—Yo, Colín, alfa de la manda de La nueva Luna… te rechazo a ti Aurore como mi luna— Espeta con bastante firmeza y voz ronca, está claramente molesto.
A la distancia escucho un grito bastante desgarrador y lleno de dolor, como si le estuvieran matando, también alcanzo a escuchar sollozos y gimoteos, la chica trata de clamarse tomando grandes bocanadas de aire con desesperación, se nota que esas palabras no quería escucharlas ni en un millón de años.
—Yo, Aurore… acepto tu rechazo…— Responde entre sollozos y dolor, como si tratara de darle pena al hombre que la ha rechazado.
Las palabras de la chica se vuelven inaudibles ya que otro grito lleno de desesperación se escucha, pero este es mucho más claro y fuerte. Esto hace que suelte un resoplo bastante fuerte, de no enojada que estoy ya que no es la primera vez que escucho gritos en todo el día, trato de tranquilizarme y tomarme las cosas con calma ya que tengo que estudiar para mi examen de mañana, pero mi hermana no me ayuda en lo absoluto, así que decido levantarme de mi asiento e ir a la sala para tratar de arreglar las cosas ¡Otra vez!
Llego a la sala y veo a mi hermana tirada en el sillón de cabeza, su cabello se mueve de forma brusca por sus movimientos, entre sus brazos tiene un cojín peludo que no deja de apretar y morder de la rabia que siente; en estas circunstancias le tengo mucha envidia a mi hermana, ya que no tiene clases y se la puede pasar horas sentada viendo su estúpida novela de hombres lobos. Me paro a un lado del sillón esperando a que ella me voltee a ver, pero simplemente me mira de reojo y regresa toda su atención a la televisión mientras frunce el ceño y lo señala con sus dos manos, haciendo mucho énfasis en lo que acaba de pasar.
—¡¿Cómo puedes rechazarla?! ¡Ella es tu Luna y está destinada a estar contigo! — Grita con todas sus fuerzas.
No deja de patalear, parece una niña pequeña haciendo una rabieta, es bastante ridículo ya que es una mujer de casi veinte años y sigue poniéndose furiosa por esa escena, lo que me sorprende es que sigue reaccionando de la misma forma que la primera vez que vio esa telenovela y creo que ya lleva años que terminó. Niego suavemente con la cabeza y pongo mis puños sobre mis caderas, nunca voy a entender la fascinación de mi hermana por esta novela de hombres lobos... de verdad.
—¿Puedes dejar de gritar? No me dejas concentrarme en mis estudios, mañana tengo un examen de algebra y de verdad necesito concentrarme— Le reprocho en un tono un poco enojada.