Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
El jefe  Hermoso

El jefe Hermoso

camila jamile

5.0
calificaciones
39
Vistas
20
Capítulo

Patricia Cortés "Dr. Patricia. No sé cómo puedo agradecerte y estoy al tanto de que este juego de toallas bordado a punto de cruz que aprendí a hacer esta semana, no es sufciente, pero es decoración. Gracias de nuevo por defender mi causa, Ya sufría de mis antiguos jefes desde hace años, siendo humillado, con mi salario siempre atrasado, pero sometiéndome a esa situación simplemente porque, al menos menos, garantizaba la comida de mi hijo, hasta que un día el la convivencia se hizo aún más insoportable. Fui tratado como basura, avergonzado frente a más de cien personas, solo porque en una festa comí un dulce fno de nueces Nunca he sido de los que comen comida elegante de jefe, pero estaba tan hambriento, tan cansado de tanto trabajo y no sabia que era un delito alimentarme d discretamente mientras se sirve. Ese día salí desesperado, pidiéndole al cielo un ayuda, ya no podía aceptar lo que estaba viviendo y una amiga, que trabaja en la empresa de su familia, Julia, me refrió a usted. Ella me dijo: “Es joven, cara de niña, tiene una enorme corazón y sabe tocar el terror.” Estaba preocupado, sin un centavo en el bolsillo, pero en la cara y coraje fui a visitarte y me di cuenta que el señora estaba cansada, después de aparentemente amamanta a tu hermoso bebé de tres meses. A pesar de que mi blusa está toda sucia con leche para sigo aprendiendo mucho sobre la maternidad, me respondiste, me escuchaste y no es que supieras tocar el terror de verdad? Nunca podré agradecerte por todo el cuidado que tenía conmigo y por asegurarse de que obtuve todos mis derechos, además de la indemnización. Nunca olvidaré ese gesto tuyo, Patricia. Y es bueno que todavía podamos vivir juntos, porque yo soy el nuevo ayudante en el taller de ropa para niños en el tus padres podemos acercarnos. Confeso que tuve Tengo miedo de trabajar con Doña Dorothy porque la conozco historia, pero mi miedo fue en vano y aunque muchos no lo creas, tu cambio es real, vivo con eso y el Señor. Menezes todos los días y solo hablamos de Enrico, yo nunca Vi a los abuelos tan enamorados. Besos, con toda mi gratitud. Marinalva. Termino de leer la carta con emoción a for de piel, pareciendo un grifo, sobre todo después de mirar las toallitas que tanto se referen amar. Estoy sinceramente encantada, principalmente porque ella bordó el nombre de mi bebe, que ya no es tan chiquito en uno y de su apodo, “Chefnho”, en otro. Después de poner las toallitas en mi cajón, estar parcialmente recuperado de la emoción que está recibiendo tanto agradecimiento, me levanto y después echar un vistazo rápido en el espejo del baño de mi nueva sala de estar, donde ahora Trabajo como Abogado y está ubicado en el mismo piso que la ofcina. de Arthur, camino hacia la cuna que está prácticamente a mi lado. Mientras me acercaba, en silencio, observé a la rubia más hermosa que jamás había visto. me recuerda tanto a Arthur por los ojos azules, mentalmente me quejo con el tiempo que está pasando tan rápido y convirtiendo a mi hijo en un niñito. Después del momento en que mamá no está contenta con la velocidad de la vida, llevo mi gordita que esta toda dormida y bien vestida como papa, en pantalon y camisa de vestir y luego con el en brazos, como es hora del almuerzo, vamos a la habitación de Arthur. . . . "Mira quién vino a visitarte". - La sonrisa de mi amor se ensancha y se viene en nuestra dirección. “Ustedes tres son siempre bienvenidos. - Después de acariciar la cara de Enrico, que abre los ojos perezosamente, se inclina, me besa barriga enorme durante tres meses y luego se levanta y se une a nuestro labios de una manera muy sabrosa, llena de segundas intenciones que me deja listo para seguir adelante. — Oye, tenemos a Enrico, no me molestes Sr. Educado. – protesta por Sé en qué estado de excitación estoy y Arthur se ríe. "Me encanta ese puchero tuyo". – Me da risa, lo que termina eliminando mi Ella trata de parecer molesta y me envuelve parcialmente en sus brazos. — ¿Estás ansioso por saber el sexo del bebé? – Habíamos decidido previamente averiguarlo solo en el momento de la entrega, pero la curiosidad triunfó y ahora a ser Sinceramente, no soporto tanta expectativa, creo que uno niño puede ser muy bueno, pero también tener una niña sería la novedad, y la posibilidad de sumergirme en otro mundo, me agrada mucho. - Si lo soy cariño. – Enrico se despierta poco a poco y luego sonríe y estira los brazos. bracitos cuando ve a su padre. - Papa Papa. – Si juegas con Arthur, a quien le encanta llevar al jefe, los dos jugar unos segundos mientras agradezco lo mucho que mi familia es hermoso y despues del momento que quedara en mi memoria, juntos vam

