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Destrozándome el corazón y el alma

Destrozándome el corazón y el alma

D. Guzmán

5.0
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10
Capítulo

¿Merezco ser felíz? ¿Por qué soy un estorbo para todos? ¿Por qué todos see alejan de mí? ¿Por qué nadie me AMA como yo se AMAR? ¿Cómo puede alguien desear con todas sus fuerzas morirse, desaparecer, simplemente no existir? Preguntas que a lo largo de mi vida no he sabido responder. ¿Por qué?

Capítulo 1 Prólogo.

¡Hola! Esta es mi primera historia, mi primera escritura y más importante aún... La primera vez que me abro emocionalmente.

¡¡Este libro es introductorio!! Puede que que llegue a ser un poco lento para ti (Sobre todo si no es tu tipo de lectura), pero es necesario. Dale la oportunidad💕.

Este libro lo escribo para desahogar todo lo que reprimo y llevo dentro. Aprenderemos y creceremos Juntos.

Sin más que decir. ¡Que empiece este viaje!

***

¿Merezco ser feliz?

¿Por qué soy un estorbo para todos?

¿Por qué todos se alejan de mí? Cuando lo único que hago es dar lo mejor de mí... Siempre termino sola.

¿Por qué nadie me AMA como yo sé AMAR?

¿Cómo puede alguien desear con todas sus fuerzas, morirse, desaparecer, simplemente no existir? Preguntas que a lo largo de mi vida no he sabido responder.

¿Por qué? Pues a ello vamos...

Viajemos unos cuantos años atrás, para ser exactos, once años atrás.

Una niña de cinco años. Padres recién divorciados y ahora un padrastro. A partir de ahora mi vida cambia 180°.

Mis padres se acaban de separar y agradezco que así sea.

Se preguntarán... ¿Por qué una niña de cinco años desearía y agradecería que sus padres no están juntos?

Bueno, no es muy agradable la historia.

Desde que tengo uso de razón mis padres -Ismenia y Alexander- se han llevado muy mal; a veces pienso que me hicieron con tanto amor que se les acabó el de ellos.

Puesto que muchas veces, bueno no. La mayoría de las veces terminaban agrediéndose entre ellos, golpes llovían de ambas partes. Todo era un caos y yo no entendía que estaba pasando, no comprendía nada a esta edad.

Una noche en casa de la abuela -Madre de mi madre- Eglys. Mis padres empezaron a discutir muy acaloradamente, en estos momentos no tenía ni idea de por qué. Era muy niña para saberlo. Ha sido una de las peores peleas que he presenciado en mi vida, no logro olvidar esa noche por más que lo desee.

Mi madre -Ismenia- me dice muy eufórica y molesta que me suba al auto, que nos vamos. Yo obedezco con mucho miedo, de las reacciones que estoy viendo y presenciando de mis padres. Ambos suben al auto, aun discutiendo.

Escucho a mi abuela parada en la acera aun lado del auto decir: "no es buena idea que se vayan así, están muy molestos, no pueden conducir así, la niña va con ustedes".

Mi madre cegada por la rabia le contesta que no se meta en sus asuntos.

Mi padre -Alexander- enciende el motor del auto y pone en marcha.

Unas cuadras más arriba de la casa de la abuela, se encuentra un colegio, vivimos en un pueblo muy pequeño y todo queda muy cerca.

Una vez pasando por delante de este, la pelea y discusión que llevan mis padres se acalora aún más.

Como si eso pudiera ser posible. -Sarcasmo

Siento temor por mí, como si hubiese hecho algo malo y esa fuera la razón por la cual se están peleando, pero ese no es el caso. Aunque mi miedo es real de tan solo verlos discutir y gritarse.

Mi padre detiene el auto justo en frente del colegio y se baja del auto. Lo miro caminar hacia la acera y tomar una bocanada de aire, pienso que es para calmarse, tratar de relajarse un poco porque la tensión es muy grande.

Mi madre baja también del auto y arremete contra el con la misma discusión. Está claro, que para ella no ha sido suficiente y no ha dado por terminada la discusión. Mi padre ya cansado levanta aún más la voz.

Sigo observando todo desde el asiento trasero del auto muy asustada, sin comprender que es lo que estaba pasando.

