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No te esperaba ¿Cómo ser mamá soltera y no morir en el intento?

Capítulo 6 Comenzar de cero

Palabras:2290    |    Actualizado en: 21/03/2023

que un hombre pueda ser t

de su sala, bebiéndonos la última c

con Joan y apenas hoy tuve el valor de c

excepción —agrega, antes de dar

ndo la yema de los dedos por la b

ja de… ¡Arg! —se pasa la mano p

ncia en sus ojos cada vez que me miraba. El cansancio y la repentina falta de interés de Joan —Aprieto

h B

cómo quieres que procedamos y lo hacemos. Soy

do detective, o peor: ase

olvidarme de ellos. No voy a dejar que afe

que le encantaría darle una patada a Joan, en la parte más sensible de

n me encanta

mos otro pro

Cu

ja trabaja c

en lo que estuve pensando todo el día de ayer. Ella

está en tela de juicio, un error que cometa y está fuera. Si se le ocurre comenzar a joderme, estoy dispues

l rostro y sonr

estar bien, Emi. Me tienes a mí, a tu familia y a los chicos —Me abraza con fuerza —. Y J

la suciedad inexistente e

omo en realidad se merece —com

la y la copa vací

a —comento, mientras tomo el periódico que está sobr

la hospitalidad de mis amigos. Joshua tuvo que reducir el espacio en su estud

esitaba ayuda con un equipo de ilumin

yo me contrentro en leer atent

dita

nto. Siempre hay un pero. O está muy lejos de la oficina

tres es un problem

precisamente el más eficiente. Por lo cual terminaría pa

os con Joan y ahora teng

momento de pedir un

é ha

á inclinada sobre el sofá en el que tengo l

. Lo sabes —dice sería —Puedes que

lleve un año aquí y Josh y tú ya no pu

los ojos muy abiertos y una expresión bastan

e queja y me avienta un p

er Hill, que está a no más de veinte minutos de la oficina. Y lo mejor; al extremo opuesto de dónde se encuentra mi d

na llamas y haces la cita. Y obviament

Soph de vez en cuando se queda enganchada en el teléfono, supongo que hablando con J

ientras me lleno l

si vamos por un

ceja y la mi

n casi las nueve

nces —sonríe como

oy —digo con obviedad —Además, le restan trein

resentes lo más relajada posible a l

película antes de sentarme

ime qu

do invitar a mi mejor amiga a toma

na doble intención. La observó con los ojos entornad

vuelta y comienza a andar por el

y se escucha el sonido

ión —ma

y me meto al baño para lavarme

mon

pejo. Estoy hecha una piltrafa. El verde de mis ojos

que me mira y me pongo lo más presentab

de una de las maletas y pongo una sudadera libera sobre mi

comienza a golpear con insistencia la

... ¡Emi!...

d. No han pasado ni ocho

pregunto enfurruñada,

re. Me mira, sonríe, da la media

—responde, cogiendo las llaves del pequeño perc

inquiero, con la esperanza de que me

más, ya estás cambiada —a

ies, derrotada; hasta

*

s alejada del edificio. Llevamos unos qu

cafetería que está a una cuadra d

. Así ha estado desde que inició el viaje; parecie

el café como antes.

me, pero mi cerebro comienza a formar todo de escenarios a los que me podría enfrentar mañana en la oficin

rporo d

ien? —pre

afirmativo, mientras intento traga

me preguntó ¿Cómo serán sus vidas? ¿Cuántos de ellos estarán pasando por lo mismo que yo? ¿Cuántos habrán dec

para mí, Joan había sido estabilidad, había dejado que mi vi

es normal, todavía. Está claro que no voy a superar esto de la noche

uevo y mi vida va

Sophie me saca de

del coche, soste

mento nos

sistencia a través del retrovisor. Le

la calle. El olor a café recién molido, canela y ch

ás grande adicción, ha

*

so pay de cereza y una amena conversación con mi m

el sueño, pero a la vez comienzo a sentirme ansiosa de que el lunes esté

su voz es casi un susurro, co

a velocidad de la luz. De pronto me entran unas ganas inmensas

sa a

tea a verme, pero su expresión se suaviza

e, guardando el teléfono en la

tar el nerviosismo de

onar el botón del elevador, Sophie me sujeta

aces? —Sacudo el brazo y

o lo que comimos hoy. Un poco

era perdido la cabez

res que me salga una ernía?... Ademá

hay una p

ra hoy. Vas a decirme qué pasa—

vez más adopta una

levador —Presiona el botón y l

ado y se apre

r de tener que explicarme —sentencio mien

comienza a subir. Soph deja escapar u

nada extraño. Solo quería que te relajaras y

quejándome y tratando de encontrar las intenciones ocultas, en lu

apretón en la mano —. En ser

o lado y ella

Me apresuro a salir y busco las llav

esde el interior, arrastrándome con ella. Lo siguiente de lo que soy consci

familiares ojos grises que me miran co

había nada

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