Capítulo 1 Me conoces

patricia menezes

Todavía

sin creer que un autobús es capaz de llevar a tanta gente en las seis de la mañana, agotando todo el stock de mi fe, que descubrí que tenía

recientemente, con la esperanza de que aparezca un poco de espacio entre los pasajeros, hago pagando la tarifa absurda, dada la mala calidad del vehículo, y sólo después de tres bloques que logro pasar a través del torniquete.

Haciendo un pequeño camino por el lado derecho, apretando por el izquierdo, camino

unos pasos sintiendo que mi falda lápiz giraba sobre mi cuerpo y el miedo a

estar expuesto me cuida, Dios me guarde.

Aun así, sigo equilibrándome como puedo, hasta llegar a un lugar para abrazarme.

"¿Quieres dejarme tu bolso, muchacha?" - Una joven, aparentemente cuarenta y ocho años, cordialmente se ofrece a ayudar.

“Buena suerte con la entrevista de mañana, cuida tus pertenencias en el bus

llena, corres el riesgo de irte con la bolsa vacía, Paty. no confíes en la gente

aparentemente bueno, en el transporte publico nunca sabemos que

puede suceder. La realidad aquí es muy diferente de donde vienes…”

Recuerdo el consejo de mi nueva amiga y vecina Carolina, quienha sido un verdadero maestro de la vida real para mí y me temo. El hecho es que

Realmente no tengo forma de saber si quien me ofrece ayuda actuará de buena fe.

y lo que llevo en mi bolso, entre algunas pertenencias, es mi iPhone aún nuevo

que no podré reemplazar pronto.

“Gracias de verdad, pero mi bolso es bastante ligero. - Ella me pasa

una sonrisa de bienvenida y al mismo tiempo termino castigándome por haber dudado de la

buena voluntad de la dama. ¿Pero que puedo hacer? mientras estoy divagando

tratando de sacar mi mente del aprieto en el que estoy viviendo, pasan unos minutos

ellos van. "¿Puedes decirme dónde está la Quinta Avenida?" - Puedo llegar a

suspiro, porque esta vez no voy a la conocida y con clase

calle de Nueva York que lleva el mismo nombre y me encantaba caminar.

“Vaya, niña. Está en el siguiente punto. - Ella mira al fondo de la

autobús donde está la puerta de salida. "Solo un milagro para darte tiempo".

bajar del autobús. – El pánico se apodera de todos mis terminaciones nerviosas, porque realmente no veo cómo puedo lograr tal milagro, y el autobús, que debería tener un máximo de cincuenta personas, parece que tienen al menos menos el triple.

- Gracias. – Desesperadamente, después de casi saltar para alcanzar el

cordón que le indica al chofer que mi parada ha llegado, le pido permiso y Procedo a mi saga.

En segundos, el autobús se detiene, para que mi desesperación sea aún mayor.

Estoy considerablemente lejos de la puerta, incansablemente pido permiso,

levantando la voz de una manera a la que no estoy acostumbrado, gente

notan mi desesperación, en una empatía colectiva, parecen vivir lo mismo

pánico que yo y en un acto de amor, que solo los usuarios del transporte público experiencia, escucho:

—Waaaaaa ahí, tu moto.

Me da verguenza llamar tanto la atencion y otro pasajero

producto:

— Aguanta el busuuuu para la chica...