- ¡YA BASTA! ¡cálmate! Esperem... -intentó terminar mi padre, pero no pudo.

Muy furiosa y cegada por la rabia mi madre se abalanza contra mi padre, él toma de ella detrás de la cabeza, enredando sus dedos en el cabello de mi madre, ejerciendo fuerza y tomando el control que este acto le concede. La arrastra hasta la puerta trasera del auto y la estampa con la carrocería, su cabeza golpea el cristal de la puerta trasera del auto.

Observando todo a detalle, miro justo el momento en que la cabeza de mi madre se estampa contra el cristal y este mismo se agrieta.

Mi miedo se hace notar, ya no logro estar callada, sino que suelto un grito muy agudo. Mi madre se voltea como puede para verme y supongo que mi cara de espanto la alarmó muchísimo porque pude ver en ella mi propio miedo.

Como si algo hubiera hecho "clic" en su cabeza. Parpadeó varias veces y se giró nuevamente hacia mi padre que ya se había apartado de ella al momento en que me escuchó gritar y me observó con cautela, es como si ambos no se acordaran que yo aún seguía allí.

Mi madre con una mirada furiosa buscaba algo en el suelo. Mi padre le decía que se calmara que ya las cosas habían ido muy lejos. Justo en ese momento mi madre encontró lo que estaba buscando. Una botella de cerveza. Y claro, no sería difícil encontrar botellas vacías en la calle, gracias a los borrachos nocturnos.

Mi madre golpea la botella contra la acera, se le forman unas puntas muy afiladas. se lanza hacia mi padre apuntándolo con la botella rota y sus puntas afiladas en la mano.

Mi padre abre muy grande los ojos y sube las manos en señal de redención. Mi madre aún decidida de abatir contra él no se detiene, a pesar de las señales de rendición de mi padre, de su vulnerabilidad.

Mi padre logra reaccionar, tratando de quitarle el arma que ha creado mi madre. Logra forcejear con ella, todos los movimientos son grotescos, por parte de ambos. Mi padre la presiona de espalda contra el auto haciendo que el quede de frente a ella y tratar de liberar el arma. Mi madre en un movimiento brusco y por tratar de soltarse, le hace un corte un poco profundo en el antebrazo a mi padre.

Mi padre grita de dolor y la sangre empieza a correr, se hace un pozo de sangre en cuestión de segundos.

Yo estoy en shock por todo lo que estoy presenciando. No me puedo creer lo que acabo de ver, ni siquiera sé que es lo que acabo de ver. Mi madre acaba de hacerle una herida a mi padre y él podría morir.

Lloro aún más, pero esta vez para mí. Porque me siento culpable, siento es que mi culpa por lo que le ha pasado a mi padre. Tal vez si yo no hubiera gritado esto no hubiera pasado, tal vez si hubiese logrado reprimir todo mi miedo, esto no hubiera pasado.

Mi madre está muy quieta mirando la escena, lo que acababa de hacer. Ha entrado como en un shock, no se mueve, parece que ha dejado hasta de respirar, está muy quieta con los ojos muy abiertos.

Mi padre se tumba al suelo, quejándose del dolor y tomándose del brazo. Esto hace que mi madre logre reaccionar.

Le ayuda a mi padre a levantar del suelo, se pasa el otro brazo de mi padre por encima del hombro para que mi padre pueda levantarse y entrar en el auto. Escucho decir algo de llevarlo al hospital. Como puedo les ayudo tratando de abrirles la puerta del auto, para que mi madre pueda apoyarlo en el asiento del copiloto con más facilidad.

El camino al hospital es en silencio absoluto, excepto por mi padre que interrumpe el silencio por dolor o cuando se giraba hacia el asiento trasero para mirarme y gesticular con sus labios: "que todo iba a estar bien".

Una vez llegados al hospital. Mis padres se bajan del auto y me dicen que me quede en el auto, que no hable con nadie, que ellos van a la zona de urgencia y allí no pueden ir niños.

Yo asiento con la cabeza y me recuesto en el asiento trasero del auto para esperarlos.

Luego de tanta espera había quedado dormida, en sueños escucho que forcejean con la cerradura del auto, me despierto de inmediato, asustada y alarmada.

