Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Por siempre tuya

Por siempre tuya

Amalia Luna

5.0
calificaciones
1.8K
Vistas
30
Capítulo

Una amistad de niños que ocultaba un sentimiento profundo entre Valentina y Edmund fue el camino a una vida de pruebas y luchas que los separaron, alejándolos por mucho tiempo, pero el cielo les tenía otro propósito y esto los llevó a encontrarse consigo mismos y madurar emocionalmente y en el proceso a cambiar para poder convertirse en una pareja, una vez juntos su relación se convirtió en luz para la familia de Edmund que vivía en el error

Capítulo 1 Lo prometo

Lo prometo

Mi amigo del jardín de niños, mi compañero de clases, mi guardián en los recreos, mi heroe..

Íbamos juntos a la iglesia y cantabamos las mismas canciones, eramos dos amigos inseparables.

Crecimos a dos calles de distancia y a nadie le parecía extraño que él y yo fuéramos dos amigos tan unidos. Nos vieron crecer, siempre juntos..

Nos queríamos mucho, tanto, que en mi cumpleaños número quince mi regalo más preciado, fue el beso de Edmund..

Me juro amor eterno a sus dieciséis años y nos prometimos casarnos tan pronto nos graduaramos de la secundaria. Me regaló un anillo como señal de su promesa. Un anillo que yo lucia en mi dedo con orgullo y el cual besaba cada noche después de orar..

Teníamos un pacto, en el cual había puesto todo mi corazón.

Una chiquilla de pecas y pelo rizado, enamorada de su amigo de la infancia. Soñaba todos los días en convertirse en la esposa de Edmund Miller..

Valentina, ¡deja de mirar por la ventana! - le decía su madre al observar que su hija no se despegaba de la ventana

¿A quién esperas? -- le preguntó su padre

¿A quién va a ser Pablo?... A su amigo -- le respondió su esposa

¿Esperas a Edmund? ¿Él no te dijo que se iba Valentina? ¿¡No se despidió de ti!? - las preguntas de su padre la confundian. No podía asimilar lo que su padre le estaba diciendo.

Se..¡¿Se fue?! ¡¿A dónde?!

-- Sorprendida y asustada le preguntaba a su padre por su amigo -novio..

Papá, ¿como es eso de que Ed se fue? ¡No entiendo! nos vimos anoche y me dijo que vendría a verme hoy.. Me dio un..

¿¡Papá estás seguro de lo que dices!?

Valentina, hija.. Los padres de tu amigo se mudaran a California. ¡Se fueron todos esta tarde!

Valentina se quedó muda, había estado con Edmund la noche anterior, habían hablado y él le había dicho que la quería, la había besado y le había prometido..

Valentina.. ¡Siempre te voy a querer! Nunca me voy a alejar de ti, te lo prometo. Eres mi novia, mi amiga y la mujer con la que voy a casarme un día..

Las promesas de Edmund las oía en su cabeza como si las estuviera escuchando ahí mismo. Era imposible que se hubiera ido, y sin despedirse..

Hija.. Valentina, ¿te sientes bien? - su madre la miraba preocupada al ver como en su rostro se dibujaba la tristeza y parecía que iba a estallar en llanto en cualquier momento..

Ninguno de sus padres sabía que Edmund y ella eran novios desde hacía dos años y ahora que se habían graduado, ella esperaba con ilusión que él hablará con sus padres y les pidiera su mano..

¿Que fue lo que pasó? ¿Porque no le dijo que se iba? Y que necesidad tenía de mentirle.. de prometerle algo que sabía que no cumpliría..

Disculpa mamá, me... me iré a dormir.. creo que.. que.. - Sin poder continuar, ni poder responder preguntas, Valentina se fue a su habitación con un gran nudo en su garganta que soltaria mordiendo su almohada..

Después de calmarse un poco, revisó su teléfono celular esperando algún mensaje con un lo siento o un hasta pronto de parte de su novio y su bandeja de mensajes con el nombre de Edmund estaba vacia..

Señor.. ¿Porqué? ¡No puedo creer que sea tan cruel! y que se haya burlado de mí.. Me hizo creer que vendría a verme y que hablaría con mis padres, soñe con oírlo decirle a papá que me amaba y que quería casarse conmigo antes de irnos a la universidad..

Dios, Te rogue que papá aceptara y que nos permitieran casarnos.. - las lágrimas de Valentina parecían pedacitos de cristales que rotos se juntaban en su regazo y se convertían en un mar de desilusión..

Había soñado con el anillo real de compromiso, con contarle a todos que ella y Edmund eran más que solo amigos.. Y él.. él, le había roto el corazón..

Seguir leyendo

Otros libros de Amalia Luna

Ver más

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro