EL PRINCIPE DE HIELO
manera, cada rincón, cada juguete, cada piedra...
rcó a mí y me p
ría quedar involucrar, y a pesar de ser tan solo un niño de 7 años, si el consejo y los n
rey y mi palabra es ley!, si yo considero que mi primo no estuvo involucrado o no tenía conocimiento deberá s
uerte o exilio, ya se decidirá
resultar cómplice, si bien tan solo tenía 7 años y temerle a su padre, él sabía di
gación, cuando Likantor entro a mi habitación cerrando la puerta detrás de él... llevaba un pequeño dragón tallado en madera, lo puso en mi
mí y colocó el dragón de cabeza, había un pequeño orificio en el abdomen del dragón, Likantor tomo una aguja y la insertó en el orificio presionándo
e tomarlo, Likantor
se trataba de un veneno paralizante, unas solas gotas en la comida o bebida puede producir una parálisis paulatina, no ocurre de inmedia
ieron ni llamaron a los guardias para su auxili
ntraron aún bajo los efectos del veneno cuando fueron a buscarlo a su habitación tras el ataque, de haber sabido lo que le pasaría o el
, poner en riesgo la vida de un niño para esconder sus fechorías, eso solo puede
s gotas en la bebida de los reyes sin que nadie lo notara, lo que aún no puedo explicarme es la razón por la que no lo paralizó a usted, siendo también su objetivo, la orden que recibieron los asesinos era eliminar a toda la familia real, incluyéndolo a usted, y si su primo despertaba antes de tiem
mi favorita, la nana me dijo que mi tío había ordenado que nos enviaran una a mi primo y a mí, ya que no había podido acompañarnos en la cena, no se me hizo extraño, muchas veces antes lo había hecho, pero por estar jugando en mi habitación en vez de es
ontaban con eso y con la llegada de su propio príncipe, si bien, sigue siendo parte del reino que
en deuda con mi enemigo, pero había que reconoc
ordené que fuera informado el intruso sobre cu
l dolor y ejercer con sabiduría el puesto que ahora le ha sido heredado. por mi parte mi señor, tendrá mi
abiduría, solo te pido que permanezcas a mi lado
ré de su lado maj
nera, su vida será perdonada solo por esta vez, permanecerá en el reino hasta que sus heridas se curen lo suficiente para poder emprender el viaje de r
el más mínimo deseo de ver a nadie, no quería toparme con mi pequeño primo, no sabía que decirle, acababa de dar la orde
tomada por mí, los nobles del consejo y la guardia real estuvieron d
mientos. Él era un niño, igual que yo, su madre había fallecido hace un tiempo y ahora perdería a su padre, quedaría solo en este mundo de la misma manera que yo, y a pesar de que mi mente y Likantor insistían en que no era mi culpa y eso no era
que este el monarca presente cuando se lleve a cabo la sentencia, yo no podía hacerlo y exi
on su hijo, bajo estricta vigilancia. Esto no lo hice por él evidentemente, quería que mi primo pudiese despedirse de su padre, pasar un día junto a él antes de que nunca más pudiera verlo de nuevo, eso es lo que m
de un niño, de inmediato comencé a escuchar protestas y reclamos, pensaron que por ser un niño podrían intimidarme y más de uno quiso aprovechar la situación para intentar manipularme, ya sea con miedo
e sería tan indulgente con ellos, eso basto para que los demás nobles respetaran mi autoridad. Para mi fortuna tenia a Likantor de mi lado, haciendo cumplir mis órdenes y respetar mi autoridad, la guardia entera de igual manera me juro lealtad a