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-Hey, cómo estás? -pregunto alegremente mi amiga.
-Te diría que bien, pero no quiero mentir
-¿Aún nada? -dijo sentándose a lado de mí, en el hermoso sillón café que decoraba parte de su oficina
-No... he estado buscando desde hace 5 meses y nada terminaré en la calle, antes que nada
-No seas exagerada, te lo advertí, primero busca lo más bajo y luego subirás de puesto
-Es que, dios, porque es tan difícil, no me faltaría experiencia si me aceptaran
-Cálmate... te tengo una propuesta, pero empezarías desde cero
-Está bien, pero solo acepto porque al paso que voy terminaré en la calle
-Bien, primero no quiero que grites es una gran oportunidad, además es una de las mejores empresas en corea.
-Habla, me estás espantando...
-Bien, la empresa con la que mi esposo está haciendo negocios, está buscando una secretaria para el presidente, resulta que el hombre tiene un muy mal genio y ninguna secretaria aguanta más de 2 meses
-¿Y quieres que yo sea la estúpida que pida el empleo?
-Al menos inténtalo, esa empresa tiene la mejor área de diseño, además no te matará hacer la entrevista
-Sabes perfectamente que tengo un pésimo humor y me mandas con uno que podría ser exactamente igual, estás loca
-No te equivoques, no creerás que las secretarias, bueno la mayoría, renuncian por su gusto cierto
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que tal vez si tenga un carácter de la mierda. Pero por lo que me ha contado mi esposo, el presidente es todo un Don Juan, un jugador completo
-No te estoy entendiendo, así que explícame… -dije confundida
-El presidente es el gran Park jimin y es un hombre que gusta de la compañía de una mujer, pero no exactamente como crees, para él es solo un polvo y listo, estoy segura de que en cuanto consigue acostarse con su secretaria las despide o las cambia de departamento y contrata una nueva - dijo con una sonrisa socarrona
-¿y si sabes eso porque quieres mandarme hay?