Doy unos pasos más, incluso siento una brisa en la popa de mi trasero que muestra cuánto se me ha subido la falda y finalmente llego a los escalones.

- ¡Gracias! – Termino por entrar en el estado de ánimo de que, en cierto modo,

se divierte y mientras el autobús sale, me estiro la falda y miro la hora en el

reloj de calle que también marca la temperatura, que seguro que es mal, porque el sol, aunque temprano, ya me está quemando la piel, imposible sólo veinticinco grados, estoy seguro de que no puede ser menos de cuarenta.

Poco después, vuelvo a prestar atención, trato de encontrar la entrada a la estación de tren.

metro de la Quinta Avenida, más conocida popularmente como Quintão,

Estoy de acuerdo con mi vecino, pero no puedo encontrarlo.

- Buen día. – Me acerco a un chico que, como está sosteniendo un libreta y lleva una mochila, parece que va a la universidad. — soy un

poco perdido, ¿podría decirme dónde está la estación de Quintão? - A él

abre los ojos como platos y se acaricia la frente en un gesto nervioso, con una mezcla de

de compasión y sin siquiera abrir la boca, ya me imagino que estoy en un reino

muy muy lejos* .

- ¡Santo cielo! Seguro que no eres de por aquí, ¿me equivoco? –

Confirmo sus sospechas con gestos. — Niña, vas a tener que caminar mucho,

ya que esta estación está en el siguiente punto. "Abro mucho los ojos, para que

Incluso asusto al chico que, sin darse cuenta, se inclina un poco hacia atrás.

¡Santo Dios! La señora del autobús me dio información incorrecta.

- Gracias. - El chico me mira de arriba abajo.

"Joder, no quería estar en tu lugar, obviamente no sé qué

usa zapatos así de altos pero camina como lo haces durante largos minutos

en estas caminatas llenas de baches y en este sol que rasga la piel, no es de Dios.

Tiene toda la razón en eso. “Es el escenario del inferno. "Entonces ya no sé, porque

Estoy seguro por experiencia que hay cosas peores.

En el pasado, cuando caminaba hacia el auto, que ni siquiera

Guillermina,o par pora lastimar tener chef tus pies, y caminaba mis louboutins solo sobre eran pisos mara villanos,lisos, sin ahora ninguna,

definitivamente son armas reales. *Muy Muy Lejano.

— Bueno, ahora mismo me siento cansada, imagina cuándo empezar.

¿andar? - Él ríe.

— Mi nombre es Sérgio y voy en la misma dirección que tú, ¿puedo ayudarte?

¿hacer compañía? Te prometo que no te decepcionaré. -Empezamos a caminar

el camino despues me presento y mientras vamos el simpatico me dice

disfruta de su día a día, me cuenta que estudia en la Universidad de

estado, que toma el mismo camino todas las semanas, ya que tiene poco

dinero, solo puedes conseguir transporte para llegar a la mitad del camino. - Pero

parte, quiero ser ingeniero y para eso, necesito hacer algunos

sacrifcios ahora. – Tu realidad me conmueve, porque cuando entré al

universidad, todavía tenía diecisiete años, nunca pasé por ninguna

difcultad y siempre tenía un conductor en la puerta. "Te asusté con mi

¿pobreza? - Él ríe. "Puedo ver que probablemente estés a pie".

porque el auto se descompuso, en realidad lo parece, ya que todo es elegante en el

calle y esa ropa tuya, no sé ni si es de aquí de Brasil. - Encogerse de hombros. - YO

Sigo algunos sitios. – Y tiene pinta de clínico, si no fuera ingeniero,

Seguro que podría ser un profesional de la moda. Y sobre mi ropa, él

no sé, pero de la mansión, algunas cosas logré traer conmigo, entre ellas

toda mi ropa, bolsos y zapatos que ocupan la mitad de mi

dormitorio actual, que es más pequeño que mi armario, y así, incluso después de pasar el

portal, que ni siquiera sabía que existía y separa la riqueza de la pobreza, todavía

visto bien.

— Mal, no tengo auto. - Respiro hondo. - No mas. –

Me da un guiño.