Son mis padres, ya han vuelto. Mi padre lleva vendado el antebrazo, su herida necesitó de sutura y fueron dieciocho puntadas.

Luego de esta traumática escena, mis padres toman la mejor decisión que han tomado en su vida. Deciden separarse.

Y gracias a dios. Porque casi se matan. Toda esta discusión y agresión fue gracias a que mi padre tenía una amante. Mi madre se enteró y le hizo lo mismo. Lo engañó, con el que ahora es mi padrastro -Papá Alonzo-, mi padre se enteró y le estaba reclamando su infidelidad y mi madre no se quedó atrás reclamando también de la infidelidad de él.

A mí nadie me preguntó como estaba, si me encontraba bien después de lo que había visto y vivido, sé que no me agredieron a mí, pero también me perjudicaron, no físicamente, pero si psicológicamente, desde ese día no volví a ver a mis padres igual, de alguna manera sentía que eran unos desconocidos.

Digamos que quedé traumada con esa imagen de mis padres. Quienes ahora serán solo Ismenia y Alexander en mí vida.

***

Han pasado unos meses desde aquella temerosa pelea. Desde entonces, vivimos Ismenia y yo con la abuela, el abuelo y la hermanita menor de Ismenia.

Ellas son tres hermanas; Ismenia, Paula y Loreinnys.

Para mí no fue un gran cambio, ya que todos los días veníamos a casa de la abuela a visitar, justo después que yo salía del Pre-escolar. Ya había hecho unos cuantos amigos, así que no me abrumaba el tema de hacer amigos nuevos, ni todo ese drama que normalmente rodea a las personas cuando se mudan o salen de su zona de confort.

Ismenia desde entonces sale mucho a beber. En la misma calle, a siete casas de la casa de la abuela había un bar; los días de semana no salía tan seguido, normalmente tres días entre semana, intercalados, los fines de semana si salía siempre al mismo bar.

Salía ya una vez me hacía de comer, se aseguraba que ya estuviera acostada en la cama viendo la tv -A menos que la abuela estuviera en casa. Si estaba en casa, salía a cualquier hora-.

Me decía que no saliera de la casa -A Ver... ¿a que saldría yo a altas horas de la noche?-, ya era muy tarde, que estaría en el bar de siempre y que me portara bien. Como siempre me dejaba en vaso de leche en la nevera, por si me llegase a apetecer. Decía que me quedara viendo a los teletubbies y no cambiara el canal. Que ella no llegaría tarde, pero tampoco me quedara despierta hasta tarde esperándola, que ya nos veríamos en la mañana en el desayuno como siempre.

Yo siempre me había considerado una niña tranquila y juiciosa, para mí no suponía ningún problema en aceptar y hacer caso a lo que me decían.

Normalmente si me pedían que me quedara en un sitio y no me moviera hasta que llegase esa persona que hizo la petición, pues no me movía del lugar.

Sabía que no debía hablar ni aceptar nada de algún extraño.

Nunca me ha gustado dar problemas a las personas y mucho menos si creían lo suficiente en mi como para dejarme sola por un tiempo determinado. no traicionaría eso.

Una mañana me despierto y no veo a Ismenia en su lado de la cama, todo está tal cual como lo dejó antes de que se marchase, excepto por un cambio de ropa.

Escucho voces y murmullos en la cocina, supongo que ha de ser Ismenia hablando con la abuela. La abuela trabajaba en un hotel de mucama y había semanas en las que le tocaba turnos en la noches y semanas en las que le tocaba en el día. Lo bueno es que se las intercalaban a una semana de día y la otra de noche. No era tan fuerte como dos semanas seguidas en la noche. Esta semana le toca el turno de la noche y ya debía de haber llegado a casa.

Me levanto directa a lavarme los dientes. Si, lo sé, soy un poco independiente. Y la verdad me gusta, así no siento que molesto a las personas con cosas que puedo hacer por mí misma. Luego de lavarme los dientes me paso por la cocina y están hablando Ismenia, la abuela y en un señor que no había visto jamás.

