La Sombra de un Amor
lo peor que le había pasado en su vida. La amaba, claro que la amaba, mucho más que antes y tenía que recuperarla, aunque se le fuese la
Te necesito. Sollozó Mar
estás con ella. ¡Es
sin levant
sentir el contacto de su mano sobre su piel, todo su cuerpo se erizó, reconociendo al único dueño de su cuerpo y de su alma. María Elena m
. Es cierto que tuvi
ien, me respeta y me valora. Se lleva bien con Susy y con.... Se quedó
u hija. No quería que supiera que tenía una hija, podrían pensar que era egoísta y en cierto modo así era. Pero no podía exponer a su hija de esa manera, no podía dejar que sufriera co
cas eso? . Pre
nto y de ¿D
mi novio, por eso nos v
í!. Expresó acercándose a ella y tom
ue en realidad jamás salió de ahí. Él era el dueño. Y la pregunta que la atormentaba "¿Por qué tuvo que volver? " Ahora que me estaba recuperando. No voy a permitir que me vuelva a hacer daño, nunca más. Se dijo a sí misma y caminó hasta el ascensor para irse a su hogar, donde su hija hijos la esperaba ansiosa por verla. Marco Antonio al quedarse solo en es
ntre sus contactos, quería mandarle un WhatsApp para preguntarle si María Elena también estaría presente en la cenar de esta noche en su casa. Sería una buena oportunidad para volver a verla e intentar hablar con ella. Marco Antonio pensó que, con la ayuda de sus amigos, conseguirían convencer a María Elena de que no podía casarse con otro hombre que no fuera él. Gritó dándole a la mesa que tenía al lado de él. El golpe no le dolió nada para lo
s, necesito que me
je sabía si le pasaba algo o no. Marco sonrió sabiendo que su amigo lo conocía más de lo
María Elena -Sí, ella viene... Pero no v
que me los confirmaras.
e hablemos con Mariana, a ver si la convens
ir varios hoteles, ya que en sus planes estába fijar su residencia en la ciudad de Lima y prepará paquetes turístico para resaltar sus sitios inigualable que tiene la ciudad de Lima, cómo: Punta Negra, ese hermoso balneario que cuenta con piedras oscuras, que le da ese nombre tan particular. La Reserva Paisajista Nor Yauyos - Conchas, El Caral, l
gados y el hotel era suyo. Se dirigió al estacionamiento para buscar el auto que alquiló un Volvo XC 90, azúl marino, encendió el motor, condujo hacia el Sur de
ermosa casa, apenas llegando se abrió la puerta y ahí estaba esperándolo el Señor Hécto
. Se acercó el agente inmobili
racias
y nueve metros cuadrados y de esta hermosa vista. -Así es. Esta cas
que pasará a la sala de estar,
so la bronca de más tarde. Todo eso quería mantenerlo vivo en esa casa, en ese hogar que quería construir con ella. Quer
todo correcto, firme en todas las páginas. Explico
, ya lo f
Con todo lo que había hecho todo el día, se le fue volando y tenía que ir ya a casa de Julio César. Salió de su casa y antes de cerrar la puerta, miró a su alrededor, sonrió y asintió feliz. Con la esperanza reflejada en su rostro, s
o Antonio?. Dijo Marian
de verte cuñada . Exclamó Marco
uñada. Respo
la, se oye la carcajada de Julio César pero Marco Antonio no se reía, sinceramente no le había hecho mucha g
mpre. Déjalo pasar Mariana. Pidió
Mariana angustiada. No quería que su amiga se sintiera in
Por favor, dale una oportunidad, cariño . Suplicó Julio César dán
escuchara, solo faltaba que ella sí le creyera y así conseguir su ayuda. Entró y caminaron hasta el saló
brino preferido? Lo levanto entr
se enfadaría mucho. Exclam
arco Antonio poniendo de nuevo al niño
es por gusto y sé que tiene que ver con
menzó a negar, ella jamás ayudaría al hombre que le hizo daño a su mejor amiga, a su hermana. ¿Es que no tenía decencia? Eso fue lo que cruzó la por la mente. Marco Antonio se acercó a ella sab
es años te voy a ayudar a hacerle daño de nu
ror de creer a mi padre, pero tenían pruebas. ¿Qué querías que hiciera? Me cegué
rdaba como su amiga se quedaba dormida entre sollozos en sus brazos. No quería volv
frido mucho Marco, s
evo... Sé que me ama y voy a hacer que me perdone
ciendo y que sabía le iba a costar mucho más de
nta lo descolocó por completo. Comprendió uno de los motivos por
ar raices aquí en Lima y C
para verla tendría e
de la ciudad de Lima.
prom
olf. Después de confesarle sus planes, parecía que M
a? . Formuló la última pregunta que, ne
pasó, es lo justo. Ahora seré yo, q
o cada palabra de Marco Antonio cada promesa que, esperaba que cumpliera. Marco Antonio la miraba expectante, esperando como un niño que esperaba
rmana... Te castro. ¿Lo entiendes verdad? . Los tres soltaron una carcajada. Marco Antonio la miró
nio separándose de ella-. Gracias Marina.
eno ya te queda
ía comprado y con ello el motivo por lo que lo hizo. Les contó que había visto a María Elena y que habló con ella, intentó ablandar su corazón. También hablaron de su padre y de cómo
daron sin habla y se miraron, intentado pensar qué podían decirle a Marco Antonio sobre la niña sin que
ién te lo dijo? -Pregu
do Mariana y Julio César se disponían a responderle, sonó el timbre, provocando el nerviosismo en Marco Antonio y también en Mariana. ¿Qué harían ahora? Mariana es
con Alberto y su hija, por favor comportate
cómo un angel
o si su corazón supiera exactamente quién era su dueña. Cuando llegaron al salón, María Elena lo vio y palideció. Marco Antonio clavó sus en ella, pero María Elena desvió la mirada hacia Mariana y le susurró algo en el oído que, no pudo escuchar, aunque sabí
Dijo Julio César. Pero Marco Antonio
Lo llamó tocando
do. Dijo
Alberto que estaba ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor. Pues
No borraba su sonrisa, sabiendo lo que eso le gustaba a ella, lo que estaba pasando. Entonces Marco Antonio entendió, que la noche iba a ser m
eraba que la noche pasara rápido y a ser posible, sin ningún percance. Pero conociendo como conocía a Marco Antonio, estaba segura de que eso no iba a pa