Es el multimillonario gruñón que siempre tiene los ojos puestos en el premio, Pero, de repente, ¡hay tres niños revoltosos en su puerta! Ante la perspectiva de tener que cuidar de sus sobrinos, sólo hay una persona a la que puede llamar... ÉL Mi trabajo siempre ha sido lo más importante para mÃ, a expensas, literalmente, de todo lo demás. Ahora mi hermano ha dejado tres adorables pesadillas en mi puerta, y empiezo a pensar que he mordido más de lo que puedo masticar. Mi asistente es la única que puede ayudarme, Sé que la vuelvo loca, pero todo el mundo tiene su precio... ELLA Llevo años trabajando para Michel , dándoselo todo, y jurarÃa que apenas sabe mi nombre. Finalmente, creo que he llegado a mi lÃmite. Le ayudaré de canguro unas semanas, cogeré la ridÃcula prima y me largaré. No me importa lo mucho que me gusta ver cómo los niños sacan a relucir su lado bobalicón, la forma en que lo socavan sin esfuerzo de una manera que harÃa que me despidieran en el acto. Hay todo un mundo ahà fuera por explorar, sólo necesito salir de aquà antes de que pueda enamorarme de él...
ALICIA
El tic-tac del reloj retumba dentro de mi cabeza con cada movimiento tembloroso del segundero. Tic. Tic. Y ya está. Las seis de la tarde.
No sé qué es peor: si el hecho de que sigo atrapado en esta oficina a pesar de que mi horario contratado es claramente de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, el hecho de que mi jefe me está dando una conferencia sobre ideas que en su mayorÃa eran mÃas para una presentación que casi siempre voy a tener que hacer, o el hecho de que llevo casi cuarenta y cinco minutos sujetando esta enorme pila de papeles y me arden los brazos. Al menos este es mi ejercicio de brazos de la semana.
Aun asÃ, la parte más importante de mi trabajo -no escrita, por supuesto- es sonreÃr y asentir cada vez que Michael dice algo. Antes lo odiaba mucho, pero era una mejora con respecto a mi último trabajo de oficina en una inmobiliaria, asà que no solÃa discutir.
Hoy en dÃa, conozco a Michael un poco mejor, aunque no podrÃa decirte ni tres cosas sobre mÃ. Sé cómo mover sus hilos para que esté de acuerdo conmigo. Soy tan buena dirigiéndole que apenas se da cuenta, y ni siquiera tengo que levantar la voz. Pero eso requiere mucha energÃa mental. Que hoy no tengo.
Es tarde, apenas voy a tener tiempo de dormir y, para ser sincera, no me importa. No es como si fuera a estar haciendo esto durante mucho más tiempo.
̶ ¿Alicia ? ¿Qué piensas?
Michael me pasa la mano por la cara, tan cerca que puedo oler las patatas fritas que ha estado comiendo todo este tiempo. Aprieto los dientes para no inmutarme.
̶ ¿Qué, lo siento? pregunto, haciendo lo posible por parecer avergonzada y no molesta y cansada.
Suspira como si yo fuera una niña traviesa. De alguna manera, a pesar de ser solo un año mayor que yo, me hace sentir como si tuviera cuatro. Me sorprende que alguien piense que es atractivo. Vale, puede que tenga una imponente mandÃbula cuadrada y unos hombros anchos que serÃan buenos para abrazar en cualquier otra persona, pero no entrarÃa en las listas de los "diez directores ejecutivos más guapos" si tuvieran que experimentar sus penetrantes ojos azules mirándoles como si fueran completamente estúpidos.
̶ ¿En serio? , dice, poniendo los ojos en blanco. ̶ ¿Para qué te tengo aquà si no vas a escucharme? .
Un ramalazo de culpabilidad me hace fruncir el ceño. No es que tenga nada por lo que sentirme culpable, en realidad no. Es sólo un trabajo del que no podrÃa estar más harta, y si quiero optar a otra cosa que me importe aunque sea un poquito más, ¿por qué no? Para ser sincero, en este momento aceptarÃa cualquier cosa en la que pudiera trabajar un número normal de horas a la semana. Sesenta son demasiadas.
Durante mucho tiempo, el sueldo hizo que el estrés y el jefe merecieran la pena. SolÃa justificarlo escuchando la voz de mamá en mi cabeza: ̶ ¿Qué vas a hacer con una licenciatura en Historia? El Sr. Tomas es generoso con su sueldo, pero eso es todo.
En cuanto alguien me quiera, me largo. Quiero una vida de nuevo.
En esa forma condescendiente que se le da tan bien, me dice: ̶ La presentación de mañana. ¿Qué color de corbata crees que es mejor? Estos fabricantes son importantes para nosotros .
Abro la boca y la vuelvo a cerrar. "Azul", digo, eligiendo un color arbitrariamente. A menudo este es mi trabajo, nada que ver con la administración o la asistencia, sino más bien como el servicio personal de un rey quisquilloso que nunca ha tenido que limpiarse el culo él solo. Ni siquiera sé conducir.
Tampoco es que alguien aquà lo haga. Tomas King confÃa en él por su habilidad para los negocios y el dinero, no por su destreza en ingenierÃa. Lo cual es bueno, en realidad, porque a pesar de lo mierda que es mi trabajo, él también trabaja duro y es condenadamente bueno en lo que hace.
̶ Azul , asiente pensativo. ̶ Excelente. Asà que, para recapitular. Los representantes estarán aquà a las nueve de la mañana, asà que te quiero aquà a las siete para que podamos ensayar todo. Tenemos que conseguir este contrato o tendremos que subir los precios. Y no necesito explicarte lo malo que serÃa eso .
