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Perversidades del destino

Perversidades del destino

Ambiente y Descripción: El autor logra crear una atmósfera vívida y palpable al describir tanto el entorno físico de los lugares donde se desarrolla la historia, como las condiciones socioeconómicas y emocionales de los personajes. La descripción de los paisajes urbanos, los barrios marginales y los contrastes sociales enriquece la narrativa y sumerge al lector en el mundo de los protagonistas. Caracterización de Personajes: Los personajes están delineados con profundidad psicológica y emocional. Se perciben sus luchas internas, sus motivaciones, sus conflictos morales y sus relaciones interpersonales. Carlos Lomas y otros personajes secundarios son presentados de manera realista, con sus virtudes y defectos, lo que los hace creíbles y entrañables para el lector. Tono y Estilo Narrativo: El tono del texto es reflexivo y melancólico, reflejando las adversidades y las frustraciones que enfrenta el protagonista. El estilo narrativo es descriptivo y detallado, con un ritmo pausado que permite explorar las complejidades de la vida de Carlos Lomas y su entorno. Temas Abordados: El texto aborda temas universales como la pobreza, la desigualdad social, la lucha por la supervivencia, la búsqueda de identidad y las consecuencias de las decisiones morales. Estos temas son tdfck,. ratados con sensibilidad y profundidad, invitando al lector a reflexionar sobre la condición humana y la realidad social. En resumen, el texto presenta una narrativa rica en matices y profundidad, que aborda temas relevantes con sensibilidad y realismo. La habilidad del autor para crear personajes verosímiles y atmósferas evocadoras contribuye a la fuerza y el impacto emocional de la historia.
La ley de Blue

La ley de Blue

Blue Soré es una madre abnegada, una excelente abogada que decidió quedarse al cuidado de sus hijas, mientras su marido proveía. Sin dejar por fuera el hecho de que vivían con todas las comodidades que les traía ser una de las familias más prestigiosas de Madrid. Él es médico de profesión, más no de vocación; hijo de un prestigioso médico e investigador. El tipo vive de las apariencias, es un misógino de tomo y lomo, machista a morir y un tonto a más no poder. Lo que no sabía Blue y se enteraría de la peor manera es que ese hombre al cual le juró amor eterno. Tiene otra familia con su secretaria y que el muy caprichoso no quería perder a sus "familias", pues obviamente guardar las apariencias era lo primordial, pero eso estaba por verse. Con todo el dolor del mundo fue a ver a su suegro y mentor Agustín Soré, quien la quería como una hija. El viejo Agustín le aconsejó que se divorciara y que rehiciera su vida, pues sabía cómo era su hijo y nunca estuvo de acuerdo que ella se casara con él. Sin importar que fuera por haber quedado embarazada tan joven, pero en esos momentos nadie podía hacer que Blue cambiará pues amaba con todo su corazón a ese hombre. Blue, es quien tiene que seguir adelante junto a Valentina de 20 años y Alma de 16. Valentina estudia medicina, al igual que su padre, es la mejor en todo y el orgullo de la familia, menos de su papá. Quien la menosprecia, porque su primogénita es una mujer. A diferencia de Alma quien es la bebé de papá y para la única que va todo el amor de Henry Soré. Con el mundo a cuestas, un marido infiel, dos hijas que apoyar, Blue se ve en la encrucijada de su vida, decidiendo por todos. Contando con el apoyo de su suegro y su buen amigo Alberto interpone la demanda de divorcio y ese mismo día tomó sus maletas y a su hija menor para empezar un nuevo comienzo en la gran manzana. Lo que Blue no se imaginaba es que en el camino a recuperar su vida. Se encontrará con un jefe gruñón y mandón que pondrá su mundo de cabeza por no decir que a sus pies. Porque los Ceos perfectos no existen y las asistontas solo son chicas haciendo mentiritas piadosas para atreverse a más.
No mires atrás

No mires atrás

- ¿Despertaste, eh? Parece que realmente quieres vivir. Tus amigas ya las están devorando las ratas, y tú, al parecer, sacaste el billete de la suerte - se escuchó una voz áspera, como un golpe, rompiendo la oscuridad a mi alrededor. Sus palabras quemaban como viento helado, pero el hecho de que aún estuviera viva pasó fugazmente por mi mente, como una débil chispa. Intenté responder, pero mi garganta estaba seca, y la voz salió completamente ajena, débil y ronca: - ¿Dónde estoy? - las palabras apenas salieron de mis labios, y de inmediato me envolvió una ola de tos asfixiante, como si el fuego hubiera recorrido mis entrañas, quemándolas desde dentro. Cada movimiento respondía con dolor, y sentía cómo todo dentro de mí se apretaba en un espasmo doloroso. - ¿Dónde? ¡Ja! - su risa era seca, implacable. - En el vertedero de la ciudad, niña. Aquí suelen venir muchas como tú. Vamos, suelta, ¿quién eres y de dónde vienes? ¿Por qué te trajeron aquí en un saco? Yo, claro, soy un vagabundo, pero soy un buen tipo. Si veo una mentira, la entrego donde debe ser... a donde corresponde. Cerré los ojos, intentando ordenar mis pensamientos, pero mi cabeza estaba vacía, como si no hubiera quedado nada en ella. Los recuerdos golpeaban los bordes de mi conciencia, pero no podían penetrar dentro. ¿Qué responder? ¿Qué decir? - Yo... no recuerdo nada - logré sacar con dificultad, sintiendo cómo la angustia se acercaba cada vez más. - Me dijeron que me llamo Alicia... pero no estoy segura. No sé si es verdad...