cansado de tu comportamiento Ayishah y ha llegado la hora de que lo entiendas.
- ¿Y qué quieres decir con eso? ¡Oh, gran rey de Tufayl! ¿PodrÃas explicarle a tus súbditos? -gruñà molesta sintiendo como el alcohol salÃa de mi sistema.
No me gusta que me amenace porque mi padre no dice las cosas por decirlas.
De eso estoy segura.
-Akram, llévatela.
»Solo Malik y tu tiene autorización a entrar en la habitación de la princesa. Ella no saldrá de su habitación hasta que sea la hora de su castigo.
La piel se me erizó temiendo lo que mi padre estuviera planeando. Intenté imaginar qué estaba pasando y me sumergà tanto en mis pensamientos que ni siquiera noté cuando Akram me alzó en brazos otra vez hasta que me colocó sobre mi suave colchón.
En ese momento alcé mi cabeza para mirar a Akram frente a mà y justo detrás de él Malik se erguÃa tÃmido además de silencioso.
Bien.
Mi padre podrÃa castigarme como quisiera pero sin saberlo me ha dado el mejor de los regalos porque estar encerrada con este par de hombres que me vuelven loca lejos de parecer una pesadilla es un sueño hecho realidad.
Muchas gracias rey de Tufayl, voy a aprovechar su regalo.
Y no se imagina cómo lo disfrutaré.
CapÃtulo 1 ¡La princesa del libertinaje ha llegado!
16/03/2024
CapÃtulo 2 Yo seré su princesa.
16/03/2024
CapÃtulo 3 Castigo.
16/03/2024
CapÃtulo 4 Sus juguetes.
16/03/2024
CapÃtulo 5 Está bien, hablaremos...
16/03/2024
CapÃtulo 6 Ese matrimonio nunca ocurrirá.
16/03/2024
CapÃtulo 7 Amor propio.
16/03/2024
CapÃtulo 8 Él nunca me amarÃa.
16/03/2024
CapÃtulo 9 Me habré marchado.
16/03/2024
CapÃtulo 10 ¿Me hablas tú de amor, Akram
16/03/2024
CapÃtulo 11 DolÃa.
17/03/2024
CapÃtulo 12 Muy ardiente.
17/03/2024
CapÃtulo 13 ¿Mi turno
17/03/2024
CapÃtulo 14 Aunque me rompiera el corazón.
17/03/2024
CapÃtulo 15 ¿En qué estabas pensando, Ayishah
17/03/2024
CapÃtulo 16 Necesitaba protegerla.
17/03/2024
CapÃtulo 17 ¡¿Dónde está Malik !
17/03/2024
CapÃtulo 18 Sólo nosotros tres.
17/03/2024
CapÃtulo 19 Somos esposos.
17/03/2024
CapÃtulo 20 ¿Estás huyendo de mi
17/03/2024
CapÃtulo 21 Te ama sólo a ti.
17/03/2024
CapÃtulo 22 Eres mi princesa.
17/03/2024
CapÃtulo 23 Vete al infierno Akram.
17/03/2024
CapÃtulo 24 ¿A dónde crees que vas
17/03/2024
CapÃtulo 25 No te vayas, por favor.
17/03/2024
CapÃtulo 26 Sano y salvo.
17/03/2024
CapÃtulo 27 Alguien está enamorada.
17/03/2024
CapÃtulo 28 Ayi.
17/03/2024
CapÃtulo 29 ¿Celoso
17/03/2024
CapÃtulo 30 Si te quedas embarazada...
17/03/2024
CapÃtulo 31 Tu hombre.
17/03/2024
CapÃtulo 32 ¿A quién perteneces Ayishah Al-Husayni
17/03/2024
CapÃtulo 33 Te amo Ayishah.
17/03/2024
CapÃtulo 34 Mi Akram.
17/03/2024
CapÃtulo 35 Corazón roto.
17/03/2024
CapÃtulo 36 Prometida del prÃncipe Tahir Turhan.
17/03/2024
CapÃtulo 37 ¡No soy una ladrona!
17/03/2024
CapÃtulo 38 Fugitiva.
17/03/2024
CapÃtulo 39 Lo amaba tanto que dolÃa.
17/03/2024
CapÃtulo 40 Voy a ser mamá.
17/03/2024
Otros libros de PayperLee
Ver más