BLACKGOLD
él lo sabía, y muy poco le importaba. No era nada atípico para el cazador que él era. No sentía ningún tipo de culpa, ella era preciosa. Aquellas piernas torneadas, que
la maldita falda transparente. Si ella fuera suya, no dejaría de ninguna manera que saliera a la calle vestida así. No permitiría que otro hombre deseara lo que era total, y completamente de él. No podía deja
sus propios ojos, el hom
», se cuestionó ya que no ten
ser, ni en un millón de años. Pero la rabia de ver al hombre detrás de la pequeña mujer con in
su acompañante esa noche,
lo único qu
que no estás conmigo esta
ue mi intención
perdido su interés en ella de repente. Sin embargo; ella sonr
stés un poco desorientado. Con e
z que vengo a América -replicó él- ¿Recuer
n una sonrisa pícara-, hacíamos mucho más que
hico, dos semestres más avanzados que él. Se dio cuenta de la clase de mujer que era. Una cualquiera, aunque no usaba ese calificativo en una mujer que vendía su cuerpo, para obtener el sustento y mantener a su familia
acariciar su amplio pecho, y con vo
os juntos en la universidad, para romp
erección desde que había aparecido aquella pequeña bruja en la pista de baile, y que le había hechizado con solo contonear su
b estaba oscuro y abarrotado de gente. Eso muy poco le importó, ajustó la mirada hacía donde estaba la última vez, y ahí la encontró. ¿De nuevo?, la
sto es una loc
ndo el paquete que estaba dentro de sus pantalones
-él se aclaró un poco la voz,
ho tiempo desde que nos vimos en Londres, y nos divertimos a l
se trata de diver
opló, y
oy solo un ne
estás muy lejos de la ve
os económicos. Sin embargo; tenía que aparentar otra cosa. La tomó de forma un
aseguró y cubrió sus l
sabía de primera mano. Había disfrutado de su cuerpo más de una vez. En algunas ocasiones las mujeres podían convertirse en armas tan let
empre has sido un excelente amante -ella con su voz dulce, cre
ra un hombre solitario, marcado por una tragedia familiar. Todas las personas con quien se relacionaba, por más que tuvieran fortuna igual que él, fama y poder, querían un
sonó en el luga
e y fuerte interrumpió
aquí -suavemente so
si hermano y confidente, Camilo. Fueron hasta un pasillo en donde se encontraba
cede? -p
ediste -dejó el folder con los
o las manos s
orrecto, la empr
-Estaba un po
sitar de manera desesper
ir estaba un poco confundido, abriendo el folder que l
ninguna conexión familiar entre los fundadore
se escapó un silbi
ro que prefieran perder un treinta y cinco por cie
nte miró hacía la puerta, como si esperara que la acompañ
su sillón y palmeó el brazo de su amigo-. N
Yasir. Algo me dice que
milo mostrando los dientes-, pe
mucho con tu
í, hermano -sonrió-.
lado de su escritorio. Ya que ahí era el monitor más grande y completo. É
años -comentó C
oy buscando? -preguntó a
esa no pasa desa
stá de cumpleaños?
ción -Camilo cruzó los brazos, al ver como los ojos de Yas
sonrió él c
amigo por años