icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Mienteme

Capítulo 2 Capitán Crash y la Reina de belleza de Marte

Palabras:3370    |    Actualizado en: 03/06/2022

top que descansaba en mi improvisado escritorio sobre el toca

debía estar conectada. Subí las escaleras de dos en dos sonriendo al pensar en ella.

o favorito, la película y, por estos días, al actor que nos qui

estaba

os dí

. ¡FELIZ C

ACIA

mo e

Amane

te si

o más

ómo empeza

amanecí soñando c

isas traspasab

e el desayuno, y yo, lamentándome porque me desperté cu

revió su tarea de ll

seriamente hacer reservación estas

no, no podré ir. ¿Con q

es que, como nosotras, están perdiendo

ía las pantallas de mi navegador e

, un par de entrevistas y algún adelanto más. E

sitas

las fotos y las nota

seg

de MSp que parece ser la de Trev. ¿Quieres cheq

uenta de MSp que hacía

o me encargo.

or mail. No es mucho

to más que

emos d

o. ¡

a los banner de Dylan, siempre eligiendo mi foto favorita, lo cual, siendo TCast mi objeto de adoración, era una

s hijas y una casa? Ese poder de admiración y dedicación, era sorprendente. Lo mío er

erencia de leer ese libro con título de canción futurista, las dos, que solo habíamos tenido como único roce con

escentes, terminamos babeando por la contrafigura: el extraterre

quien me había pasado el dato de esa maravillosa escuela que podr

nía mi viejo apodo: Beauty Queen. Y la foto de perfil,

llage de ojos entre celestes y turquesa. Captain Crash: un extraño

ra músico. Componía e interpretaba sus propias canciones, tocaba el piano, la guitarra,

rafía olvidable para una de las ba

dí a investigar un poco más, mi

la que cantaba, con giros casi cómicos que rompían el

ara como amiga a su MSp, aún cuando su pe

canción con atención. No pensaba mentirle, aunque quizás no le importara. La verdad era que me gustaba,

. Sin lugar a dudas podía agregarle la pasión a la

os amigos que tenía y pronto me

mendado Dylan. Las fotos eran de Trevor saliendo de un bar, bastante más borracho de lo que debie

die la

–pensara y decidiera no publicarlas. A ella no le gustaban las imágenes de paparazzi que podía

ntensa, poseída, me

él y al director. Noviembre parecía tan lejano

autora desconocida, que a seis meses de haber sido traducido al inglés había logrado un éxito

e de bajo presupuesto, de pronto, por la acción de l

Estrella en GreyStone Place, una sitcom londinense,

ios y extraños. Su personaje jugaba peligrosamente con las drogas y el alcohol, y algunas actuaciones reveladora

i caso: solo después de obtener el papel de RT, el Comandante de Xydoni

cias a su bajo cachet y gran repercusión en

ica de GreyStone Place para la pantalla grande, contando con él en el reparto. “Caball

to, la prueba ib

ión y la difusión de sus trabajos. El ignoto inglesito de ojos claros como el mar del

s otro ni

ar con él en sus filas; su nombre en la cartel

cócteles explosivos que solía tomar todas las noches, y los paparazzi lo seguían mientras salía a los tumbos del bar de moda con alguna

tan aburrido,

a, llenando la pantalla con sus ojos desenfoc

Dylan, resumiendo las entrevistas y detalles del final de la fi

tenía su propia computadora! Supuse, enojada, que sería algún amigo de ella, en

–Apareció e

: Era de Ca

e había verificado todavía que fuera su MSp personal. Y si era él, dudaba que fuera a hacer contacto con una

la celeste titiló un momento y por el silencio

s de la pantalla

ecer tu mensaje, pe

o, pero traté de actuar relajada, o cuanto menos de parecer cool aunque

cha experien

eocupes,

picaz a medida que el tiempo pasaba: Quizás algún amigo de Castleman había decidido tomar las ventaj

z amarilla, pensando en el efecto qu

unta me descolocó. ¿Era su música? Era…

e solté el pelo. ¡Como si pudiera verme! Me reí sola mientras volvía a teclear. Las palabras

e. Era probable que ese sistema de chat mostrara las veces que uno escribía

gusta –r

or lo apasionada

nvalentonada por el desafío–. Alguien que sepa. Yo solo pued

? ¿Te movili

dí sin más

areció s

lencio. Busqué en ella alguna señal del mo

o podría preguntarle a mis

. De todo. Repasé la ecléctica lista de CDs que gu

la verdad? ¿Solo porque quería prolongar

como “La chica que chateó quince minutos con Trevor Castleman”. Semejante

llos que el mismo reconocía hasta aquellos recitales

eran tan variables como el tiempo? ¿Q

e pasado por Metallica, Britney Spears… no sé –La pantalla volvió a qued

ción te g

sin dudar. Un ícono

mi perfil? Salí del chat y fui a mi e

nte en cuanto descubriera que podía ser su madre. M

lado y busqué refugio en e

allí? –No le h

vo en L

desconocido. ¿Y si era un asesino serial disfrazado de Castleman? Bien podía val

hrow. Nada más alejado

s decir que era de Londres, pero, salvo las acotaciones sob

é como para resp

o. Extrañ

Los Ángel

S

guntarle por las dos películas que había filmado y que querían estrenar ahora aprovechando su escalada de populari

s over”. Se me cerró el pecho. Me sentí aún más lejos de lo que

ro empiezo a

ra aulló con fuerza: mi café e

ar otro caf

café, arrojé tres cucharadas de azúcar y volví a volar sobr

a. Pediré

¿Estás en

a no encont

ba saliendo la reportera, la fanátic

jeroso, al margen de la mirada extraviada por el alcohol. Acerqué la mano a l

, pero… –La frase quedó sin te

por otra: “Lover Mine”. Sugestiva. Comprobé que las canciones se podían d

do en falso un segundo, desconcertada. Él no podía saber q

Cu

El diseño lo había bajado de algún lugar y ha

ió escr

simple. ¿Sabes

os intensivos, podía darle una mano con las cosas básicas para a

o que yo me tenga que dedicar porque no tengo tiempo, pero quizás pueda

doras muy devotas e interesadas en

incera confesión. Su felicidad v

uejarnos con la cant

y mu

lo que s

a última vez que lo hic

star en tu lugar. S

a la pantalla como si la palabra estuvier

a. – En lo que

Una página personal, donde pueda reflejar lo q

lo dos veces. Dylan ib

nocido, pero no me importaba, pagaría de mi propio bolsillo para que é

Escribí acelerada

ie

uy buenas y con mucha

con ellos. ¿Te parece? No

n devoción. ¿Cuánta gente podía tener esta posibilidad? ¿Y todo est

Kristine, cantu

costumbr

ch

ue me detuve en la hora: era casi la una. La una! ¡

cerrar la conversación. Abrí mi nuevo bolso y metí los regalos para utilizarlo

yudarme con algo si no tiene

le estaban demostrando q

o a la web? N

ue tienes

te al monitor. Estaba vien

ó en un abrir y cerrar de ojo

enad

puedo a

aci

cinco de la ma

S

s dormir

o

la mientras abrochaba una sandalia, esperand

aquí – ¡Diablos! Y otra vez tecleé sin filtro–. Creo que hoy podr

rece g

tra vez mientras calzaba los brazos e

eo de

desca

Volví a la pantalla y me incline para escribir una despedida, y no neces

pero en cuanto la vea

e, pero no me podía mover. Él seguía conectado. Quizás se que

o antes de arrepentirme. Tendría que manej

Obtenga su bonus en la App

Abrir