BLACKGOLD
as. ¡Por Dios! Estaba cumpliendo veintiséis años, y durante todo ese tiempo sus experiencias sexuales habían sido un total y completo desastre. Al punto que decidi
esta de cumpleaños número quince. Karen se había convertido en su organizadora de fiestas personales. Cuando el
arrepentimiento, Aless -negó con la cabeza, y después la señaló con el dedo, diciendo con ese gesto que no iba a tolerar a
rofunda-, trataré de comportarme, aunque debo ser sincera.
terrible excusa
n lado todo el esfuerzo que su mejor amiga había hecho. Miró las instalaciones y un escalofrío recorrió
de temprano. Se escuchaban murmullos a sus alrededores. Lo que esas personas no sabían, era que Karen se tomaba su papel de organizadora muy en serio. Había reservado una mesa con un
perando. -la tomó de la mano
spués de soltar un silbido, y hacerle señas para que se acercara le deseó un feliz cumpleaños, y una muy buena noche. Las dos chicas se echaron a reír como tontas, y se apresuraron a en
mo y azul. Las mesas eran modernas en acero y vidrio templado. Las sillas tenían un to
que menos se esperaba esa noche era que Karen hubiera reservado una mesa grande en el área VIP. Continuaba s
¡Es tu noche, Aless
smo tiempo que le erizaba la piel. Cuando la sensación se hizo más insoportable, se levantó de su asiento y giró lentamente, escaneando el lugar todo lo que
bración, y compartían un muy buen rato charlando. Realmente le agradaba, era muy buena compañía. Pero esa noche notó al
s! -Le dio un beso en l
esto?», pensó ella sorpre
rganta, y se obligó a sonreírle con cordialidad,
o el joven acercándose un poco más de la
amelito! -Esa vez fue V
razo riendo por su apodo desde niña, per
algo -anunció K
ó John sin dejar de mirar a Ale
organizarle una fiesta. Las personas más cercanas de los tres estaban ahí, incluso habían compañeros de la universidad. A pesar de que estaba pasando un rato agradable, y dif
años transcurridos, hizo que su pecho doliera. El lugar comenzó a girar
ó ese ataque de ansiedad no
ohn se le acercó f
za, dio una respiraci
a los ojos para hacerle saber que todo