Embarazándome del CEO
creer! -chillé
osición de arte de un famoso pintor cuando me
n en la empr
al de
o porque el jefe estaba necesitando a su secretaria urgentemente. -Mañan
obre la empresa Grayson, según dice la maneja un
esa miseria -alardeé. Si, estaba harta de que en mi casa me hicieran menos y
amiga. Lo me
dida-no tengo ropa para ser una secr
exposición, esp
reo, mejo
a jalé del brazo y nos esc
ue, ya vez que esta que babea por ti y
odó lo
ueno. De esos que son muy fem
lleguen a las rodillas. Asà he visto en las pelÃculas -se enc
. Al fin y al cabo s
asi
dola del brazo para ir dentro-estoy emocionad
te pagarán bi
Ojalá. Es
sà que espero que valga la pena. Me compré varios vestidos bonitos y sexis
e sin algo de din
si vamos a cel
ero mañana ten
mos a fiestas y esta es una buen
tomar -le adver
e la tienda y no
la fiesta
a otro shot más, tuve que hacerlo. Ya llev
o bastante guapo, usaba traje, su corbata estaba deshecha como si el mismo se la quisiera arrancar. Pidió una botella de whiskey mie
co que estaba junto a ella. Claro, se va con un ho
nto a mi, me estaba poniendo nerviosa porque podÃa distinguir su perfume varoni
Miré al hombre junto a mi tomar su whi
Ãa visto. Su cabello negro estaba despeinado y eso le daba un mejor toque, sus ojos eran negros y sus labios se curvaron en una sonrisa. Las mangas de
oy -res
cupado -le sonreà nerviosa.
cupas por un desc
car con una desconocida que con a
azón. ¿Crees que
me acerqué-
rosamente-Pero quizás pue
que f
ctivo me estaba haciendo una propuesta indecente. No lo conocÃa y probablemente jamás lo volv
ambos nos levantamos del asiento. Subimos las escaleras y nos metimos a un cuart
dos. Me sorprendió cuando metió su lengua si. Nos quitamos la ropa desesperados, el chico me lanzó a la ca
era noche
erÃa a ver. ¿Será que frecuenta mucho ese bar? Quizás me de una vuelta por allà el sábado. Pero era lunes y tenÃa trabajo que hacer. Me levanté y me duché rápidamente. Cuando salà me puse uno de los vestidos que habÃa comprado, me alisé el pelo y me lo amarré en una coleta alta. Me pu
mi mente solo estaba lo que ese hombre y yo hicimos an
icio. Jamás habÃa venido por aquÃ. Avancé hasta llegar al ascensor, según tenÃa
n escritorio-Soy Roberta White y
ber la chica, muy elega
, e
grandes y afuera habÃa un escritorio vacÃo. -el señor Grayson está necesitando con urgencia a una chica y por eso te he
aci
a y toqué la puer
bien. HabÃa un hombre de pie hablando por teléfono mientras veÃa por el vidrio hacia los edificios vecinos. Me daba la espalda asà que
mos de pied
uede.
en pase la mejor noche de mi vida frente a mi, con un
-inq
trance y
inc
trampa ni nada por el estilo. Yo recibà la conf
ró de arriba abajo con descaro y despué
ate -m
lo que hicimos anoche empezaron a bombardea
lia, Roberta, pi
trabajo está bien. ¿
aba tan serio, no parecÃa el hom
erior tan fuerte que
ómodo pero estamos aquà para trabajar y la verdad hay mucho que hacer. Lo que p
o as
lo, quise decirl
ándome unas carpetas. La secretaria de Daniela
à de
cardo G
Robert
i nombre-... bueno, tu
use de pie, toma
or, ere olor que me vuelve loca. -No pido que olvidemos lo que pasó anoche porque
jefe y la secretaria pero no me atrevÃ. Es que
Ã-no fue nada. Estaré afuer
e me vine a meter? Puse las cosas en el escritorio y tomé algo de aire. Noté que a la par habÃa
a, quien supongo que es la chica que vi
eció en mi escritorio y se s
dijo que me
que tenÃa que hacer. Mi mente estaba dividida entre aprender y Ricardo. En
su oficina? -le
eñora
ien es? -me
ecretaria del
etaria. Abrió la puerta sin tocar y se metió a la oficina de R
en es
da del señor Ricardo -me dijo. Y fue c
e de nuestras vidas juntos, bueno, no se si la de el fue la mejor pero para m