Un Destino Inesperado
os acompañado de una mujer y el joven que est
de atenciones con un par de personas que de lejos se notaba
ena acercándose. Mariana si
en su auto. Esto
dre es un hombre muy b
ía aquí por un empleo, pero ahora veo que vino ta
és pensando que, ya que tu padre es viudo ande buscando nueva es
rees que
empeoré la situación. No me prestes at
a y Mariana la siguió
e, ni que ocupará el puesto de su mamá. Él la había mandado traer del internado s
l de ella, los estudios de Carlos y muchas cosas igual de rutina. Carlos no comentaba nada, sólo se limitaba a escuchar. Se notaba que entre ellos había confianza, Ed
arlos cuando llegaron al pequeñ
María Guadalu
de ti. Hasta ahora, toda mi a
ido pareja desde que él nació
no..
ociste fueron prejuiciosos y no quisie
. no quería imponerle a mi hijo
rías tenido tal vez que pedirle perdón a Carlos, pero te habrías cas
ueble y ambos se sentaron
sonrió triste. -Ya sé a dónde quieres llega
Carlos, sabe qui
garas a averiguarlo, por
reguntó Eduardo mir
¿ Se mueve en mis círculos, María?, por favor dímelo
engan relación. Sacrifiqué muchas c
A menos que sea un asesino o un mafioso, no veo
en cuenta que, tarde o temprano, él descubrirá la verdad. No se pued
lo terca que ere
a de los cuarenta. Su cuerpo seguía siendo delgado, aunque no tanto como antes, y no había perdido su gracia al caminar, ni esa dis
tus hijos.
rdo so
o es el mayor y tiene la misma edad de Car
to ella con una sonrisa- Me explico Ri
ven como el pe
, o
mpo lejos, de su familia.Me estoy haciendo viejo, ¿ sabes? Es una buena chica. Tal vez un poco como todas las de ho
en. Y R
mpre de mala manera, le va muy regular en la escuela, y está
al vez sólo es cuestión d
respiró profundo sabiendo que tarde o tempr
upongo. Ella adoraba a los niños, fue fiel y cumplió perfectamente con su papel de esposa... Realmente no ten
ay
ntró en crisis, y empeoró su comportamiento. Ma
rarán. Son jó
rdo a veces me sac
un adol
ido. Él la miró en silencio p
Ella lo miró un tanto sor
Te parece bien si pa
o.
e saldrías conmigo... a menos que ya teng
Carlos se
ez. Dij
un adolescente, y si es listo, no le quedará d
ie. Se despidió de ella y se fue sin agregar nada más. María
las manos, recostado en su
Carlos. Dijo ella, y é
vios?. María Guada
. creo
e feliz?. P
lentamente. Daniel la mi
o con él donde él te pasa dinero, o
los por Dios no digas
a detrás de es
r supuest
ce veinte años te propone salir y tú
bamos. Pero había ese problema de l
ayores, las diferencias
día entenderás lo raro, destructiv
so ?... Me parece que no quie
rviviente, además; por más que intentes matarlo, si é
azos y esquivó su mirada-. Pero... no te parece
adolescent
e deba preocuparme? Pasado,
impio. Y pronto entenderás que es un buen
do a un lado el libro. Miró a su madre fijamente y siguió -me parece a mí que no es muy listo
tá tu cena. ¿ Ya
olvió a tomar su libro y
él, sospechando que le aguard
y a veces, llegaban un poco tarde en la noche. No le decía nada, y mucho menos le reprochaba, al fin que
o cuenta porque se quedó dormido y él
a. Ella no tenía un teléfono móvil, era demasiado costoso, así que no tenía cómo llamarla. Pero Eduardo sí, pens
ardo lo sorpr
dijo Carlos, un poco mo
rlos
son personas adultas y t
pió Eduardo. Carlos separó un poco
dónde se fue?
simplemente, se fue. E
ir aceleradamente, y su piel
rdo, y Carlos notó que estaba evitando llorar-, per
re? -Te juro que... - ¿ Qué
ya estaba enferma!
