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En los brazos de un dios griego

Capítulo 4 4

Palabras:2668    |    Actualizado en: 05/01/2023

ejó el montón de cartas que llevaba en la mano sobre la antigua mesa de alas abatibles, que decoraba el rincón adyacente

formó un nudo en la garganta. Todas las noches la misma rutina tranquila: entrar a un hogar vacío

race era una aburrida y escueta

os, Grace estaba muy

ansable buscador de tesoros nasal

, pero seguro que había alguien ahí afue

n

independiente no era tan espantoso. Al menos, tenía muc

ntras caminaba por el pasillo que llevaba a su dormitor

los zapatos junto a la cama. No

ta cuando sonó el timbre. Bajó de nuevo

ió la puerta, su am

rte eso esta n

llenos de agujeros y después se fijó

o; en la enorme cesta de mimbre que Selena utilizaba pa

igeramente irritada

es tu prob

, rogando a los cie

amente, no l

luna y que no arrojo mi gordo y pecoso

a de lo encantadora

uente comentario, Selena llevó el libro a la salita de estar y lo colocó s

gado una pizza antes de salir del trabajo, y

sible, Grace se acercó a la

dió la mano y tocó la

bía sentido una car

ridi

en esta

notó que no había título, ni ningu

as parecían haber formado parte, originariamente, de un rollo

ella había un elaborado símbolo hecho a mano, formado por la intersección de t

por recordar si aquello podía ser u

tas páginas y descubrió que estaba completa

extr

decidió. Eso sería lo único que explicase que las páginas estuviesen en blanco. Algo t

r qué las páginas parecían mucho m

do sacar nada en claro. Al contrario que Selena, ella evitó las clases de lenguas antiguas en la facultad como si

griego —dijo sin aliento cu

mente perfecto e incitante

ujo tan perfecto. Alguien debía haber pasado años dedicado a la tarea; porque

Grace miraba fijamente a Julian. Nunca la ha

i

ayudarla. Cuatro años

comportado de un modo tan cruel con Grace y con sus sentimientos,

No cuando estaba con alguien que

todo lo referente a Paul. Y, una vez que descubriera lo bien que sabía el

eguir que su testaruda amigui

? —le preguntó mientras

i

traído. Por alguna razón, no po

ra

obligó a mirar

H

omeó Selena. Grace s

más que un pequeño di

dibujo no ha

, eres

nte cierto

do esperando el momento

el vino en la mesita del teléfo

roma de la enorme pizza de pepperoni y sus pensamientos dejaron a un lado el

result

nuto que pasaba p

. Ni siquiera Brad Pitt o Brendan Fraser despe

e extraño en

n

llón en la otra punta de la sala, a modo desafío personal. Sí.

atro copas de vino y una película, se reían a más no poder tumbadas e

cantar, y acto seguido golpeó el suelo como si

cojín y le dio la risa tonta al

rlona—. ¿Estás achispad

Maravillosamente contenta. Selena s

spuesta a hacer un

ejas—. No quiero utilizar la Ouija, ni hacer lo del péndulo y te juro que s

io, Selena cogió e

e menos

Grace lo observara y seña

él? Grace lo

relamers

rdar la última vez que Grace le había dedicado un cumplido a un h

Admítelo. Desea

de mi cama ni a cambio de unas ga

nerlo en tu cama? Grace puso los ojos en

os de mono a

o la que va

ando atención

uncias este hec

on Selena… tenía aquella expresión. No se detendría hasta salirse con l

empo que sabía que ninguno de los estúpidos r

te sientes me

la agarró de un brazo

os salir

arle el cuello a un pollo, n

dejó que Selena la precediera a través de la puerta corredera de cristal que daba al porche. El aire húmedo llenó sus pulmones, escuchó a los g

por l

e preguntó a Selena—. ¿Pe

de un rayo de luna que se colaba entre los árbo

pecho y abráza

sus brazos y lo acercaba a su pecho, como si de un amante se tratara—. Me pones tan

na s

Esto es

vaqueros a los que mi madre les prendería fuego y abrazando un estúpido libro para invocar a un esclavo sexual

dió los brazos a ambos lados, echó la cabeza

hazme todas las cosas escandalosas que sepas. Te

a res

Tienes que decir su nombre t

esclavo sexual

rras, Selena le lanz

de Ma

dolor que siento en mis partes bajas, ¡Oh! Gran Julian de Macedonia, Julian de Macedonia, Julian de Macedonia

ción. Estaba muy ocupada mirando por todos lado

oma a sándalo las envolvió. Volvió a inhalar para recrearse de nuevo en el agradable olor antes de que se evapora

do procedente del patio trasero, y l

o las plantas se mecían. Y entonces, el

ló y señaló a un arbus

a, mir

erviosismo de Grace. Un enorme seto s

Selena, y dio un

n miau rompieron el silencio, un segundo antes de

ó el dorso de la mano a la frente, en un simulacro de desmayo—. ¡Oh, ayúdeme Señora de la Luna! ¿Qué voy a hace

o de un tirón. Regresó a la casa mientras pa

a que Selena pasara al fr

uántas veces tengo que decirte que hay un vieje

ía a que ahora mismo está partiéndose de

lo que sea a que hay algo en los primeros pá

de cristal y suplicó u

a testaru

, al contestarlo, Grace escuchó la

argándole el auricu

escuchar la voz nerviosa de Bill. Por la repentina pali

eguida. ¿Estás seguro d

e camino… no hagas nad

ez, volvía a ver al policía en la puerta de su dormitorio,

? —pregun

ando a baloncesto y

ranquila. Gracias Señor, no h

cuentr

e le hizo una radiografía antes de que se marcharan. Me dijo

e en mi coche? Selen

de que no es nada serio. Pero ya sabes lo aprensiva que soy. Quédate aqu

ísame si

llaves. Se detuvo a mitad de ca

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