BLACKGOLD
los ojos, como si no hubiera
quiere
os-. Lo obvio, sé cuando te atrae mucho una
jada, para luego e
hacerme de ti. ¿
s sueños -contestó su
lla -señaló con el dedo a
cubrirlo por ti mismo -respondió alzando las
o soltó otra
te no, Yasir! -
manera inocente-. Aún
a -su amigo negó
botellas del más fino
-replicó su je
con eso? -preguntó Y
puente de su nari
¿Usarás ese
-Yasir respondió, mostr
una mierda -le respo
bata, y el primer botón de su tr
siento mi
eso? -Camilo s
conoces mej
eres un cabrón
a cabeza y le sonrió-. Me siento tranq
algo. Pero en ese momento, Yasir le pasó p
bolsillos de sus pantalones, para agregar:- Regreso
no tengo duda de que esa mujer es toda
erto que esta negociación me beneficia d
que tienes de la mejor forma -Ca
ontar con ello, tomaré tu
la completa visión del club. Quería saber si podría ver de nuevo, a la mujer que había llamado su atención esa noche. Pero una vez más no obtuvo los resultados que esperaba. Dio una respiración profunda, antes
algo más. Lamentablemente ese algo no podía dárselo, en el pasado tal vez. Pues la conocía lo suficient
r Asrlan había aprendido la lección, de la manera más dura y cruel. La llama de la pasión por ella se había a
e manera profunda, an
quejó la joven, con
beza, y de manera
que no puedo posponer solo
cambió de actitud-, so
va esta mujer?!»
esa manera, ya estoy aquí -se
a cabeza, en señal de confusión
iendes? -qui
, eres inmensamente rico, y además no vienes mucho a Amé
que hacer un mejor esfuerzo. Por eso sin
ertirme, y como dices soy inmensamente rico. Por tanto; mi vida no es tan privada como quisiera, y por eso no puedo estar visitando clubes nocturnos -pasó la lengua por el
ió, su cuerp
a -se puso de puntillas, e
asir alejó el rostro
y acarició la nariz de la chica con el
o, Yasir -e
ornó l
con esta mujer!», ex
sillón de los sillones grandes. Se quitó el saco, y dobló las mangas de la camisa hasta los codos, extendió un brazo por encim
r curiosidad, muy poco le importaba lo qu
erar por ti -respondió la muj
-él dio un resoplido-. Me