dijeron, le dijeron que n
urró Carlos, -. Estás mintiend
a casa, manda
ué hospit
. Y cortó la llamada y Carlos no le quedó de otra,sino esp
ya, no le quedaba mucho tiempo. Sí, él había notado que ella tenía un aspecto más cansado. Luego de ir a ver a Eduardo a su mansión, ella había renunciado a su anterior trabajo, le
o abandonado. Ella no le había dicho nada. No le confió su dificultad
s, se encargaba de todo, de la funeraria, de su entierro, y él no fue capaz de hacer nada, de sentir nada. Le había
se había acabado, y con él, sus vacaciones con sus amigas. Ahora estaba de nuevo sola en esa eno
eguntarle quién era el chico de la piscina, pero se contuvo. ¿ Qué le importaba a ella quién era él? Entró a su habitación y sacó de uno de los armarios un cuaderno grande de dibujo. Le encantaba dibujar. Además, había descubierto algo que se llamaba memoria fotográfica, y ella la tenía, sobre todo, para recordar formas y colores. Rostros, figuras, paisajes. Ella sólo necesitaba un vistazo para luego plasmarlo. Y lo hacía bien. Se detuvo cuando se dio cuenta de que había dibujado la escena que acababa de ver, el chico de negro
u despacho privado, vestido de negro ta
tá frente a la piscina. Eduardo elevó la mirada a ella- Lo he visto aquí ya dos veces, y
que se parecía demasiado a un
ónde lo
hijo de
mente? Alguien debería ir y decirle que entre. I
que un muchacho de su edad podría s
guntó Mariana sin
ntestó Eduardo, y Mariana de
a. P
ía vuelto un diluvio sino hasta que de repente el agua se detuvo. Miró arriba y encontró que al
ella tenía el cabello largo hasta la cintura, y tenía todos los atributos de una mujer-
ella-, tengo un
e ver eso con él-Nos hacemos llamar las sin-madre. Tod
ente para los dos-. La madre de Elena murió de cáncer cuando ella aún era un bebé. Siguió diciendo ella-. La de Emma se fue con un hombre y la dejó con sus abuelos. La de Sofia murió
salimos de la carretera... Sólo tenía siete años. Mi hermano dice que debí morir yo y no ella... Y le tengo terror
stancia. -No te digo que con el tiempo van a sanar tus heridas. Siguió ella-. Eso es
ella con alegría. Sentía ira, sentía decepción. Ella había hecho muchas cosas a sus espaldas, como por ejemplo, decidir que desd
corazón, pero no había considerado oportuno co
Su madre bromeaba con él, reían juntos a menudo y habían desarrollado un lenguaje sin palabras que les permitía comunicarse rápido y eficientemente. Siempre se habían dicho que el uno era el amor de
stuviera alguno de los dos enfermos o no. Comieron en la misma mesa y el mismo plato siempre, fueran finos, caseros, o comidas rápidas. Cuando era peque
an el uno al otro, tenía
e no había acudido a él mientras la enterraba, aparecía por fin- acabo de p
e solo en la tierra. No tenía más familiares, no conocía a su pa
s no llegaban a cubrir ni la mitad de lo que en este momento estaba sintiendo. Su madre había sido siempre la persona más
abía derrumbado. Ya no había nadie que cuidara de él, descubrió. La persona en la que ante
delicada en su hombro-, pero sólo tú puedes hacer que ese dolor s
hacia ella y la miró al
lla sonrió, y Carlos, al ver que estaba empapada, sintió que despertaba de un trance.¿ Por qué estaba él aquí bajo la lluvia? ¿ Por qué lloraba delante de ella como un niño pequeño ?. Cuando no le faltaba mucho para convertir
Se presentó ella con la
Carlos. Mi no
Ent
confianza. Una voz vino a él como si retumbara desde un lugar olvidado en su conciencia. "Esta sangre está destinada a unirs
s San Clemente terminarían juntos? No se h
tino este error un
io. Los vio caminar bajo el paraguas hacia el interior de la casa. En un momento, les pudo ver el rostro y fue cuando descubrió que él la miraba con una luz que antes no había estado