La cocina de la abuela, me encantaba. Era mi lugar favorito de la casa para pasar con la abuela, podíamos estar todo el día la abuela y yo en la cocina y no nos aburríamos, hacíamos galletas, cupcakes o pastel. La abuela no me dejaba ayudarla a cocinar, porque decía que aún era muy niña para estar cerca de cuchillos y el fuego, era mejor que la observara y le sacara plática.

A veces la veía cocinar y me maravillaba todo lo que hacía y el sabor de la comida era inigualable, inexplicable.

- ¡Buenos días muñequita! -Dice la abuela al verme aparecer en la cocina aún un poco adormilada. La abuela desde siempre me ha llamado "muñequita"; porque en los festivales del pueblo cuando hacen concursos de disfraces, me encanta disfrazarme de muñeca, todos los años era el mismo disfraz y así será hasta que no me queden los disfraces o hasta que crezca lo suficiente como para que no me interese disfrazarme. - ¿dormiste bien?

-Buenos días a todos... -murmuro con la voz ronca y la cara adormilada, dando un repaso a Ismenia, al desconocido y terminando en la abuela -Sí, dormí bien.

-Eso es bueno, cariño, -respondió la abuela -yo me voy a dar un baño para irme a descansar. -Sonrió y se fue a su habitación.

Hice un movimiento para irme a la habitación no me gusta conocer personas nuevas, me pone nerviosa, no sé cómo reaccionar, no sé cómo se supone que deba reaccionar. Soy una niña que no está acostumbrada a estar rodeada de extraños y me gusta estar sola.

Doy un respingo cuando Ismenia me toma del brazo bruscamente. Me detento en seco con los ojos muy grandes.

- ¿A dónde vas?... quiero presentarte a Alonzo. Hace mucho quería conocerte. -Dijo ella con una voz muy extraña y una sonrisa en su cara. -Estábamos esperando a que despertaras para ir a desayunar a la cafetería que te gusta. Te puse un cambio ropa en la cama para que te arregles.

-Un placer. -me giré y estiré la mano un poco desconfiada hacia Alonzo que estaba expectante y un poco... ¿nervioso?, Alonzo estrechó mi pequeña mano, di vuelta sobre mis talones nuevamente hacia Ismenia -Me cambio y vuelvo. -Digo y fui corriendo hacia la habitación.

No sé qué está pasando con Ismenia y Alonzo, pero siento que yo no debo formar parte de esa ecuación. ¿Para que formaría parte?

Aunque debería mirar el lado positivo, Ismenia parece estar "sobria", se le ve feliz, a pesar del movimiento brusco en el brazo que acabo de presenciar. No sé por qué lo ha hecho de esa manera, pero por ahora puedo pensar en que posiblemente pueda comer croissant y tomar café con leche.

En este pueblo todo queda relativamente cerca, puedes ir caminando a muchos lugares importantes y comunes, como un centro comercial pequeño, cafeterías, heladerías, institutos, colegios, parques, campus de futbol, universidad, comisarias, hospitales, etc.

Excepto los centros comerciales grandes, para llegar hasta ellos si necesitarías moverte en bus, taxis y autos propios, pues están un poco a las afueras del pueblo. Y allí es a donde se va con grandes grupos de amigos, pero por ahora, me quedo en solo caminar con Ismenia y Alonzo.

Entramos a la cafetería "D'ivanna", había fila para hacer pedido. Me aparté un poco hacia el mostrador. Había panecillos, croissant, cupcakes, donas... había de todo un poco, el olor a café impregnaba todo el lugar.

D'ivanna era un lugar hermoso, tenía mesas con grandes ventanales que daban vista hacia las calles del pueblo. Se veían pasar las personas, los autos, de alguna manera te hacía sentir que estabas como en una burbuja segura en la que nada podría pasarte y si te sentabas en esas mesas con vista al pueblo, podías imaginar que estás viendo pasar la vida de las personas como si estuvieras jugando a un videojuego, como si fuera una pecera, como si solo fueras un expectante.

Las mesas del lugar eran de madera, con ambiente rural. Al fondo había 3 sofás, un gigante y dos un poco pequeños, cada uno en cada lado del sofá grande. En medio de estos sofás hay una mesita, no tan alta como las que están por todo el lugar, sino mucho más pequeña.