̶ No, señor , murmuro. Malo para los beneficios de la empresa, quizá, y para otros consumidores millonarios que quieren el coche más nuevo y reluciente para quedarse atrapados en el tráfico de Nueva York. Me han prometido un aumento a final de año, pase lo que pase. Si duro tanto.
̶ Asà que necesitaremos esa presentación lista. También quiero que termines el paquete para los representantes: ahora mismo son sólo notas; quiero que tenga un aspecto muy profesional, lleno de todas esas grandes palabras que te gusta usar. Haz que parezca elegante, también. Con estilo, elegante... ya sabes. Ah, ¿y quizás añadir también una sección de preguntas y respuestas? Un resumen rápido de las propuestas, las piezas, los diseños, el futuro. Puedes usar mi impresora para todo. Tal vez llegar antes, entonces, por lo que tendrá tiempo para conseguir todo listo. Va a haber unos veinte, y quiero que todos tengan un paquete. ¿Entendido?
Asiento con la cabeza llena de información, que empiezo a dividir en una lista de tareas aterradoramente larga.
Si empiezo cuando vuelva -y eso suponiendo que pueda coger el metro directamente desde aquà y hacer el cambio sin demasiado drama y estar de vuelta para poco después de las siete de la tarde-, podré comer mientras escribo y probablemente habré terminado antes de las tres de la madrugada.
O tal vez sea hora de sacar el saco de dormir que escondà en la oficina la última vez que pasamos por toda esta farsa. Diferentes fabricantes, el mismo Michael de siempre. En todos los años que lo conozco, no se ha suavizado en absoluto. En todo caso, se pone cada vez más gruñón.
̶ Impresionante, dice, aplaudiendo alegremente. Algo tiene que gustarle mucho a Michael King para que sonrÃa. No es algo que vea a menudo. ̶ Vamos a casa a dormir un poco antes del gran dÃa.
Me obligo a convertir la mueca en una sonrisa cortés. Juro que cree que aquà el trabajo se hace por arte de magia. Excepto que la única magia soy yo y mi desafortunada e inquebrantable dedicación a este estúpido trabajo. ̶ Buenas noches, señor , le digo con toda la amabilidad que puedo.
Apenas me mira mientras me empuja hacia la puerta. ̶ Recuerda , dice, echando la vista atrás, mirándome de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de que soy una persona de verdad.
̶ Queremos impresionarles. Pongámonos guapos, ¿vale? .
Sin decir nada más, sale por la puerta, dejándome con la sensación de haber pasado una noche muy larga y con el malestar de saber que no cree que tenga el aspecto adecuado para vender nuestra propuesta, sea lo que sea lo que eso signifique. Supongo que no soy lo bastante delgada, rubia y botox para él.
Por fin sola, suspiro y tiro la pila de archivos sobre el escritorio, sacudiéndome los brazos doloridos. Menos mal que también tengo un traje pantalón de repuesto y un neceser por ahÃ. No es la primera vez que me hace esto.
Mientras me acomodo para una larga noche de trabajo en la oficina, al menos estoy segura de una cosa. Esta será la última.
CapÃtulo 1 Un jefe arrogante
29/02/2024
CapÃtulo 2 Sorpresa en la puerta
29/02/2024
CapÃtulo 3 Al cuidado de tres niños
29/02/2024
CapÃtulo 4 Comunicación entre niños
29/02/2024
CapÃtulo 5 Mi jefe entre niños
29/02/2024
CapÃtulo 6 ̶ ¡Panqueques!
29/02/2024
CapÃtulo 7 TÃo desorden
29/02/2024
CapÃtulo 8 En la cama del jefe
29/02/2024
CapÃtulo 9 Desayuno revuelto
02/03/2024
CapÃtulo 10 A merced de tres niños
02/03/2024
CapÃtulo 11 Una excursión
02/03/2024
CapÃtulo 12 Es solo un juego
29/03/2024
CapÃtulo 13 ¿Quieres jugar
25/04/2024
CapÃtulo 14 Como mamá y papá
25/04/2024
CapÃtulo 15 Diez minutos
25/04/2024
CapÃtulo 16 ̶ ¡No soy una niña!
25/04/2024
CapÃtulo 17 No seas tonta
27/04/2024
CapÃtulo 18 Soy adaptable
27/04/2024
CapÃtulo 19 ¿Qué es todo esto
27/04/2024
CapÃtulo 20 ¿Está mal enamorarse de la persona que mejor conoces en el mundo
27/04/2024
CapÃtulo 21 Se preocupa por mÃ
27/04/2024
CapÃtulo 22 El dinero vale la pena
27/04/2024
CapÃtulo 23 Jugar a los columpios
27/04/2024
CapÃtulo 24 Hola del helado
28/05/2024
CapÃtulo 25 ¿En serio
28/05/2024
CapÃtulo 26 ̶ ¿Lo sabÃa
28/05/2024
CapÃtulo 27 Como un bebé
28/05/2024
CapÃtulo 28 Es todo tuyo
28/05/2024
CapÃtulo 29 ̶ ¿Qué les has hecho
31/05/2024
CapÃtulo 30 Me gusta mucho
31/05/2024
CapÃtulo 31 Traicionaste mi confianza
31/05/2024
CapÃtulo 32 La familia que siempre he querido
31/05/2024
Otros libros de Jo March
Ver más