Alessandro De Luca es un empresario exitoso que ha dedicado su vida a cuidar y proteger a sus dos hijas gemelas, después de perder a su esposa cuando las niñas apenas acababan de nacer. No ha tenido tiempo para el amor, pero las niñas consideran que ya es hora de que él tenga esposa y ella una madre amorosa. Fiorella Rossi, está recién graduada en psicopedagogÃa, ha sido criada en un orfanato y quiere hacerse famosa escribiendo cuentos infantiles para ayudar a su amado hogar. Por casualidad, consigue el trabajo de niñera para las dos hijas de Alessandro. Sin embargo, Fiorella encuentra dificultades debido a la personalidad espontánea de las niñas y a la rigidez de su jefe. A pesar de las diferencias entre ellos, las dos niñas ven en Fiorella la madre y esposa ideal para su padre y planean todo tipo de situaciones para que ambos se enamoren. Pero Fiorella solo quiere una relación de trabajo y se preocupa por la responsabilidad de hacerse cargo de dos niñas que necesitan el amor de una madre. Mientras tanto, Alessandro comienza a sentir algo por Fiorella, pero hay personas que se oponen a esta relación. ¿Lograrán las pequeñas casamenteras que su padre se arriesgue a enamorarse nuevamente? ¿Cómo conseguirán que Alessandro y Fiorella se abran a la posibilidad del amor verdadero?
CapÃtulo 1 Nuestra historia no fue convencional
Alessandro De Luca observo con tristeza el féretro. Con gran pesar se despidió de la mujer que creyó iba a ser su compañera de vida. Marian habÃa fallecido, desde pequeña sufrÃa de muchas infecciones y una gran debilidad, su salud era muy precaria.
Debido a esto, no soporto el embarazo de sus dos hijas gemelas, fue un embarazo que desde el principio fue muy complicado y no pudo llevar a término el mismo.
Alessandro De Luca, se sentÃa muy deprimido, no podÃa decir que a ellos los unÃa un gran amor, su historia nunca habÃa sido una historia de amor convencional, se conocÃan desde niños, eran vecinos, y al irse a estudiar al extranjero, aún mantenÃan comunicación por teléfono y ella era feliz con sus conversaciones.
Al llegar del extranjero, Alessandro fundo su empresa separado de la de su familia, y se mantuvo alejado de Marian dado sus multiples compromisos.
No obstante, Marian y él se veÃan de vez en cuando, y siempre asumió que ella era la novia eterna que lo esperaba y que tarde o temprano seria su esposa, ya que no tenÃa tiempo ni ganas para andar buscando otra esposa, y asà era más cómodo. Era una relación tranquila, no de amor de novela, pero si de amistad y confianza.
Además dado su extraña condición al tener una salud tan débil desde pequeña, Marian tampoco tenÃa una vida normal, fue educada en casa de sus padres y poco salÃa, él era quizás el único contacto con el mundo exterior.
Asà que llego un momento en que Alessandro considero prudente proponerle matrimonio y con el ánimo de complacer a Marian, a sus padres les pareció bien dejar que se casaran bajo la condición que vivieran siempre con ellos en su misma casa.
Marian estaba muy animada, pues al parecer ella sentÃa un amor verdadero por Alessandro y lo que solo imagino en sus sueños se le estaba cumpliendo.
Posterior a su matrimonio de mutuo acuerdo, y en vista de su continuos viajes, el acepto vivir en casa de los padres de ella y aunque ellos eran muy entrometidos por su sobre protección, trataba de entenderlos por la precariedad de su salud y continuas enfermedades que presentaba Marian y además le era más cómodo asÃ.
Por su parte, Alessandro nunca pensó en tener hijos, era demasiada responsabilidad, no era parte de su plan establecido, tener hijos no era su preocupacion, sabÃa de sobra que Marian no los podÃa tener y ella era más una amiga y compañera que una esposa, además evitaba pasar mucho tiempo con ella por miedo a hacerle daño con su empeño en tener relaciones Ãntimas.
Después de un tiempo de casados, Marian se obsesiono en tener un hijo, por lo cual Alessandro busco infinidad de excusas para no tener intimidad, si antes eran pocas sus relaciones sexuales, luego de ese anhelo que manifestaba continuamente, fue cada dÃa menor su intimidad, aunque si la habÃa, ya que ella propiciaba los encuentros sexuales, hasta que un nefasto dÃa le dijo que estaba embarazada.
Acudieron al médico de inmediato ante la alegrÃa de Marian y la preocupación de sus padres y alli el mismo medico les indico que bajo sus condiciones de debilidad e infecciones constantes era preferible el aborto. Marian no lo acepto y continuo su embarazo.
Alessandro pensó con dolor y rabia que nunca pensó en Marian como la madre de sus hijos, solo la vio como una amiga y compañera en su soledad, nunca quiso que se embarazara, pero su empeñó en darle hijos... la llevo a la muerte el dÃa en que nacieron las niñas, ese dia su corazón no aguanto mas su embarazo.
Dando un vistazo a su alrededor, observo a los padres de ella, de ellos solo recibo acusaciones desde que Marian quedo embarazada. Marcelo es el que más me reclama, la madre de Marian solo llora.
- ¿Estas satisfecho?
- ¿No sé de qué hablas?
-SabÃas que su cuerpo no lo soportarÃa, Marian nunca debió quedar embarazada y le permitiste eso, y aparte no dejaste que abortara
-Ella asà lo quiso
-QuerÃa darte un hijo, sabias que no podÃa dártelos por su salud tan delicada debiste hacer algo, sobre todo cuando supiste que eran gemelas, ¡Si lo hubieses hecho estarÃa viva!
-Hice todo lo que pude para que no saliera embarazada, Marian tenÃa esa obsesión, solo pensaba en eso
-No debiste permitÃrselo- me dice Andrea la madre de Marian- ahora mi pequeña está muerta
Me alejo, ya no tengo nada que hacer aquÃ, mis dos hijas prematuras están en la clÃnica, no sé si podrán vivir, mi deber ahora es con ellas, por ellas dos, mi esposa se ha sacrificado, debo estar a su lado.
....
Ocho años después
La vida rutinaria de Alessandro consistÃa en trabajar en las mañanas en su empresa y en la tarde estar en casa pendiente de sus hijas. TenÃa un solo deseo insatisfecho, que sus hijas fuesen más obedientes y tranquilas
Habia contratado infinidad de cuidadoras y al tiempo renunciaban, según ellas las niñas dan mucho trabajo, desordenan sus cosas y les hacen muchas travesuras, aparentemente están muy maleducadas. Les he ofrecido mucho dinero a cambio de que se queden, pero no ha sido posible, mis hijas deciden quién se queda y quien no desde que hablan.
A mis hijas parece que no le gustan las cuidadoras bien preparadas, con varios idiomas, serias y educadas, lo que he buscado más que una niñera es un tutor. Alguien que le enseñe modales, educación, buen trato con las personas.
En eso he fracasado, quizás las he descuidado concentrándome en la empresa, también tienen la culpa mis suegros, no dejan de decirme en frente de todos que el culpable de que mis hijas estén solas sin una madre soy yo mismo, vivo con ese remordimiento desde que Marian murió. No puedo echarlos de mi casa, al final son los abuelos de mis hijas, el único vÃnculo que tienen con su madre ya fallecida.
No obstante, me molesta que sean tan entrometidos, que cambien mis normas, contradigan mis órdenes me reclamen sobre lo que comen mis hijas, y han llegado al punto en que las cuidadoras ya no saben quién manda en mi casa, si ellos o yo.
A eso no ayuda que mis hijas hagan de todo para llamar mi atención, y hasta en la escuela sus travesuras me han hecho acudir varias veces.
El psicólogo señala que es una etapa, que son niñas que han sido criadas con un solo padre y de paso ausente, también me dice que reciben una educación de mi parte y una educación distinta de sus abuelos maternos y paternos, y esto las confunden. Pues bien, esto se acabó hoy, ya verán.
Allà vienen las dos, no puedo evitar mirarlas con amor, son hermosas y cuando ellas quieren son unos angelitos. No puedo evitar tratarlas con guantes de seda, fueron prematuras y al principio creà que habÃan heredado la debilidad de su mama, gracias a Dios que no fue asÃ, pero son idénticas a Marian, su mismo color de ojos, sus mismos cabellos, lástima que no heredaran su carácter.
Tristemente son cómplices, se acompañan una a la otra, tanto asà que en el colegio no tienen más amigas, son peleonas con sus compañeros y manipuladoras conmigo.
- ¿QuerÃas vernos papi?
La que siempre es la primera en hablar es Mariana, ella es la lÃder, y Alexandra la sigue en todo. La personalidad de Mariana es dominante, y Alex ama mucho a su hermana.
SÃ, quiero que me expliquen-y de verdad quiero dominar las ganas que tengo de gritar aunque las miro fijamente- ¿Que paso en la escuela? ¿Qué fue lo que hicieron hoy? ¿Porque me llamaron...de nuevo?
-No hicimos nada papi, son cosas de la directora y la maestra, la tienen agarrada con nosotras
-Siempre hay una excusa Mariana, todo el mundo la tienen agarrada contigo, nunca son culpables de nada- y trato de que mi tono sea calmado
-Esta vez no somos culpables de nada, no hicimos nada
-Estoy esperando que hables Alexandra
-Ya te explique-me dice Mariana
-Deja hablar a tu hermana, dime Alex, ¿qué paso? -La veo buscando el apoyo de su hermana - Igual me voy a enterrar mañana solo quiero escuchar su versión, dime Alexandra De Luca ¿Qué paso?
-Papi...es que accidentalmente arrojamos nuestros jugos a un niño
-Si fue sin culpa, el iba pasando y de pronto se nos movió la mano y él se mojo
- ¿Se les movió la mano a las dos?
-Cosas de gemelas papi, sentimos lo mismo, y aunque no lo creas a veces actuamos igual-esta vez la que responde es Mariana, dado que es muy frecuente que Mariana sea la que hable, entiendo que ya Alexandra no hablara más.
-Es extraño como a ustedes les suceden tantos accidentes donde tus compañeros salen golpeados, mojados o embarrados
-De verdad papi, nosotras tampoco entendemos, nos pasan unas cosas increÃbles
Las veo, son idénticas, e igual de mentirosas, soy un negociador, descubro rápido a los mentirosos y siempre tiendo a descubrir el punto débil de mis competidores y procedo a negociar en base a eso.
-Pues bien, he pensado en varias soluciones para esos accidentes
- ¿Cuál papi?
La primera es educarlas en casa, estudiaran en la casa, pero ustedes correrÃan de inmediato a su tutor, la segunda es separarlas, pediré que la coloquen en aulas de clases distintas, que digo aulas las pondré en escuelas distintas, ustedes deciden quién se queda en la escuela actual.
-Noooo papi, no por favor, no nos hagas eso por favor- las dos comienzan a llorar y en verdad son niñas adorables cuando hacen sus pucheros, pero ya hay que ponerles un freno, siempre hacen lo que quieren, es hora de frenar su comportamiento.
Siento que me tocan la mano y es Alexandra, ella sabe que es mi debilidad, con Mariana discuto, pero Alexandra fue siempre la que más débil estuvo después de nacer y la cuide mucho hasta que se puso fuerte y aún seguimos asà - Papi, no me hagas eso, no puedo estar sin mi hermana
-Eso debieron pensarlo cuando tuvieron tantos....accidentes con sus compañeros
-Danos otra oportunidad, papa nos portaremos bien, y si quieres trae otra niñera, de esas que quieres nos enseñe inglés, música y a portarnos bien, nos portaremos bien papi
¿Y si no funciona? ¿Aceptaran cambiar de escuela el próximo año escolar?
-Funcionará papi-dice Mariana-ya verás seremos unas niñas muy bien educadas
-Quiero que entiendan que si no funciona van a estudiar en colegios distintos, sin lloriqueos, ni quejas ¿Aceptan?
-Si papi, aceptamos, nos portaremos bien
-Solo tendrán esta oportunidad nada más ¿De acuerdo?
-Si papi
-Desde mañana se van a portar bien en la escuela, al menor problema las separo de colegio, un solo problema más en casa o en el colegio y este acuerdo se rompe ¿Están de acuerdo?
-Si papi- dicen las dos
-Eso espero, no me voy a echar para atrás y espero que cumplan, empezando por hoy vayan a buscar sus cuadernos y tráiganlos a mi despacho estudiaran allà mientras trabajo, ya no puedo regresar a la empresa y hoy mismo comenzare a buscarles una tutora.
