Atrapado en el cruel juego de los gemelos
Clara
e las cajas de Kilian, mi te
Una sesión de fotos de boda urgente. El cliente es de muy alto pe
ue me dejó sin aliento. Pero la profesional en mí, la parte
-dije, mi
de una belleza natural impresionante. Habíamos hecho nuestras p
tando un brillo dorado. Me había abrazado, susurrado promesas en mi oído y me ha
ando mi lente en la pareja d
Qué coinciden
do de novia de diseñador. Y a su lado, e
s. El v
de algo -¿sorpresa? ¿culpa?- cruzó su rostro antes de que se suavizara, reemplazado por su habitual indifere
diante, extendi
e ambiente -dijo, mostrándome una galería
e, envueltos en los brazos del otro. Eran hermosas, íntimas y ll
foto tomada frente a la Torre Eiffe
ropias fotos de boda. Mientras yo le juraba mi
tañas revolotearon, un intento
sto -dijo Elías,
do y levant
sup
entara los papeles del divorcio, después de que me fuera a Londres, nada
el cielo en tonos de púrpura y naranja. Elías fu
mpacaba mi equipo, su son
oz goteando falsa simpatía-,
la
qué está
rispó los nervios. Sacó una tarjeta de crédito
star conmigo sin todo el drama de un divorcio. Kilian fue solo... un daño colate
era un golp
e venenosa-. Pero todo fue por mi felicidad. Esto -agitó la tarjeta de crédito en mi
ando. Como a
irador-. Elías te veía como una hermana. Kilian solo te veía como un trofeo que ga
el dolor agudo un ancla bienvenida e
la miré, mi
ías- que quiero que se presente en el juzgado él mismo. Quiero divo
a su rostro sorpr
ia caía en láminas frías e implacables. Protegí mi precioso equipo de cám
de la colina, estaba temblan
ado. Un hombre que no reconocí
lleven. -Era amable, sus ojos llenos
, otra mano se dispar
ba oscuro, sus ojos tormentosos con
etumbo bajo y furioso. Ya no estaba interp
No estaba preocupado
re y me reí, un so
es tú. Y no es tu hermano. Ahora m