“en el juego del coqueteo y la seducción… Solo se puede terminar de dos formas: una pasión totalmente desenfrenada… O en un corazón completamente desdichado y destrozado…”
—Míralos, tan sonrientes, parecen cucarachas —habló un hombre ojeroso viendo desde lo alto de un edificio como entraban varios jóvenes a un instituto.
—Las cucarachas deben ser aplastadas, ¿No? —preguntó un hombre alto de grandes cicatrices viendo a su compañero
—Tienes toda la razón —esbozó una sonrisa que estaba cargada de completa maldad—. Pronto esa paz que tanto se esmeraron en construir se vendrá abajo—. Soltó una risa mientras estiraba sus brazos viendo aún el instituto.
Un joven de cabellera platinada oscura sólo los veía desde atrás esperando a que terminarán de hablar para poder irse, odiaba estar con ese par de hombres, pero por órdenes de alguien más debía permanecer al lado de ellos para evitar que hicieran de las suyas.
—«detesto ser el niñero de estos…» —pensó al verlos reír de forma desquiciada.
—Es hora de iniciar el plan —voltea a ver al peli-plateado y sonríe ampliamente—. Ya sabes que hacer, ¿no?
Este solo asiente y toma un teléfono para comenzar a llamar a alguien más.
—El plan ya está en marcha, procedan a entrar —colgó y dirigió su mirada a ambos sujetos—. Ya entraron, no sospecharon de ellos
—Perfecto, la hora de que este mundo por fin esté bajo las sombras de los verdaderos evolucionados —suelta una leve risa.
Soltó un largo suspiro sentándose frente al escritorio de su compañero de trabajo.
—¿Sucede algo profesora? —preguntó su compañero rubio al verla algo pálida.
—No, solo fue un leve malestar, ya pasará —echo su cabeza hacia el respaldar de la silla viendo hacia el techo.
—No creo que sea solo un malestar Suri, tu atributo debe querer advertirte de algo
—No lo sé, hay momentos en los que no logro controlarlo
—Tal vez solo necesitas descansar —suelta una leve carcajada—. Tu saco de dormir debe extrañarte
La mujer adulta rodó los ojos y vio hacia la ventana.
—Yo también extraño a mi saco de dormir —sonríe levemente y ve al rubio—. Tal vez debería fugarme y dormir por siempre en una playa
—Oye no, después me cargan la mano de trabajo a mi cuando tu decides irte —Suri soltó una sonora carcajada y él solo infló las mejillas como si de un niño pequeño se tratará.
—Entonces si me iré a descansar, a ti te hace falta más trabajo y a mi mas sueño
Él solo resopló viéndola, el atributo de su compañera era una gran ventaja para el instituto pero también tenía ciertas desventajas para la pelinegra, ya que este le causaba demasiada fatiga y eso ocasionaba que la mayor parte del tiempo la pasara durmiendo haciendo también que tuviera grandes ojeras marcadas, así como los ojos rojos al no poder dormir como debería.