Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
La Niñera de las Hijas del CEO: Arthur Zaens.

La Niñera de las Hijas del CEO: Arthur Zaens.

Exaly

5.0
calificaciones
15.6K
Vistas
36
Capítulo

Arthur Zaens, multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.

Capítulo 1 No quiero darles Cariño.

Arthur.

Miraba a mis hijas, tan pequeñas, de tres años de edad, y sin sentir ninguna emoción real. Eran idénticas a mí, pero con la piel más clara, cabello rubio y esos ojos azules que definitivamente venían de su madre. Aún así, no lograba conectar. Sus rostros reflejaban inocencia, pero mi mente estaba en otro lugar. Con un suspiro, salí de la habitación de ellas, me dirigí al salón donde estaba la niñera, quien inmediatamente notó mi mal humor. Me acerqué y, sin ocultar mi molestia, le hablé.

-¿Qué cree que está haciendo aquí? ¿Para qué la contraté?

-Señor, disculpe, lo que pasa es que... -intentó explicar mientras tartamudeaba, pero no la dejé continuar.

-¿Qué? -le dije, elevando la voz-. Te contraté para cuidar a mis hijas, no para estar acostándote con el jardinero en mi mansión. ¡Lárgate! Tú y él. ¡Fuera de mi casa!

La niñera bajó la cabeza, temblorosa. El jardinero se acomodaba la camisa, claramente incómodo. Ambos intentaron disculparse.

-Por favor, señor, no lo volveré a hacer -suplicó ella.

-No te contraté para esto -respondí cortante-. Un error y te largas. Mis hijas estaban solas, mientras tú... ¿haciendo qué? Mi casa se respeta. ¡Fuera!

Con la conversación zanjada, salí del salón y me dirigí a mi despacho. Necesitaba deshacerme de esta situación cuanto antes. Abrí mi computadora, revisé los días que la niñera había trabajado, firmé un cheque y llamé a Lucy, la ama de llaves.

-Lucy, haz que se vayan de inmediato. Aquí está el cheque. No quiero verlos más -le ordené.

-A sus órdenes, señor -respondió ella, eficiente como siempre.

Cuando Lucy salió, me dejé caer en mi silla y puse mis manos en las sienes. Estaba sofocado. Ahora, otra vez, sin niñera. ¿Quién iba a cuidar de mis hijas? Me levanté, intentando no pensar demasiado en ello, y fui a su habitación. Allí estaba la señora Lucrecia, ayudándolas a vestirse.

-Lucrecia, necesito a una persona urgentemente -le dije, tratando de mantener la calma.

-Señor Arthur no se preocupe. Encontraremos a alguien adecuado -respondió ella con su tono tranquilo.

-Eso espero -respondí, mirando a una de mis hijas que balbuceaba "papi" mientras se acercaba a mí. Era tan bonita, pero me rehusaba a encariñarme. No podía permitírmelo.

-Encárgate de ellas. Tengo que ir a la empresa. -Le di la espalda y me preparé para salir.

-Señor, su hermano Enzo ha llamado varias veces -me informó Lucrecia antes de que me marchara.

-Déjalo, no quiero que me molesten en casa con asuntos de la empresa -dije, firme. Lo que era de la empresa, se quedaba en la empresa.

Cuando bajé al salón, los empleados se alinearon, como de costumbre, bajando la cabeza en reverencia. Todo estaba reluciente, como me gustaba. Al salir, Miguel, mi chofer, ya me esperaba.

-Buenos días, señor -me saludó mientras abría la puerta de la limusina.

-Buenos días, Miguel. Vamos -respondí, entrando en el coche.

Mientras nos alejábamos, encendí mi laptop. Era un modelo ultrafino, con múltiples pantallas desplegables, y lo primero que revisé fueron las cámaras de la casa. El jardín, los cuartos... todo en orden, excepto por el hecho de que ahora necesitaba buscar un nuevo jardinero y niñera. Estaba harto de tener que contratar personal que siempre me decepcionaba, pero no tenía más opción.

Apagué la computadora y me concentré en la empresa. Al llegar, los empleados ya me esperaban en fila, listos para iniciar la jornada. Nuestra corporación tenía más de 50 años; mis padres me la dejaron cuando se retiraron a vivir la buena vida, y ahora era mi responsabilidad, junto con mi hermano Enzo, aunque él siempre parecía más interesado en disputarme el control.

Entré a la sala de juntas, donde ya todos estaban esperando. Mi hermano estaba allí, impaciente como siempre. Aunque éramos gemelos, no éramos idénticos en personalidad ni en enfoque.

-Buenos días a todos -dije con firmeza, y todos bajaron la cabeza, excepto Enzo.

-Arthur, te he estado llamando. La reunión debía haber comenzado hace tiempo -mencionó Enzo, con su habitual tono de reproche.

-La reunión empieza cuando yo lo decido -respondí, cortante. -Ingrid, empieza.

Mi asistente encendió la gran pantalla, mostrando los detalles del nuevo proyecto. Nuestra empresa era líder en la fabricación de electrodomésticos y productos electrónicos, desde teléfonos inteligentes hasta robots domésticos con inteligencia artificial avanzada. Esta última línea de productos estaba diseñada para facilitar la vida en el hogar, algo que sabía que revolucionaría el mercado.

Tras la reunión, me retiré a mi despacho, seguido por Nancy, mi secretaria, quien me mostró las cifras para que las firmara. Dejé los documentos en el escritorio y, como siempre, Nancy no tardó en empezar con sus coqueteos.

-Hoy no, Nancy -le advertí, ya molesto.

-¿Está bien, señor? -preguntó, fingiendo preocupación.

-No me hagas preguntas que no te corresponden -respondí, levantándome y acercándome a ella-. Cuando quiera algo de ti, te lo haré saber. Hasta entonces, haz tu trabajo y nada más.

-Lo siento, señor -dijo, casi temblando.

-Tengo una reunión importante con los empresarios de Daicota. Cuando lleguen, hazlos pasar y cierra la puerta. No quiero interrupciones, especialmente de ninguna mujer.

Cuando se retiró, dejé escapar un suspiro. Nancy era hermosa, sí, pero no tenía tiempo para distracciones. Me levanté, encendí un cigarrillo y miré por la ventana. Nuestro rascacielos era uno de los más altos del país, un símbolo del poder que había construido desde los 18 años. He trabajado sin descanso, construyendo esta corporación, y nadie, ni siquiera mi hermano, me quitará lo que me pertenece.

Al final del día, cuando salí de mi oficina, observé cómo todos los empleados se levantaban de inmediato, inclinando sus cabezas en señal de respeto. Me acostumbré a ese tipo de reverencia. No espero menos, después de todo, soy Arthur Zaens, un hombre de prestigio, poder y éxito. Para mí, esa es la única forma en la que deberían tratarme, como un rey.

Al llegar a la mansión, mi chófer, puntual como siempre, salió rápidamente a abrir la puerta trasera de la limusina. Bajé con calma, ajustando mi saco a la perfección antes de avanzar hacia la entrada. Los empleados dejaron de hacer lo que estaban haciendo para recibirme, como lo hacen todos los días.

-Buenas tardes, señor Zaens.

Ni siquiera me molesté en contestar. Caminé directo al salón, ordenando con firmeza:

-Sirvan la cena.

Mientras me lavaba las manos en el lujoso lavabo del salón, ya sabía que la mesa estaría lista para mí. Al sentarme, una sonrisa ligera se asomó en mis labios al ver la cena perfectamente dispuesta y una suave melodía instrumental sonando de fondo. Así es como me gusta, sin interrupciones, todo en su lugar.

Después de cenar, me retiré a mi habitación. Me senté frente a mis proyectos, pensando en los nuevos productos y los dispositivos móviles de alta calidad que pronto dominarían el mercado. No me conformo con lo ordinario; quiero crear lo más exclusivo y costoso, productos que hablen de grandeza, como yo.

Cuando decidí que había trabajado suficiente, me levanté, me di una ducha mientras disfrutaba de una copa de vino en el jacuzzi. El calor del agua relajaba mis músculos, pero mi mente nunca dejaba de pensar en mis planes. Al salir, me miré en el espejo, me sonreí a mí mismo, chasqueé los dedos, satisfecho con lo que veía, y me vestí rápidamente. Sentí el deseo de salir por un rato.

Bajé las escaleras y le dije al chófer que me llevara a un bar.

-¿A cuál va, señor? -preguntó.

-A cualquiera, siempre y cuando no sea uno de esos tugurios de mala muerte -contesté sin interés.

-Por supuesto, señor.

Llegamos a un bar elegante, uno que frecuento cuando quiero estar solo. Al bajarme, observé el lugar. No estaba mal, la música era adecuada, el ambiente tranquilo, y lo más importante, no habría interrupciones.

Entré, pero de repente, sentí un empujón. Una chica se había cruzado en mi camino.

-¡Ten más cuidado!-gruñi molesto.

-¿Disculpa?- respondió con evidente irritación -Tú fuiste el que no miró por dónde caminaba.

