Si ya estás en el mundo del BDSM quizás encuentres las escenas un poco suaves, si sientes curiosidad por esto y quieres aventurarte a probarlo te recomiendo que leas y te informes mucho, recuerda que estas relaciones son para el placer de ambos, si no te sientes cómodo/a con algo, hazlo saber, siempre tienes derecho a decir no.
Bueno, sin nada más que decir espero disfruten la historia tanto como yo disfruté escribirla.
Esta obra tiene esta nota de autor, una introducción y 3 partes más, diviridas en varios capitulos. Ya está terminada.
Introducción
Mi nombre es Támara Acosta, tengo 27 años y, sin falsa modestia, soy la millonaria más joven del mundo, a diferencia de muchos otros, mi capital no lo hice a base de herencias o negocios clandestinos. Mis padres eran de clase media baja pero pagaron lo que no tenían para mandarme a los mejores colegios al darse cuenta de que, según lo que dicen ellos, era un "prodigio" tengo memoria fotográfica y un CI de 135. Con todos esos dones mis padres pusieron el grito en el cielo cuando a los 15 (adelante tres cursos) no quise ir a la universidad. Pero para mi estaba muy claro, un año antes de salir del colegio, haciendo un proyecto de ciencias inventé un labial que duraba 24 horas y luego se absorbía solo, es decir no se corría durante el día y no necesitabas quitártelo en la noche, a todos les fascinó la idea, menos a mi madre que encontraba que era demasiado superficial y un desperdicio de mi talento. En fin, con ese proyecto en manos me decidí a comercializarlo, en 2 meses se vendieron todos los labiales que había fabricado que eran más de mil, cada uno costaba 3500 pesos y el costo unitario por cada uno era de 500 pesos, entonces supe que esto que amaba podría ser mi sustento para el resto de mi vida, en 6 meses la demanda subió tanto que tuve que contratar gente que me ayudara ya que no podía sola, cuando cumplí 18 ya tenía 15 sucursales con tienda física, vendedores, y demás además de la fábrica distribuidora con más de 100 obreros, 10 científicos y otros tantos empleados, añadimos más productos a la línea, todos con la misma tecnología, cada sucursal de ventas me dejaba alrededor de 100 millones de pesos chilenos de utilidad, apenas tuve edad para hacerlo compré mi primera casa y mi primer auto. Así hasta llegar al día de hoy, con 30 fábricas y más de 200 puntos de ventas en todo el mundo, que dejan poco mas de 1 millón de dólares cada uno, de vender solo unos cuantos productos, pasamos a tener una línea completa de maquillaje, esmaltes de uñas, cremas y perfumes. Ahora mis padres ni siquiera recuerdan cuando me criticaron por no ir a la universidad y por mi proyecto "demasiado superficial" pero una de las cosas malas de tener memoria fotográfica es, precisamente, que no olvidas nada.
Aún así amo a mis padres, una de las primeras cosas que hice con mi fortuna fue regalarles la casa y auto que quisieran, literalmente les mostré todos los proyectos inmobiliarios, los modelos de auto disponible y les dije que eligieran el que quisieran. Optaron por un departamento de dos dormitorios, con 90 metros cuadrados y como auto un ford fiesta. Les pregunté mil veces si no preferían algo más grande pero me dijeron que no necesitaban más así que se quedaron con eso.