.Luna.
Aunque soy una omega hermosa, mi olor y olfato no son muy buenos que digamos, mis amigos u otras personas han dicho que mi olor es muy peculiar ya que no lo perciben mucho y a diferencia de otros omegas que su olor es lo atrayente para los alfas, pero sin que eso afecte sigo siendo una omega hermosa y muy llamativa. Mi olfato es algo nulo cuando se trata de percibir olores de otros alfas u omegas, pero de los demás si lo puedo oler con perfección.
Pero todo cambio cuando al principio de mi último año en la prepa, aparecen dos nuevos profesores alfas en nuestro instituto, como los profesores más jóvenes que hay en el lugar.
Cada uno hace que mis más profundas fantasías se despierten y mis alocadas hormonas se disparen. Gracias a dios que mi olor no es fuerte para las personas a mi alrededor, y tal vez aquellos dos profesores tampoco noten que mis hormonas estaban como locas por ellos.
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—¿Emocionada por ir a la clase de arte? — Emily me mira con una sonrisa y cejas levantadas.
Mis amigas sabían lo que yo sentía por esos sexys profesores. Las cuatros caminábamos por los pasillos para ir a unas de mis clase preferidas y esa es la de Arte. Soy buena en el arte y que mi profesor sea muy atractivo y que tenga mi atención es lo mejor de este año.
—Ni lo menciones porque obviamente estoy que saco brillos y flores— Todas reímos —Sabes que Arte y Deporte son mis clases favoritas y ahora lo son más, disfrutare mi último año— Muerdo mi labio.
Yo camino en el medio, por ser la líder, aunque yo no quisiera ese puesto, pero así decidieron ellas y lo decidieron porque yo he tenido más experiencia en todos los sentidos y soy la más fuerte. Y si, para ser una omega soy muy hábil y fuerte, por eso soy llamativa, mucho más con mi belleza.
—Espero que te concentres en la clase y no babees como la última vez— Dice Angela, ellas vuelven a reír, pero solo ellas tres.
—Ese día como trataba de contener mis ganas de reír... Te avergonzó delante de todos por ese castigo— Habla Jessi.
—Para mí no fue una vergüenza, me puso hasta caliente cuando lo hizo y hacer que me pusiera en la esquina del salón con los brazos alzados fue una satisfacción excelente—
—Tú y tu sucia mente— Jessi niega levemente con su cabeza.
—¿Qué te puedo decir? Soy una amante a esos tratos y me fascina como no tienen idea—
—Es raro, solo eso y si te gusta nosotras no diremos nada— Emily me abraza —Te amamos así de loquita y sucia de mente—
Reímos como locas hasta llegar al salón y entran para solo ver a nuestro o mejor dicho mi profesor Liam. Parece que los demás aún no habían llegado, aunque es algo temprano para la clase.
—Sus risas se escuchan desde aquí, dejen de ser tan escandalosas. Acuérdense que hay otros profesores dando clases— Liam nos mira seriamente y asentimos todas con la cabeza —Siéntense—
Después de su regaño salimos corriendo hacia nuestros puestos y sonreímos todas muy traviesas por nuestro recién regaño. El profesor Liam puede llegar a ser muy estricto con todos y eso me encanta.
—Lo sentimos, no queríamos molestarlo— Le doy una sonrisa.
Liam me mira con una mirada extraña, siempre he querido saber porque él me mira de esa manera —Esta bien, Luna, pero que no se vuelva a repetir—
Al escuchar decir mi nombre me da un escalofrío por toda mi espalda, ese hombre me pone muy pero muy feliz y ansiosa. Me gustaría que el llegara a ser mas allá que mi profesor de arte, me gusta mucho. Lo peor es que no solo me gusta el, sino que también me gusta mi profesor de deporte.
Mi profesor de arte es muy atractivo, con su cabello largo hasta los hombros y una muy hermosa coleta que tiene en la mita del cabello haciendo que se vea tierno, pero a la vez sexy, con su piel blanca y brillante, su altura tan dominante, pero con su cuerpo delgado, aunque se notaba que es de cuerpo definido por algunas camisas cortas que se ha puesto, dejando sus brazos descubierto. Sus ojos negros, sus labios finos y hasta sus manos grandes y delgadas. Todo de ese hombre es hermoso, hasta su expresión de estar desinteresado en todo. Sabía que esos hombres artísticos son unos muy buenos en ser personas diferentes y únicas, pero aun así muy sexual para mí.
—Señorita Luna— Me llama alguien con un tono fuerte.
Ese llamado hace que mi mente deje de pensar y ver como Liam está al frente de mi con una expresión otra vez extraña, no sé si está molesto o le gusta mucho todo lo que hago.