El regreso de Zoe
Capítulo 1.
—Zoe Johnson—
Es increíble cómo pasa el tiempo, ya han pasado tres años desde que me vine a vivir a Italia junto con mis hermanas, han pasado tres años donde he tratado de hacer las cosas bien para no cometer tantos errores como hace tiempo cuando solo era una universitaria. No ha sido fácil dejar mi pasado atrás, pero me he refugiado en mi trabajo para no pensar tanto en personas que me hicieron daño en algún momento.
Junto con mis hermanos hemos creado una de las mejores empresas en tres años. Rompimos el récord convirtiendo nuestra empresa en la número uno de Italia. Caribú, ha logrado ser una de nuestras mejores empresas gracias al apoyo que nos ha brindado Evan, quien es ahora mi prometido.
Desde que inició nuestra empresa nos apoyó y con el tiempo me fue conquistando y ya llevamos dos años de relación. Le he contado toda mi historia porque no quiero que haya mentiras entre nosotros, sé que pueden haber malos entendidos. Evan se ha comportado como un verdadero hombre conmigo, siempre está pendiente y se lleva muy bien con mis hermanos y con Noah.
En este momento me encuentro llena de miedo, por el estado de salud de Hunter regresamos a California donde recibirá tratamiento. Hunter desarrolló pulmonía con el paso del tiempo, pero gracias a que nos dimos cuenta a tiempo se podrá salvar. No sé qué pueda pasar ahora que regresamos a un lugar donde sufrí más de una vez, donde muchas personas me lastimaron con sus palabras y donde perdí una amistad que fue muy valiosa para mí.
No sé si todavía sienta algo por Alex, en todo este tiempo que he estado con Evan siento que ya no es lo mismo de antes, aunque sé que fue muy importante para mi vida. Siempre que hablaba con Emma y con Nathaniel evadíamos el tema de Alex, ellos saben que es algo que fue duro de superar para mí y que fue más duro hacerme a la idea que iba a ser mamá y de un momento a otro todo pasó.
En este tiempo he cambiado muchísimo, de aquella niña ingenua ya no queda nada, el tiempo terminó de acabar lo poquito que quedaba, ahora soy más segura de lo que hago y sé que tengo la capacidad de lograr lo que me proponga porque nací para cosas grandes.
—¿Amor, puedo pasar?
La voz de Evan me hace reaccionar.
—Sabes que no necesitas autorización para eso —le doy una sonrisa y me da un beso.
—Los chicos ya están listos, debemos irnos —me mira con su habitual sonrisa—. Te ves muy hermosa, ni siquiera puedo creer que te hayas fijado en mí.
—Eres guapo, y así no lo fueras yo andaría contigo —lo abrazo—. Sabes que te quiero.
—Y yo a ti, por eso te pedí que te casaras conmigo, estoy seguro de lo que siento por ti.
—¡Zoe, Evan! —Escuchamos el grito de Thamara—. ¡Nos va a dejar el avión! ¡Pueden seguir haciéndolo después!
Suelto una risita al escuchar a mi hermana, de verdad me persiguen las chicas con vocabulario extraño. «Literalmente». Evan me ayuda con las maletas y salimos de la habitación, en la sala está Noah comiéndose con un beso a Thamara y Hunter con mala cara.
—Insisto que estos dos se busquen un motel —señala a los chicos—. No han dejado de meterse mano un segundo.
—Y a ti te afecta que tú no has podido meterle mano a tus chicas —bromea Thamara—. Cuando lleguemos ya podrás buscarte un par de nenas como las llamas a todas y hacer lo que quieras.
Después de la tonta discusión de Thamara y Hunter pedimos un taxi que nos lleva hasta el aeropuerto. Esperamos un par de horas hasta que subimos al avión, gracias al cielo me tocó en la misma silla con Thamara porque no quiero que Evan se de cuenta de lo nerviosa que estoy por regresar a donde menos quería por miedo que el pasado vuelva a mí.
—Todo va a estar bien —Than acaricia mi pierna con cariño—. Tienes que calmarte, Evan se dará cuenta de que estás muy nerviosa.
—No puedo evitarlo, tengo tres años que no voy a California y regresar ahora donde mi vida está casi resuelta me da miedo. Pensé que ya no regresaría más.