El Precio de Hacer Milagro
la conocía por las noticias. Su hija, Camila Herrera, era la principal rival de Sofí
a en estado vegetativo y a Sofía en una silla de
modidad. El recuerdo de mi propia sangre manchando el suelo todavía es
se a la pernera de mi pantalón. "He oído hablar de usted. Dicen que puede hacer
gro" me dejaba un sabor amargo en la boca
o un chef. Cocino comida. No resucito gente. Su hija e
os. Cada célula de mi cuerpo gritaba que corriera, que me alejara de estas famil
por la élite empresarial de Jalisco. Normalmente, habría evitado un event
a de gala, joyas brillantes y convers
lucía bronceado y sonriente, como un héroe conquistador que acababa de regresar de la ci
Regresó!", "Mira, está con Sofía del Valle", "Di
on el rostro lleno de una preocupac
ste agave que trajo Marco la curará. Se niega a escuchar a los méd
con indiferencia, tomando una copa
de atención, levantó una man
o muchos de ustedes saben, he pasado el último año en una búsqueda peligrosa. ¡P
a Sofía un beso dr
á a caminar. Su recuperación ser
ágrimas de felicidad. Era una escena sacada de u
cerca de mí negaban con la cabeza, escépticos. Uno de
Agave attenuata. Tiene propiedades antiinflamatorias, pero nada más. Ciertamente n
doctor", respondí, lo suficientemente alto como
con la mirada. "¿
ades de las plantas", dije con una sonrisa inocente. "Es in
ta, pero supo que me estaba
inmediato. Su rostro feliz se tr
s. ¿Viniste a regodearte? Pues te vas a decepcionar. Marco me va a cur
.. condición", respondí, mi paciencia agotándose. "Si me di
paso. Su sonrisa de héroe había desaparecid
do. "Crees que eres muy listo, ¿verdad? Crees que sabe
bía callado, sint
ntando la voz para que todos lo oyeran. "Yo digo que sí pued
ntuvo la r
rante contra mi parte de las ganancias del agave milagroso. Si Sofía camina en un mes, pierdes tu restaurante. Si no
ojos estaban sobre mí. Marco sonreía, seguro d
o. Un camino hacia la justici
arrodillada de la Sra. He