Está bien papi-las veo subir a su habitación, pero no me engañan, han prometido cosas anteriormente, aunque nunca las habÃa amenazado con separarlas en la escuela, es lo único que me queda para que se porten bien, la directora me dice que los padres de los niños se están quejando, asà que toca tomar medidas drásticas.
Ya se han pintado la camisa con marcadores, y pintado la de sus compañeros, han amenazado a un compañero con golpearlo, y quien sabe que más cosas, esto se salió de control y sé que Alexandra solo apoya a su traviesa hermana
En casa no ha sido distinto, les han hecho la vida imposible a sus cuidadoras internas, luego contrate una que estaba durante el dÃa y pasó lo mismo, lo peor es que son adorables cuando quieren, solo hacen travesuras no maldades, pero eso les impide avanzar y comportarse en forma adecuada ante los demás.
Llego el momento tengo que imponerme y si hay que hacerlo pues las separo de colegio, de igual forma Mariana opaca a Alexandra, ella es más tÃmida, mas callada y quizás se debe a la presencia dominante de su hermana, asà que está decidido, con esa llamadera del colegio no puedo trabajar como es debido.
Llamare a mi secretaria que comience a buscar una tutora, bien preparada y de fuerte carácter.
CapÃtulo 1 Nuestra historia no fue convencional
30/03/2023
CapÃtulo 2 Una niñera nada convencional
30/03/2023
CapÃtulo 3 ¡Hola niñas! Soy su niñera
30/03/2023
CapÃtulo 4 Mi primer dÃa de trabajo
30/03/2023
CapÃtulo 5 Creo que empezamos mal
30/03/2023
CapÃtulo 6 Muchas cosas están cambiando en la casa De Luca
30/03/2023
CapÃtulo 7 Las cosas no van bien
30/03/2023
CapÃtulo 8 Marian, entiendo tu sacrificio
30/03/2023
CapÃtulo 9 ¡Llego el momento de deshacernos de esta niñera!
30/03/2023
CapÃtulo 10 Es momento de cambiar de estrategia
30/03/2023
CapÃtulo 11 Conozcan a Sor Guillermina
05/04/2023
CapÃtulo 12 ¡Hay que hacer algo y rápido!
05/04/2023
CapÃtulo 13 ¿Quién publico las fotos
05/04/2023
CapÃtulo 14 ¡Hay que pensar en algo!
05/04/2023
CapÃtulo 15 ¡En esta casa es necesario un toque de color!
05/04/2023
CapÃtulo 16 ¡Eso fue más de un toque de color!
05/04/2023
CapÃtulo 17 ¡Llegaron los refuerzos!
05/04/2023
CapÃtulo 18 ¡Ayuda Abuela!
05/04/2023
CapÃtulo 19 ¡Hijo, todavÃa no me has perdonado!
05/04/2023
CapÃtulo 20 ¡Cuidado con mis hijas!
05/04/2023
CapÃtulo 21 ¡Todo es muy interesante!
05/04/2023
CapÃtulo 22 Hay personas que solo miran la vida pasar y no participan de ella
05/04/2023
CapÃtulo 23 ¡Ya es hora de volver a salir!
05/04/2023
CapÃtulo 24 A la rueda de la fortuna
05/04/2023
CapÃtulo 25 ¡Aquà vamos otra vez!
05/04/2023
CapÃtulo 26 ¿Somos novios
05/04/2023
CapÃtulo 27 La primera cita
05/04/2023
CapÃtulo 28 Una visita inesperada de Neiva Salvatierra
05/04/2023
CapÃtulo 29 Diálogo con Sor Guille
05/04/2023
CapÃtulo 30 Un regreso inesperado
05/04/2023
CapÃtulo 31 ¡Quiero estar con mi mamá!
05/04/2023
CapÃtulo 32 La mejor medicina es el amor
05/04/2023
CapÃtulo 33 Fiorella renuncia
05/04/2023
CapÃtulo 34 ¿Se marcharán los Rinaldi
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CapÃtulo 35 Las palabras de un hombre celoso
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CapÃtulo 36 No me gusta que mi novia se reúna a solas con hombres solteros
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CapÃtulo 37 Un tiempo a solas
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