“Lo hice en parte bien y, sinceramente, me asustaría si lo hubiera hecho.

algún consuelo y me lo quitaron, debe ser peor que nacer pobre.

“—Tío, por favor déjame quedarme, te juro que no estuve de acuerdo con mi

madre en este intento de incriminar a Carla. De hecho tu hermana siempre

dijo que atrapó a Carla en actitudes sospechosas y que no la despidió por lástima,

por estar solo en el mundo. - Entre lágrimas y todavía con miedo de ver

mi madre siendo detenida y mi padre pasándolo muy mal por todo lo que fue

pasando, trato de justificarlo, pero mi tío, a quien tengo como un segundo padre, ni siquiera me mires.

"Empaca tus cosas, en una hora tú y tu papá se van a un lugar nuevo".

dirección porque, a pesar de todo, no te dejaré en la calle y también te daré

un salario mínimo para ayudar con los gastos básicos, hasta que

adaptarse en la vida. – Palabras duras me acaban y sin salida, empiezo a

camino a mi habitación, pero luego recuerdo preguntar algo:

"¿Ya no me amas?" – Tío Muñiz viene hacia mí y

sostén mi rostro con ternura.

- Maestro. Aunque aborrezco tu comportamiento hacia mi

hija. - Besa mi frente con ternura. "Y porque te amo, estoy haciendo esto".

todo. Perdí a mi hermana por la codicia, no te perderé y lo sé

solo así serás una mujer que me enorgullecerá... Camina con tu

mis propias piernas, Patricia.

— ¿Patricia? - Vuelvo rápidamente a la realidad y ni me había dado cuenta

que había dejado de caminar.

"L-lo siento, acabo de recordar algo sin importancia". - Yo miento

descaradamente sin querer entrar en detalles, continuamos la caminata

a la estación donde intercambiamos contacto por una probable amistad y seguimos

nuestra manera.

. . .

Miro mi reloj y respiro aliviado cuando me doy cuenta de que todavía son las ocho y

treinta y cinco minutos.

Siendo consciente de que llego temprano a la entrevista, dentro de

recepción en AJ Seguradora intentando fjar los pasos de los pies que, a pesar de

están acostumbrados a vivir en las alturas, están cansados ​después de viajar

durante horas entre el autobús abarrotado, una larga caminata y el metro.

- ¿Buenos días puedo ayudarte? - Tan pronto como me apoyo en el mostrador de la

recepción, un joven, cuya apariencia parece coincidir con el renombrado

compañía, todos alineados con elegantes ropas sociales, me llama la atención y

mientras recupero el aliento para poder responderle, termino divagando...

Es obvio que no viaja en autobús, su piel es seca, como la mía.Fue cuando viví como una princesa que vivía en un castillo de arena.

— Buenos días, soy Patrícia Menezes, tengo una entrevista con el CEO

Antonio para las nueve. - Su mirada se dirige a mi, cambia

completamente y se vuelve un poco más acogedor.

“Por favor, sígueme. El señor. antonio te pregunto

adelante a la recepción de su habitación tan pronto como llegue. - YO

No podía esperar otro trato de un viejo amigo de la familia,

un hombre al que crecí llamando tío y lo considero así. el es seguro

uno de los pocos que quedaron despues de todo lo que paso

— Conozco el camino, solía visitar al tío Antonio junto con

mi padre desde niño y aunque ahora el edifcio es mucho más

sofsticado, creo que su cuarto es el mismo, porque hasta donde yo sé, el

tu jefe es bastante conservador. – El educado empleado sonríe de una manera.

reflexivo y está de acuerdo conmigo.

— Veo que conoces bien a mi jefe. - Él desvía

mirada de la mía como si estuviera conteniendo una sonrisa. "Pero voy a hacerlo de todos modos".

Síguela, las órdenes son las órdenes. – Decido aceptar la compañía, hasta que

Recuerdo mi estado que la climatización del ambiente acaba camufando y

casi me hace olvidar lo sudoroso que debo estar.

— Necesito ir al baño primero, quiero retocarme el maquillaje. - A

Realmente necesito transformarme en un futuro empleado presentable,

pero la recepcionista no necesita saber tantos detalles.

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Otros libros de camila jamile

Ver más
Capítulo
Leer ahora
Descargar libro