En los brazos de un dios griego
ico es una mentira, con cada paso que aquel dios griego hijo de afrodita daba, una chica se detenía y lo admiraba y
s sentimos incómodas, lo único que cambió fue cuando subimos al automóvil
eguntó Jason en la parte del copilot
omo prefieras llamarlo
do los
mi amiga. Jason asiente con su cabeza y aprecia todo lo qu
e habitaciones de mujeres, o los de su tiempo en la antigua grecia, aun en mi cabeza no cabe como es que alguien le pudo hac
as como Alicia.” la voz e
ra y me ve
me puedo sen
eguro es que quie
en todos lados Mir
hacer tal cosa. —
s hombres me invocaron, eso no fue de
. — o sea, sabemos que en aquell époc
aclara Jason. — Pero no me invo
? — cuestio
de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza, pér
ta al camino. — Amigo debo decirte que presenciaste la creación d
a con incredulidad. — ¿C
, Miranda
elve a m
ado desde que me lo re
centro comercial y el auto se de
licia apaga el moto
ía reconfortada? claramente están en lo correcto, apenas pasaba un dia con Jason y ya sentía que llev
s colocando celosos a muchos hombres los cuales se llevaban a sus novias lejos de aquel imán. Entramos al pr
erca rápidamente mirando a Jason de arri
esperando a qu
? — le preguntó dirigiéndose
nud
se. — lo detengo. — A
más músculos que Simon y obvia
a bien. — habla la
ones de diferentes
o que compres tantos
que Miranda compre, está forrad
único que quiero de ella es empotra
hicieron que mis mejillas se prendieron en fuego, este h
s pantalones
za sin dejar de ver a Jason,
ante de todos. — lo reprendo. — nadie
incero. — se en
do no le gusta escuchar
e acerca a mí y planta un beso sobre mis l
es sobre su antebrazo. — Pase a los vestidores. — se los da a Jason
Alicia y yo nos sentamos en u
ensacional que luce, es como si tuviera un brillo natural. — habla la mujer. — si me hubiera
a intenta no reírse de la situación, claramente Jason de Macedôn
entes a su talla, me levanto e inspecciono cada ángulo que tenía y debo decir que tiene u
pregunta
nto con mi cabeza.
ncias. — asiento con mi cabeza en
suéter, camisas y camisillas
la mano viéndome fijamente a los ojos. — Nunca antes alguien s
pena que te vean siempre como una máquina sexua
o de lado. — acomp
exo de lado. — asi
o vieran, porque a través del ventanal había chicas viéndolo como si fuera un famoso, babeaban y aclamaban por el. Cuando todo estuvo listo nos acercamos a
para mí un hombre le tendió un volante a Jason, se notaba la
para un cort
ecesito uno? —
uieres
Si
anda
viéramos creando a nuestra pareja ideal… bueno a mi pareja ideal, con aquel cambio tan drást