Hoy cumplo 16 años estoy tan emocionada, por fin conoceré a mi loba, estoy deseando saber cómo será, ya no estaré nunca más sola.
Escucho que mamá me llama
-Ariel vas a llegar tarde otra vez. Dice mi madre frunciendo el ceño
-Ya voy mamá, respondo obediente.
Se acerca a mi, besa mi cabeza y dice:
-Felicidades, no creas que olvidado tu cumpleaños
-Gracias mamá.
Salgo a la calle, mi mejor amiga me saluda desde la casa de enfrente.
-Vamos cumpleañera que llegamos tarde.
Yo le pongo una sonrisa y empezamos a caminar en dirección al instituto.
Todos los que van al instituto son lobos o lo serán a su debido tiempo.
El instituto como cualquier instituto se divide en grupos, los populares, los deportistas, los góticos, los nerds. Y por último nosotras que no pertenecemos a ninguno de ellos.
Lo bueno de no pertenecer a ningún grupo es que pasamos desapercibidas, nadie nos molesta ni nos insulta. Lo malo es que parece que no existimos.
Suena el timbre nos dirigimos a clase cuando el grupo del alfha bueno futuro todavía le quedan unos meses para aceptar el cargo. Pasan a nuestro lado rápidamente y me hacen caer, William que así es como se llama me mira de reojo y sigue su camino.
Empiezo a recoger mis útiles, Adriana me ayuda así se llama mi mejor y única amiga somos amigas desde el jardín de infancia. Me mira y me dice:
-Es guapísimo verdad, aunque yo prefiero a Tom, me vuelvo loca de solo mirarlo. Sonríe Adriana
No se que decir, guapo es pero el nunca se fijaría en nosotras. Prefiere pasearse entre las faldas de las animadoras. Suelto una pequeña risa.
-Vamos a llegar tarde mañana es último día de clase, por fin vacaciones. Dice Adriana muy feliz.
Pasamos la mañana, de clase en clase, la verdad es que estoy aburrida, los profesores solo se centran en explicar los trabajos de recuperación por suerte yo al no tener mucho que hacer he aprobado todo con buenas notas.
Es la hora de la salida, espero a Adriána en el lugar habitual debajo del gran árbol que hay justo en la entrada.
Tarda mucho, demasiado para ser ella cuando voy a ir a buscarla la veo cogida de la mano de Tom.
-Oh my god!!
No me lo puedo creer, voy a saludarla y ella me mira por encima del hombro y pasa de largo.
No entiendo nada, porque no me saludo hizo como si no existiera.
Mis ojos se empañan, lágrimas caen por mis mejillas. Salgo corriendo hacia mi casa como alma que lleva el diablo.
Llegó a casa y esta vacía. Todavía mis padres no regresaron del trabajo. Mejor así no quiero que me vean mal.
Bit, bit.. un mensaje bit bit… dos mensajes. Cojo el móvil de el escritorio y me tumbo en la cama.
** Adriana: hola amiga siento haberte ignorado a la salida de clases.
** Adriana: resulta que soy la mate de Tom, lo sabe hace un tiempo y escondió su olor.
No se si contestar, todavía estoy dolida pero bueno no tengo más amigas así que..
** Ariel: me alegro mucho por ti
** Adriana: no me pueden ver contigo en público, es la condición de Tom para aceptarme. Seremos amigas secretas.
** Ariel: no me lo puedo creer, no puedes hablar en serio.
** Adriana: si lo siento pero el es mi mate y tú no eres nadie como dicen ellos.
** Ariel: no necesitabas ser cruel, y no te preocupes por mí, no volveremos a ser amigas así no tendrás problemas.
Yo que pensaba que este iba a a ser el mejor día de mi vida, comienzo a llorar no me puedo calmar. Mamá llega y me escucha llorar.
-Que pasa mi amor
-Ma.. ma.. ma me quiero morir.
Tranquilízate mi niña, me abraza y poco a poco dejo de llorar, cuando me calmo le explicó todo y ella me dice con una mirada sería:
-Si fue capaz de hacerte eso es porque nunca le importastes no te merece.
-Ya, mamá pero ahora estoy sola a nadie le importo.
-No digas eso, eso no es verdad