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Un Destino Inesperado

Capítulo 3 La Incertidumbre

Palabras:3902    |    Actualizado en: 23/02/2023

os acompañado de una mujer y el joven que est

de atenciones con un par de personas que de lejos se notaba

ena acercándose. Mariana si

en su auto. Esto

dre es un hombre muy b

ía aquí por un empleo, pero ahora veo que vino ta

és pensando que, ya que tu padre es viudo ande buscando nueva es

rees que

empeoré la situación. No me prestes at

a y Mariana la siguió

e, ni que ocupará el puesto de su mamá. Él la había mandado traer del internado s

l de ella, los estudios de Carlos y muchas cosas igual de rutina. Carlos no comentaba nada, sólo se limitaba a escuchar. Se notaba que entre ellos había confianza, Ed

arlos cuando llegaron al pequeñ

María Guadalu

de ti. Hasta ahora, toda mi a

ido pareja desde que él nació

no..

ociste fueron prejuiciosos y no quisie

. no quería imponerle a mi hijo

rías tenido tal vez que pedirle perdón a Carlos, pero te habrías cas

ueble y ambos se sentaron

sonrió triste. -Ya sé a dónde quieres llega

Carlos, sabe qui

garas a averiguarlo, por

reguntó Eduardo mir

¿ Se mueve en mis círculos, María?, por favor dímelo

engan relación. Sacrifiqué muchas c

A menos que sea un asesino o un mafioso, no veo

en cuenta que, tarde o temprano, él descubrirá la verdad. No se pued

lo terca que ere

a de los cuarenta. Su cuerpo seguía siendo delgado, aunque no tanto como antes, y no había perdido su gracia al caminar, ni esa dis

tus hijos.

rdo so

o es el mayor y tiene la misma edad de Car

to ella con una sonrisa- Me explico Ri

ven como el pe

, o

mpo lejos, de su familia.Me estoy haciendo viejo, ¿ sabes? Es una buena chica. Tal vez un poco como todas las de ho

en. Y R

mpre de mala manera, le va muy regular en la escuela, y está

al vez sólo es cuestión d

respiró profundo sabiendo que tarde o tempr

upongo. Ella adoraba a los niños, fue fiel y cumplió perfectamente con su papel de esposa... Realmente no ten

ay

ntró en crisis, y empeoró su comportamiento. Ma

rarán. Son jó

rdo a veces me sac

un adol

ido. Él la miró en silencio p

Ella lo miró un tanto sor

Te parece bien si pa

o.

e saldrías conmigo... a menos que ya teng

Carlos se

ez. Dij

un adolescente, y si es listo, no le quedará d

ie. Se despidió de ella y se fue sin agregar nada más. María

las manos, recostado en su

Carlos. Dijo ella, y é

vios?. María Guada

. creo

e feliz?. P

lentamente. Daniel la mi

o con él donde él te pasa dinero, o

los por Dios no digas

a detrás de es

r supuest

ce veinte años te propone salir y tú

bamos. Pero había ese problema de l

ayores, las diferencias

día entenderás lo raro, destructiv

so ?... Me parece que no quie

rviviente, además; por más que intentes matarlo, si é

azos y esquivó su mirada-. Pero... no te parece

adolescent

e deba preocuparme? Pasado,

impio. Y pronto entenderás que es un buen

do a un lado el libro. Miró a su madre fijamente y siguió -me parece a mí que no es muy listo

tá tu cena. ¿ Ya

olvió a tomar su libro y

él, sospechando que le aguard

y a veces, llegaban un poco tarde en la noche. No le decía nada, y mucho menos le reprochaba, al fin que

o cuenta porque se quedó dormido y él

a. Ella no tenía un teléfono móvil, era demasiado costoso, así que no tenía cómo llamarla. Pero Eduardo sí, pens

ardo lo sorpr

dijo Carlos, un poco mo

rlos

son personas adultas y t

pió Eduardo. Carlos separó un poco

dónde se fue?

simplemente, se fue. E

ir aceleradamente, y su piel

rdo, y Carlos notó que estaba evitando llorar-, per

re? -Te juro que... - ¿ Qué

ya estaba enferma!

