El Precio de Hacer Milagro

El Precio de Hacer Milagro

Gavin

5.0
calificaciones
11
Vistas
11
Capítulo

Mi nombre es Ricardo Morales, y mi cocina solía ser mi orgullo, capaz de sanar cualquier alma. Pero esa misma cocina, o más bien, el "milagro" que producía, me costó la vida. La última imagen que tuve fue la de Sofía del Valle, la heredera del imperio tequilero, viéndome desangrar, la locura en sus ojos, gritando: "¡Tú dices que tu cocina es un milagro! ¡Pues úsalo para traerlo de vuelta!" A su lado, el cuerpo congelado de su amante, Marco Flores, un año después de haber desaparecido, y al que yo, supuestamente, debía resucitar. Le supliqué, mis fuerzas agotándose: "¿Sofia, está muerto. Mi comida cura, no resucita. Lleva un año así." Ella me escupió, su rostro retorcido por el odio: "¡Tú lo mataste, Ricky! ¡Tú me robaste mi vida con él!" Me culpó por la muerte de un estafador y me dejó morir, desangrándome por un ritual sin sentido. Antes de que la oscuridad me engullera, escuché los susurros: Marco no murió buscando la planta milagrosa, sino intentando estafar a la amante de un hombre peligroso. Toda mi vida, mi sacrificio, fue por una mentira. Pero entonces, desperté. Volví. En el día exacto en que la conocí, en el mismo salón, y ella, pálida y frágil, me miró con la misma arrogancia de siempre. Esta vez, no habría compasión. "Señorita Del Valle", le dije con una voz que no reconocí. "Su paladar está perdido. Es una causa perdida. Nadie puede curarla." El silencio se rompió cuando una taza de talavera se estrelló contra la pared. Mi vida anterior me había traicionado, pero esta vez, yo sería quien pusiera las reglas. Y el juego, cabrones, apenas comenzaba.

Introducción

Mi nombre es Ricardo Morales, y mi cocina solía ser mi orgullo, capaz de sanar cualquier alma.

Pero esa misma cocina, o más bien, el "milagro" que producía, me costó la vida.

La última imagen que tuve fue la de Sofía del Valle, la heredera del imperio tequilero, viéndome desangrar, la locura en sus ojos, gritando: "¡Tú dices que tu cocina es un milagro! ¡Pues úsalo para traerlo de vuelta!"

A su lado, el cuerpo congelado de su amante, Marco Flores, un año después de haber desaparecido, y al que yo, supuestamente, debía resucitar.

Le supliqué, mis fuerzas agotándose: "¿Sofia, está muerto. Mi comida cura, no resucita. Lleva un año así."

Ella me escupió, su rostro retorcido por el odio: "¡Tú lo mataste, Ricky! ¡Tú me robaste mi vida con él!"

Me culpó por la muerte de un estafador y me dejó morir, desangrándome por un ritual sin sentido.

Antes de que la oscuridad me engullera, escuché los susurros: Marco no murió buscando la planta milagrosa, sino intentando estafar a la amante de un hombre peligroso.

Toda mi vida, mi sacrificio, fue por una mentira.

Pero entonces, desperté.

Volví. En el día exacto en que la conocí, en el mismo salón, y ella, pálida y frágil, me miró con la misma arrogancia de siempre.

Esta vez, no habría compasión.

"Señorita Del Valle", le dije con una voz que no reconocí. "Su paladar está perdido. Es una causa perdida. Nadie puede curarla."

El silencio se rompió cuando una taza de talavera se estrelló contra la pared. Mi vida anterior me había traicionado, pero esta vez, yo sería quien pusiera las reglas.

Y el juego, cabrones, apenas comenzaba.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Cinco años de amor perdido

Cinco años de amor perdido

Romance

5.0

Tentu, saya akan menambahkan POV (Point of View) ke setiap bab sesuai dengan permintaan Anda, tanpa mengubah format atau konten lainnya. Gabriela POV: Durante cinco años crié al hijo de mi esposo como si fuera mío, pero cuando su ex regresó, el niño me gritó que me odiaba y que prefería a su "tía Estrella". Leandro me dejó tirada y sangrando en un estacionamiento tras un accidente, solo para correr a consolar a su amante por un fingido dolor de cabeza. Entendí que mi tiempo había acabado, así que firmé la renuncia total a la custodia y desaparecí de sus vidas para siempre. Para salvar la imprenta de mi padre, acepté ser la esposa por contrato del magnate Leandro Angulo. Fui su sombra, la madre sustituta perfecta para Yeray y la esposa invisible que mantenía su mansión en orden. Pero bastó que Estrella, la actriz que lo abandonó años atrás, chasqueara los dedos para que ellos me borraran del mapa. Me humillaron en público, me despreciaron en mi propia casa y me hicieron sentir que mis cinco años de amor no valían nada. Incluso cuando Estrella me empujó por las escaleras, Leandro solo tuvo ojos para ella. Harta de ser el sacrificio, les dejé los papeles firmados y me marché sin mirar atrás. Años después, cuando me convertí en una autora famosa y feliz, Leandro vino a suplicar perdón de rodillas. Fue entonces cuando descubrió la verdad que lo destrozaría: nuestro matrimonio nunca fue legal y yo ya no le pertenecía.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro