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Los Temores de Sara

Los Temores de Sara

Amaranthax

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Capítulo

La armonía y estabilidad del matrimonio entre Sara y Darío se verá severamente afectada con la llegada de Lucy a sus vidas, Luciana Lagos en una joven Artista que llega de improviso a su ciudad natal luego de unos años viviendo en el extranjero, conoce a Sara mediante un chat de dominio público y es de allí donde surgió su relación de Amistad. Sara decidida a cambiar a vencer sus temores ve en Lucy, lo prohibido, lo desconocido y es entonces donde se atreve a rebasar los límites de lo no convencional, se precipita y destruye todo su confort que le daba seguridad. Finalmente se pregunta si la pasión es lo suficientemente racional para superar el amor y vencer sus miedos.

Capítulo 1 Uno

Siempre nos acostumbramos a depender de los demás cuando realmente la confianza está dentro de nosotros mismos, esta es la historia de Sara Morales una chica tímida e introvertida, donde sus temores pesaba más que su confianza, le temía hasta al aire que toca su rostro, por primera vez salió de su zona de confort, esa donde solo ella se sentía segura y capaz de experimentar múltiples sensaciones, con el pasar de los años sintió la necesidad de amar, de sentir, su cuerpo clamaba lo inevitable, fue en este instante donde conoció a Darío Rojas un chico corriente y de aspecto común.

Sara es una humilde maestra muy hermosa, pero de apariencia sencilla, amaba a los niños es la típica chica rosa que sueña con el príncipe azul de aquellos cuentos de hadas y el idilio perfecto para vivir por siempre. Darío llego a su vida por casualidad se conocieron en la escuela donde ella trabaja como maestra, él es el padre de uno de sus alumnos, debido a que Darío estaba separado y con la custodia total de su hijo, se tenía que hacer responsable del niño a carta cabal, en ese sentido se convirtió en el representante escolar de Ricardo, así se llama el hijo de Darío y Alumno de Sara. Su aspecto introvertido y callado llamo mucho su atención como una mujer hermosa de 31 años tenía ese gris aspecto, triste y con un desanimo que se sentía a kilómetros. A los días él siente la necesidad de verla de nuevo la excusa perfecta fue llevar a su hijo Ricardo al colegio personalmente ya que por sus diversas ocupaciones el niño era trasladado en su transporte escolar.

Esa mañana frente al portón del colegio sin medir palabras Darío se le acerca a Sara y le pide su número telefónico y a su vez la invita a salir, Darío es chico que al contrario de ella es más extrovertido, muy jovial hasta algo pícaro. Al finalizar la Tarde Darío Cita a Sara a dar un paseo con la intención de conocerse mejor, Se vieron en un café conversaron de cosas triviales en fin ambos pasaron un momento agradable. Quedaron en verse de nuevo, en ser amigos, sin embargo, en esa salida Sara experimento algo más, se enamoró a primera vista o al menos creyó sentirlo en ese instante nació la magia de la pasión y el deseo, que ella tenía reprimido. Ambos continuaron teniendo contacto a diario a través de mensajes y llamadas hasta que se citaron de nuevo esta vez en restaurante un poco más formal, al verla Darío quedo deslumbrado con lo hermosa que Sara lucia, su look había dado un cambio total, se había cortado el cabello sus mechas balagué hacían juego con su lindo tono de piel y sus hermosos ojos color miel, su boca con un tono rojo pasión y su manicure del mismo color hacían juego, además de su vestimenta llevaba un lindo vestido negro con tacos dorados, el look ideal para la ocasión, Darío no dejaba de mirarla ni de apreciar su belleza que no era ni la sombra de esa chica con aspecto gris y rostro fúnebre. Sara se le acerca y le dice:

— Hola buenas noches ¿Cómo estás?

Él sin medir palabras la abrazó fuertemente, Sara no era ni el reflejo de esa humilde maestra de aula, se le veía audaz, seductora y muy sensual.

Ambos tomados de la mano se acercaron a su mesa se sentaron Darío aparto su silla para que ella se sentará se portó como todo un caballero, una vez centrados en la mesa ellos no paraban de mirarse el uno al otro sentían una atracción eso que llaman química.

Darío le pregunta a Sara:

— ¿Qué quieres de entrada?

Ella respondió con una sonrisa en sus mejillas:

— ¡Veo la carta y luego ordenare!

Una vez que terminaron de comer y degustar esos deliciosos platillos ambos salieron del lugar. Sara sube al carro de Darío, éste la detiene de manera inesperada y se le arrima, la mira y sin decir más la besa apasionadamente, Sara se siente confundida no sabe cómo reaccionar, solo se deja besar ardientemente por Darío, para Sara era su primer beso su primer contacto íntimo, sin duda alguna su primer amor. Siempre para todo existe esa primera vez donde se pueden explorar emociones anheladas e inclusive las más temidas, Sara se sentía abrumada por lo ocurrido separó velozmente a Darío de ella y exigió que la llevará de vuelta a casa, en todo el camino no cruzaron palabras solo miradas de reojos. Hasta que por fin llegaron a casa de Sara, él la dejo allí con un simple hasta pronto, ella sin embrago estaba consternada por la situación tan solo era un común y simple beso, pero para ella era una sensación inexplicable.