-Vaya, las señoritas como tú siempre encuentran a quién culpar- mencione con un tono frío y arrogante.

-Vete al diablo- espeto saliendo del bar a toda prisa.

¡Mierda que loca!

Me dejó sin palabras y continuó caminando como si nada. ¿Cómo pueden venir este tipo de mujeres a un lugar así? Ni siquiera saben comportarse. Negué con la cabeza y me dirigí a mi mesa.

Llamé al mesero.

-Tráeme un vodka.

El hombre pareció confundido por un momento.

-¿Un vodka, señor?

-¿No escuchaste? -dije, levantando la voz ligeramente-. Y por favor, tráeme un sushi.

-Sí, señor. Con permiso.

Me quedé ahí, bebiendo en silencio, planeando mis próximos movimientos. Siempre hay algo más por conquistar, algo más que perfeccionar.

Seguir leyendo

Otros libros de Exaly

Ver más
Esposo Comprado.

Esposo Comprado.

Romance

5.0

Cassandra Morretti siempre ha vivido al filo, sumergiéndose en un estilo de vida desenfrenado donde el placer y el poder son sus únicas brújulas. Para ella, el dinero es solo un medio para conseguir lo que quiere, pero no es la llave de la felicidad. Con una actitud fría y calculadora, Atiende a manejar a los demás como si fueran piezas en un tablero de Aljedrez, segura de que todo en su entorno es una ilusión. Sin embargo, detrás de su fachada impenetrable, se oculta un deseo urgente. Recuperar la otra mitad de la herencia que le robó su propio padre. Para ello, necesita encontrar un marido, un hombre que esté dispuesto a entrar en su juego, aunque solo sea para cumplir con las formalidades. En el otro extremo de la ciudad, Elian Navarro, lleva una existencia humilde y agobiada. Sus días están marcados por largas horas de trabajo, luchando por proveer para su hermana menor, que nació con una discapacidad que requiere cuidados constantes. Elian ha renunciado a sus propios sueños, enfocado únicamente en asegurar que su hermana tenga una vida digna. Pero con las cuentas acumulándose y las opciones agotándose, el dinero se convierte en una necesidad apremiante, una carga que lo aplasta cada día un poco más. Cassandra necesita un esposo. Elian necesita dinero. Dos vidas que aparentemente nunca se cruzarían, pero que el destino, con su irónica sabiduría, está a punto de entrelazar de manera inesperada. ¿Qué sucederá cuando sus caminos se crucen? ¿Será este un pacto puramente transaccional o se esconderá algo más bajo la superficie?

INFIELES

INFIELES

Romance

5.0

Durante mucho tiempo creí que mi vida sería un jardín de rosas. Imaginaba días soleados, perfumados con el dulce aroma de la felicidad, y noches adornadas con estrellas que iluminarían mi camino. Sin embargo, la realidad me presentó algo muy diferente. En lugar de pétalos suaves, encontré espinas que se clavaban en mi piel, hiriéndome no solo por fuera, sino desgarrándome el alma con cada paso que daba. Mis ilusiones se desmoronaron una a una, dejándome sola en la oscuridad que nunca busqué ni deseé. Esperaba que mi existencia estuviera decorada con luces de alegría, pero, en cambio, me encontré atrapada en un pozo profundo de dolor y decepción. Vivía como una prisionera en mi propio infierno personal, donde cada decisión que tomaba parecía pertenecer a alguien más. Era como si todo lo que hacía estuviera diseñado para complacer a otros, para cumplir con expectativas que jamás me dieron la oportunidad de ser yo misma. Me sentía como un títere, forzada a mostrar sonrisas vacías, mientras por dentro mi alma se ahogaba en lágrimas que nadie veía. Cada sonrisa que esbozaba era una máscara, una fachada para ocultar el sufrimiento que me consumía poco a poco. Pero, con el paso de los años, algo cambió. En medio de esa oscuridad constante, una pequeña luz comenzó a brillar. Fue sutil al principio, casi imperceptible, pero poco a poco fue creciendo. Lo vi de nuevo, y fue como si el tiempo se desvaneciera y regresara a ese primer encuentro, cuando mis sueños aún estaban intactos. Su presencia me devolvió algo que creía perdido para siempre, la esperanza. Fue como si, en medio de mi desolado jardín de espinas, empezaran a brotar pequeñas flores, tímidas pero llenas de color. Mi corazón, herido y cansado, comenzó a creer que quizás, después de todo, las sonrisas que tanto había fingido un día podrían ser genuinas. A pesar de este destello de esperanza, no puedo engañarme a mí misma. La luz que vi en él, la paz momentánea que sentí en su compañía, puede no ser más que un sueño efímero, un espejismo en el desierto de mi realidad. Porque, desafortunadamente, mi vida sigue siendo lo que siempre ha sido, una lucha constante entre lo que deseo y lo que me ha tocado vivir.

