Sometida por error

fus

nes ordinarias, yo literalmente me encontraba suspirando por ese sujeto a pesar de su trato mezquino y su actitud tóxica y como si eso no fuese suficiente me estaba ofreciendo prácticame

pero peor se tornó la situación cuando me vi obligada a interrumpir la destrucción de ese contrato que había firmado sin conocimiento y que ahora

ces? ―preguntó el señor Cavi

vi en la obligación de tener que inhalar y exhalar tres

do pen

ió con

―me contestó él con

estoy preguntando si puede darme tiempo para dec

hasta ese entonces, pasó a mostrar una leve sonrisa

, señorita Reyes, pero me gust

ro la duda ya se había implantado en mi mente, por lo cual me

l otro lado del escritorio, por lo cual zafé una reprimenda física de su parte―… pero hablando

un gesto típico de empresarios cuando se encuentran en plena negociación. En esa posición su rostro quedaba bañado por un halo d

―sentencié c

de su silla. Su actitud no era la de cualquier hombre, l

ate ―m

¿Q

acerques

Su forma de gritar no era grosera o insultante, era algo completamente loco y sin sentido, p

movió para obviar los prejuicios y aceptar su imposición, aunque eso me significaba

idió con su voz pro

Mi pulso estaba acelerado hasta más no poder, pero de algun

to inesperado y certero: mis cerrojos cayeron de i

a que me pides será imposible… si quieres pensar tu decisión, puedo darte hasta mañana a esta misma hora

stragos en mis convicciones y seguridades. Tal como me había sucedido en el sueño,

de conclusión―, está en tus manos el poder de decidir si lo tomas o lo

tro del señor Cavill había dejado atrás su gesto de inexpresividad para dejar latente una e

ula y quebrada―, mañana a esta mis

iné a la puerta.

e a bus

comenzado a caminar en dirección a la pu

ermita que le demuestre que ta

me de la oficina. Su sonrisa había desaparecido, dejando solo sus labios un poco entreabiertos en

luego ―

Reyes… Espero que me e

hora afuera de ese lugar de locura donde no

bía procesar todo eso. Aquello parecía algo descabellado e ilógico, por lo que en un par

abía sido real, tanto el odio como las emociones, pero sobre todo la confusión que me sepultaba debajo de toneladas de sen

alejar todo en el acto y entonces c