dijeron, le dijeron que n

urró Carlos, -. Estás mintiend

a casa, manda

ué hospit

. Y cortó la llamada y Carlos no le quedó de otra,sino esp

ya, no le quedaba mucho tiempo. Sí, él había notado que ella tenía un aspecto más cansado. Luego de ir a ver a Eduardo a su mansión, ella había renunciado a su anterior trabajo, le

o abandonado. Ella no le había dicho nada. No le confió su dificultad

s, se encargaba de todo, de la funeraria, de su entierro, y él no fue capaz de hacer nada, de sentir nada. Le había

se había acabado, y con él, sus vacaciones con sus amigas. Ahora estaba de nuevo sola en esa eno

eguntarle quién era el chico de la piscina, pero se contuvo. ¿ Qué le importaba a ella quién era él? Entró a su habitación y sacó de uno de los armarios un cuaderno grande de dibujo. Le encantaba dibujar. Además, había descubierto algo que se llamaba memoria fotográfica, y ella la tenía, sobre todo, para recordar formas y colores. Rostros, figuras, paisajes. Ella sólo necesitaba un vistazo para luego plasmarlo. Y lo hacía bien. Se detuvo cuando se dio cuenta de que había dibujado la escena que acababa de ver, el chico de negro

u despacho privado, vestido de negro ta

tá frente a la piscina. Eduardo elevó la mirada a ella- Lo he visto aquí ya dos veces, y

que se parecía demasiado a un

ónde lo

hijo de

mente? Alguien debería ir y decirle que entre. I

que un muchacho de su edad podría s

guntó Mariana sin

ntestó Eduardo, y Mariana de

a. P

ía vuelto un diluvio sino hasta que de repente el agua se detuvo. Miró arriba y encontró que al

ella tenía el cabello largo hasta la cintura, y tenía todos los atributos de una mujer-

ella-, tengo un

e ver eso con él-Nos hacemos llamar las sin-madre. Tod

ente para los dos-. La madre de Elena murió de cáncer cuando ella aún era un bebé. Siguió diciendo ella-. La de Emma se fue con un hombre y la dejó con sus abuelos. La de Sofia murió

salimos de la carretera... Sólo tenía siete años. Mi hermano dice que debí morir yo y no ella... Y le tengo terror

stancia. -No te digo que con el tiempo van a sanar tus heridas. Siguió ella-. Eso es

ella con alegría. Sentía ira, sentía decepción. Ella había hecho muchas cosas a sus espaldas, como por ejemplo, decidir que desd

corazón, pero no había considerado oportuno co

Su madre bromeaba con él, reían juntos a menudo y habían desarrollado un lenguaje sin palabras que les permitía comunicarse rápido y eficientemente. Siempre se habían dicho que el uno era el amor de

stuviera alguno de los dos enfermos o no. Comieron en la misma mesa y el mismo plato siempre, fueran finos, caseros, o comidas rápidas. Cuando era peque

an el uno al otro, tenía

e no había acudido a él mientras la enterraba, aparecía por fin- acabo de p

e solo en la tierra. No tenía más familiares, no conocía a su pa

s no llegaban a cubrir ni la mitad de lo que en este momento estaba sintiendo. Su madre había sido siempre la persona más

abía derrumbado. Ya no había nadie que cuidara de él, descubrió. La persona en la que ante

delicada en su hombro-, pero sólo tú puedes hacer que ese dolor s

hacia ella y la miró al

lla sonrió, y Carlos, al ver que estaba empapada, sintió que despertaba de un trance.¿ Por qué estaba él aquí bajo la lluvia? ¿ Por qué lloraba delante de ella como un niño pequeño ?. Cuando no le faltaba mucho para convertir

Se presentó ella con la

Carlos. Mi no

Ent

confianza. Una voz vino a él como si retumbara desde un lugar olvidado en su conciencia. "Esta sangre está destinada a unirs

s San Clemente terminarían juntos? No se h

tino este error un

io. Los vio caminar bajo el paraguas hacia el interior de la casa. En un momento, les pudo ver el rostro y fue cuando descubrió que él la miraba con una luz que antes no había estado

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