Al día siguiente viene a su mente un vago recuerdo de su adolescencia cuando se sentía presa de sus propias emociones que aún no expresaba y solo aquella noche con un escueto y acostumbrado beso basto para sentirse viva y escuchar un dulce resonar de campanas que le entonó Darío. Sara sale de su casa rumbo al trabajo a su rutina de siempre, vestía jean azul, blusa blanca y zapatillas deportivas con una cola en su cabello lo llevaba recogido, sin embargo, así como vestía volvió a entusiasmar a Darío que la miraba como queriéndole decir más que unos buenos días, era la entrada al colegio de su hijo Ricardo donde Sara laboraba como maestra de dicha escuela, Darío la toma sutilmente del brazo y le dice que al finalizar la tarde vendría por ambos.

A media tarde Darío regresa a su casa más temprano de lo habitual para arreglarse para su encuentro con Sara, vivía en un edificio con buena vista de la ciudad en el tercer piso que daba a la calle principal, una vez allí pensaba la manera como acercarse de nuevo a Sara, sin ser tan brusco él noto que ese primer beso tuvo una significado importante para ella, es una chica tímida algo huidiza para su edad así le gustaba, llamaba su atención y la forma en que fue vestida ese día en el restaurante se pudo dar cuenta que detrás que esa sumisa maestra de escuela había una mujer esplendida y muy sensorial. Camino a su habitación trata de frenar sus emociones toma una toalla y se mete en la ducha luego se viste y sale rumbo al colegio a encontrarse con su hijo Ricardo y con Sara, finalmente llega al lugar los recoge a ambos, van rumbo al cine Sara no pudo negarse a la invitación con la mirada de ternura de Ricardo, quien es un niño muy hermoso y muy extrovertido para su edad. Llegan al cine y Ricardo es el encargado de escoger la película se sienta Sara en el centro de los dos y Darío no deja mirarla ni u solo instante, una vez comienza la película la toma de la mano Sara tiembla y sonríe.

El descubrir que siente deseo y que es deseable, es una sensación nueva para Sara, sin embargo, no deja de gustarle ese sentimiento que en ese momento su cuerpo explora y experimenta lo que puede ser el nacimiento de una historia de amor, es una etapa en su vida donde todo cambia, empieza a salir de esa monotonía sin sentido en lo que se había convertido su vida en los últimos años, sin muchas ilusiones nuevas, a pesar de todo Darío la transportaba de una manera u otra a ese espacio sideral donde todos nos sentimos cuando nos enamoramos por primera vez, solo que en su caso se había tardado para reencontrarse con esa emoción.

Llega Sara a su casa ilusionada feliz diferente a lo que ella es normalmente, Sara vivía con sus padres era la única hija de un matrimonio cristiano, José Morales se llama su padre y Antonia Rúa de Morales su madre era una familia aparentemente normal y extremadamente conservadora. Al llegar a su hogar su madre nota un aire diferente en el rostro de Sara no sabe si preocuparse o alegrarse por ella ya que nunca la había visto así, Antonia era una Madre muy sobreprotectora y muy extremista cuando de Sara se tratase, muy controladora casi que la culpable de todos sus miedos ya que no la dejaba vivir y que explorara la vida con sus defectos y virtudes o alegrías y tristezas, así estaría mejor preparada para afrontar cualquier circunstancia.

A los días Sara tiene un nuevo encuentro con Darío está vez más íntimo, se empiezan a conocer un poco, más hablar de ellos, de sus familias y todas esas cosillas típicas de un dialogo entre enamorados. Ella lo mira muy contenta de estar allí, con el chico de sus sueños aparentemente, a él solo le daba curiosidad de saber que pasaba por la mente de Sara. Sin más prefacios Darío la toma de la cabeza algo brusco y la besa apasionadamente, Darío no es para nada un príncipe azul y mucho menos un galán de revista es un tipo común similar al resto y actúa como todo un hombre visceral eso desconcertó un poco a Sara, ya que se imaginaba que con el paso de los días iba a florecer una linda historia de amor.

A veces idealizamos demasiado, nos imaginamos que el amor es ese deseo mágico e inesperado que apreciamos, ese sentimiento genuino que nos hace brotar chispas de ilusión y sentir mariposas en el estómago, pero no siempre es así y le tocaba a ella darse cuenta por sí misma su propia realidad.

Al cabo de un rato Darío la lleva a su casa estaba algo excitado por tener a Sara al frente y hacerla suya, a su vez sabía que ella no era una chica extrovertida y abierta, pero le ganaba la pasión. Sin embargo, guardo para si todo tipo de sensación carnal, la respeto y la dejo en su casa una vez terminada la cita.

En Casa Sara llega de una vez y sube a su habitación saluda rápidamente a sus padres muy de prisa, sin dar mucha explicación de su salida. En la tranquilidad de su alcoba de dio cuenta de algo que no sentía mucha emoción sino todo lo contrario le incomodo un poco la manera como Darío la trato en el parque, como la beso no fue para nada agradable. Decidió no darle tanta importancia al asunto y cayó en cuenta que la realidad de la vida es otra no todo es como lo claman en los dramáticos de la televisión o los cuentos de hada, la realidad es efímera y supera a cualquier ficción. Decidió dormir apago las luces y se echó en su cama, al rato de unas horas su madre sube a su habitación se le acerca a contemplarla dormir, le da un tierno beso cierra la puerta y se retira a descansar.

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