Quizás también le guste

El hombre perfecto llama a la puerta

El hombre perfecto llama a la puerta

Romance

5.0

El prometido de Lindsey era el diablo encarnado. Él la engañó con su madrastra, y no solo eso, era tan desvergonzado que quería quitarle los bienes de su familia. Incluso la drogó, con la intención de entregársela a otro hombre. Incapaz de soportarlo más, Lindsey decidió buscar un hombre para colarse en su fiesta de compromiso y humillar a este tramposo. Sin embargo, nunca imaginó que pronto conocería a un extraño increíblemente atractivo que cumplía con sus requisitos. En la fiesta de compromiso, declaró audazmente que ella era su chica. Al principio, Lindsey pensó que él era simplemente un tipo pobre que quería aprovecharse de ella. Pero desde que conoció a este hombre, se dio cuenta de que la suerte siempre estuvo de su lado. Ella pensó que terminarían después de la fiesta de compromiso, pero el hombre le dijo con seriedad. "Tenemos que estar juntos, Lindsey. Recuerda, ahora soy tu prometido". "Domenic, ¿estás conmigo por mi dinero?", preguntó Lindsey, entrecerrando los ojos. Domenic se sorprendió por lo que escuchó. Como heredero de la familia Walsh y CEO de Grupo Vigor, ¿por qué codiciaba su dinero? ¡Lo que menos necesitaba era dinero, ya que controlaba la economía de la ciudad! Con el paso del tiempo, la relación entre ambos se hizo cada vez más estrecha. Un día, Lindsey finalmente descubrió que Domenic era en realidad el extraño con el que tuvo una aventura hace unos meses. ¿Este descubrimiento cambiaría su relación? ¿Sería mejor o peor?

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
La Niñera de las Hijas del CEO: Arthur Zaens.
1

Capítulo 1 No quiero darles Cariño.

29/10/2024

2

Capítulo 2 Editora y Escritora oculta.

29/10/2024

3

Capítulo 3 Engaño

29/10/2024

4

Capítulo 4 Fraude

29/10/2024

5

Capítulo 5 En busca de una niñera.

29/10/2024

6

Capítulo 6 Necesito de un trabajo urgente.

29/10/2024

7

Capítulo 7 ¿Trabajar de niñera

29/10/2024

8

Capítulo 8 Recuerdos.

29/10/2024

9

Capítulo 9 Que casualidad

29/10/2024

10

Capítulo 10 Desesperado

31/10/2024

11

Capítulo 11 ¿Donde esta su madre

31/10/2024

12

Capítulo 12 Ella no me agrada

31/10/2024

13

Capítulo 13 Vi su traserote.

31/10/2024

14

Capítulo 14 Una extraña sensación.

31/10/2024

15

Capítulo 15 Su cuerpo es perfecto.

31/10/2024

16

Capítulo 16 Enferma.

04/11/2024

17

Capítulo 17 Paseo Familiar.

04/11/2024

18

Capítulo 18 Incómoda

04/11/2024

19

Capítulo 19 La deseo.

05/11/2024

20

Capítulo 20 Accidente

05/11/2024

21

Capítulo 21 Celos

05/11/2024

22

Capítulo 22 Enamorada.

05/11/2024

23

Capítulo 23 Tormentoso recuerdo.

05/11/2024

24

Capítulo 24 Aceptando mis sentimientos.

05/11/2024

25

Capítulo 25 Fiesta

05/11/2024

26

Capítulo 26 Confusa

05/11/2024

27

Capítulo 27 ¿Quieres ser mi novia

05/11/2024

28

Capítulo 28 Enamorado.

05/11/2024

29

Capítulo 29 Nadia regreso.

05/11/2024

30

Capítulo 30 Presentandose a mís padres.

05/11/2024

31

Capítulo 31 Hare que se aleje de él.

05/11/2024

32

Capítulo 32 Él imbécil regreso.

05/11/2024

33

Capítulo 33 Mi futura esposa.

05/11/2024

34

Capítulo 34 He dejado ir el pasado.

05/11/2024

35

Capítulo 35 Enzo fue descubierto.

05/11/2024

36

Capítulo 36 Un final feliz.

05/11/2024