Embarazándome del CEO
do relaciones. ¿Era eso normal? Significa que Ricardo es infiel. Estoy tan confundida ahora
obe
sexy jefe parado frente a mi.
ientes y necesito que me
¿
omidas de negocios, Roberta, acostúmbrate. Toma tus
tramos, habÃa silencio, un silencio incómodo hasta para mi. Traté de olvidar lo que pasó anoche y concentrarm
s a nadie sobre lo que pasó an
ba hacerl
ara y me hiciera sentir como que lo que pasó anoche fue un error cuando yo no lo sentà un error. Pe
rfe
inamos hasta el parqueadero donde un flam
muerzo? Para seg
i r
go, es conmigo -repitió, abri
nd
me gu
ste auto olÃa a nuevo, muy bien. Ricardo se mo
las dices en la empresa, necesito que estes muy atenta, son clientes muy importantes y el
o -as
a notado que Ricardo le habÃa puesto el ojo. Si, Ricardo, todo esto
reservada para los clientes ya, nos dirigimos a ellos. Eran tres hombres maduros per
l? -mi jefe salu
eñaló uno a mi-Es muy herm
son
dio una mir
mi sec
cuando dijo eso. En
placer de conocer a tu esposa
cupes, Jare
elegantes me vieran comer como lo hago yo. Solo me limite a ponerles atención a lo que decÃan, cada
sa costilla de cerdo que tenÃa el señor Ronald en su plato estaba muy a
jo Jared, mirándome descaradamente. Me puse recta y le sonreà amablemente. Él me devolvió la sonrisa.
os. -dij
dejándonos solos al fin. E
aremos hasta tarde hoy, t
i. No lo sé -est
vor tráigale el plato del dÃa
, s
ahorita no tengo dinero. Voy a cancelar la ord
e lo
s nec
orden,
ue
té de
me pediste -
me lo e
enc
y ni siquiera sé por qué se lo dije.
¿
. es
entras tenÃa la m
entiendo
yo me referÃa co
er tu trabajo n
Ricardo, solo querÃa que me ac
me con esos ojos que anoche me dese
taba como em
, Roberta,
no me haga
pe
No sabes como ne
. Se que tienes dudas y lo que pasó anoche quizás te dejaba rogando a un hombre por atención. Eso me hizo despertar de m
orque estoy en todo mi derecho y luego vuelvo. Nos vemos, señor. -me levanté del asiento y salà del restaurante
pida y almorcé con pesadez. Has
como si nunca nos hubiéramos co
ca, como toda una profesional que nunca tuvo una noche de pasión con su jefe y ya. Hice todo el trabajo que la secretaria anterior habÃa dejado en vano y l
-Ricardo sale
da. ¿Por qué? ¿Tendré q
rabajarÃamos h
i contrato, lo siento, señor. -me giré
le habÃa contado-El hombre más guapo de todo el estad
su casa, la verdad
el destino
como si nunca me hubiera hecho suya hast
a, lo sie
e jugar a que jamás nos co
. Piensa, si estuvo contigo quiere
cardo sabe lo que si
des
me iba en taxi y lo alcanzaba en el restaurante. Nada mas. No le dirigÃa la palabra que no sea por trabajo. Y creo que estaba empezando a desconcertarlo un poco. Estaba en mi oficina trabajando tranquilamente cuando Ricardo
e son est
e dije como todas las mañana.
ensativo u
ina -dicho eso se
rta, cerrándola estando dentro. Ricardo se quitó la camisa dejando ver es
ré a otro lado
eguntado por mi
ad
eti
ha v
bien,
sado? La curi
la corbata. Me acerqué un poco recelosa pero le ayude a acomodar la corbata. E
gusta perder. Se la terminé de acomodar, me iba a alejar pero Rica
sa? -qui
-me dice-no habrá negocio con
ceño per
tá
man
r por qué? -apret
incumba -le dije, su
jo cosas
asu
e co
lir contigo y se preguntó si serÃas buen
illas a
Q-
a en la cama y luego d
astre. Tragué grueso porque no
zafarme de su agarre pero no me soltaba, es más, m
ia oÃrlo decir eso, Roberta. Me dio rabia porqu
sté con Ricardo, el efecto de todo me hizo querer
i? -qui
adas y yo que recuerde preguntas
cercó más, podÃa sentir su aliento cerquit
diré -me q
berta, nece
levé una cej
stampó contra la pared y me besó como si su vida dependiera de ello. No me negué, también lo bese como si no hub
que venÃa