Mi enfermedad y yo

Era una mañana lluviosa igual a los últimos dos días que pasaron en el cuarto de la jóven Sara Cristina García Gómez, una jóven con muchos sueños y pocos recursos para completar los pero no es algo que se pueda discutir cuando la persona esta dispuesta a dar todo lo que tiene para lograrlo.

Se escuchaba el sonido de las gotas de lluvia cayendo en el techo como si fuera granizo lloviendo, el sonido de las gotas de lluvia resbalando por la ventana, un ruido sordo del trueno que iluminó toda la habitación que permanecía oscura, ni el sonido del rayo despertó aquel cuerpo en la cama, cuyo cuerpo era de aquella jóven cuyo sueño era profundo.

Un sueño donde ella misma caminaba por una hermoso prado verde lleno de flores con olores majestuosos, caminando sin rumbo fijo con sus pies descalzos disfrutando de la sensación del pasto a través de sus dedos y la hermosa vista que otorgaba aquella hermosa pradera, giro sobre su propio eje siguiendo con la mirada una hermosa polilla blanca con detalles rosa , hasta que la vio justo al frente de ella una pequeña cabaña de piedra con tonos marrones y una chimenea que emanaba humo, se detuvo un momento admirando aquella cabaña, sintiendo una fuerte sensación que al entrar encontraría algo maravilloso.

Con mucha euforia siguió su camino dispuesta a descubrir que había detrás de esas puertas , al tocar la textura áspera de la madera bajos sus pies sintiendo una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo su euforia aumento, levantando su brazo derecho dispuesta a tomar la manilla de la puerta solo faltaba dar un mínimo empujón para describir que había detrás de tal puerta , la pequeña rendija que permitía ver que hay dentro emanaba una luz amarilla dispuesta a entrar dió el empujón faltante y gusto cuando va a ver suena un fuerte estruendo seguido de un bick bick bick del despertador.

Causando que la jóven despierte asustada por tan repentino cambio de escena mirando confusa su alrededor, dándose cuenta que ya no está en aquella pradera si no en su habitación que estaba iluminada con los pequeños rayos del sol que se escabulle por la persiana de la ventana medio abierta, tan solo unos segundos más y hubiera descubierto que había detrás de aquella puerta.

Dada por vencida a que no podría volver a dormir se levantó de la cama observando el reloj que marcaba las 7:55 am , lista para ver que le espera el nuevo día, comenzó a arreglar su cama una vez lista está fue a bañarse una vez bañada, cepillada y arreglada salio de su habitación.

Sara no era de hablar mucho viviendo en un hogar de 6 personas no es como que se hablen de muchas cosas. Sara es la tercera hija de 4 hijos.

Integrantes de la familia y algo de lo que hacen:

Su padre: Francisco Alberto García López de 46 años de edad, Trabaja de carpintero

Su madre: Mariana Carina Gómez Petit de 44 años de edad, trabaja de costurera

Su Hermano mayor: Hugo Rafael García Gómez de 20 años Universitario de medicina ( para ser específicos pediatría) Trabaja de día vendiendo camas en la ciudad y de noche estudia.

Su hermano segundo: Dereck Miguel García Gómez de 18 años de edad Trabaja de mesero en una hamburguesería

Su hermana menor : Luna María García Gómez estudiante de secundaria de 14 años de edad.

Así que sí, tenía personas con las cuales convivía a diario, Sara ya que es menor de edad trabaja con pequeños detalles cosas que logra hacer de aquí para allá , trabajando como ayudante con su padre o madre. No gana mucho pero le sirve para reunir para una camara y micrófono ( y te preguntarás: "espérate aquí estamos en el siglo XXI?" si mi rey o reina estamos en esta historia en el XXI jeje).

Sara es bachiller con una meta de darle apoyo a personas en el mundo a través de las redes sociales y darles palabras de aliento a esas personas con una enfermedad o problemas emocionales.

Ya sara a través de su Instagram y Facebook da apoyo emocional y palabras de confort, algunas personas le escriben buscando apoyo y ella los aconseja y alienta a ser fuertes y seguir adelante. (bueno ya que hablamos un poco de la familia de Sara y de ella volvamos al presente)

Sara se encontraba en el pasillo lista para desayunar con su familia vistiendo un mono azul rey y un suéter blanco con su cabello marrón en una trenza que le llega hasta la cintura.

Una vez que llego al cocina pudo ver a su madre cocinando mientras que su padre estaba sentado en la mesa junto a sus dos hermanos charlando animadamente y su hermana ayudando a su mamá, preparada para una nuevo día se animó a dar los Buenos días

- Buenos días familia < causándoles un pequeño susto a la familia que voltearon a verla de inmediato, sacándole una sonrisa a ella misma> Bendición papá ,bendición mamá, Buenos días hermanos, que cuentan hoy?

-Buenos Días y Dios te bendiga –dijeron al mismo tiempo los padres los cuales al darse cuenta rieron > Como amaneciste hija < le pregunto su madre en un tono dulce >

- Bien mamá con ganas de desayunar rapido <–dijo con cara apenada ya que tanto pesar en el sueño le dio hambre, su madre solo la vio para seguir asiendo los emparedados–

Sus hermanos se vieron la cara y soltaron una risita ahogada, se dijeron algo entre oídos y después dijeron al unisolo buenos días hermanita querida que bueno que despiertas.

- Anoche se escucha mucho el sonido de teclas verdad Hugo

- Si eso y que eran como mmmm .... las 11 de la noche, como que muy tarde para hablar tanto eh?

- o será que nuestra hermana ya tiene novio? –en cuento dijo eso los padres voltearon a verla mientras que ellos tenían sonrisas burlonas en sus caras –

Sara solo puso cara seria y dijo- que chistosos he, primero para su información No tengo novio –sus padre dejaron de verla y siguieron en lo suyo pero prestando mucha atención– segundo no estoy para esas cosas y tercero estaba haciendo un nuevo diálogo para un video, el cual no termine porque me quedé dormida.

Después de aclarar lo de anoche sirvieron el desayuno y comieron tranquilamente, después de eso sus hermanos y su padre se fueron a trabajar, su hermana a estudiar, solo quedaron ella y su mamá. Sara se ocupo de lavar la loza y su madre se fue a su cuarto de costura.