En las paredes hay fotos de cafés, paisajes, frases motivadoras como: "A quién madruga, un buen café le ayuda", "Todo ángel necesita un demonio que le invite un café", "La vida es la que empieza después del café".

Me he sentado en una mesa, una de esas que dan vista a la ciudad y ¡me encanta!, Ismenia me pidió que buscara una mesa mientras ellos dos, Alonzo y ella estaban en la fila para hacer el pedido.

Unos minutos después se acercan con croissants, panecillos, dos cafés para ellos y un zumo de naranja para mí.

¿Dónde está mi café con leche?, pienso para mis adentros.

-Bueno... -Dice Ismenia justo cuando toma asiento. -Alonzo quería conocerte, bueno porque... bueno, como te lo explico, como para que me entiendas fácilmente. Pues... -Mira a Alonzo de manera cómplice y sonríe, como si eso le diera las fuerzas que necesita para decir lo que sea que le ha causado el nudo en la garganta. -Alonzo es mi pareja ahora y pues quería conocerte, pues pasaremos mucho tiempo juntos y ya era hora de que lo conocieras. -Soltó hablando tan rápido que no comprendía si había entendido bien o no.

- ¿Pareja? -Pregunté algo confusa.

-Si, bueno, esto... mi novio. -Dice Ismenia mirando de reojo a Alonzo y una sonrisa en su rostro. -Él tiene un hijo de tu edad, se llama "Brandon" y pueden jugar juntos, cada que salgamos, ¿No te parece genial? -chilla muy emocionada.

Yo aún no asimilo del todo el cambio de vivir ahora con la abuela, estar lejos de Papá, Bueno Alexander. y Ahora una nueva persona va a formar parte de mi vida, ¡ah!, ya me había olvidado, son 2 nuevas personas.

-No quería aparecer de repente a tu vida y le he dicho a tu madre que quería conocerte. -Murmuró Alonzo. Yo ni pestañeaba, estaba ensimismada. -Sé que igual estoy apareciendo de manera repentina, pues, soy un desconocido para ti, pero quiero que eso cambie, no pienso tomar el lugar de tu padre, solo quiero conocerte, que tú me conozcas a mí y a Brandon. Que nos des una oportunidad de formar parte de tu vida. -Dijo al ver que no decía nada.

Yo solo asentí y les dediqué una sonrisa y decidí devorar mi croissant.

***

A los días de aquella conversación en D'ivanna, Conocí a Brandon.

Brandon es niño, tímido, en eso nos parecemos un poco, es callado, no fue fácil compaginar con él, (¡jamás junten a dos tímidos por favor!) pero a la larga se fue soltando y fuimos hablando de todo un poco.

Me contó que su papá trabaja de bombero de medio tiempo y que cuando sea grande quiere ser Bombero como su padre, también que es un herrero soldador, me explicó que su padre también trabaja con hierro, o sea, hace de todo, como puertas, ventanas, mesas, etc. También sabe trabajar con madera, concreto y electricidad y por eso se llama "Herrero Soldador", porque hace de todo y eso le hace estar orgulloso de su padre.

Para Brandon esa es la descripción más exacta para lo que hace su padre.

Y si, es verdad, si pensamos en todo lo que hace, pues... es todo un superhéroe, trabaja de medio tiempo en los bomberos, luego tiene su otro trabajo que conlleva mucho esfuerzo y aun así tiene tiempo para sí mismo y su hijo.

¡Bien por Alonzo!

Pero no todo es perfecto. A pesar de todo lo bueno, Alonzo es un bebedor y fumador. Siempre está bebiendo y fumando.

Aunque no es un alcohólico, no me gusta mucho ver que Ismenia esté casi todos los días bebiendo alcohol. Simplemente es como si el alcohol no le hiciera bien y se convierte en otra persona.

Pero como dijo la abuela una vez que le dije lo que pensaba de todo esto:

"Tu madre es una adulta y sabe lo que hace, pero no por eso quiere decir que este bien."

"No te preocupes por su vida y vive tu infancia tranquila, una niña de tu edad no debe estar pensando esas cosas."

"Cada quien es responsable de sus actos, tú solo vive y disfruta, no dejes que tu alegría se consuma por los errores de tu madre."

"Yo estaré aquí para guiarte y mostrarte el buen camino muñequita."

***

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