Mienteme
top que descansaba en mi improvisado escritorio sobre el toca
debía estar conectada. Subí las escaleras de dos en dos sonriendo al pensar en ella.
o favorito, la película y, por estos días, al actor que nos qui
estaba
os dí
. ¡FELIZ C
ACIA
mo e
Amane
te si
o más
ómo empeza
amanecí soñando c
isas traspasab
e el desayuno, y yo, lamentándome porque me desperté cu
revió su tarea de ll
seriamente hacer reservación estas
no, no podré ir. ¿Con q
es que, como nosotras, están perdiendo
ía las pantallas de mi navegador e
o, un par de entrevistas y algún adelanto más. E
sitas
las fotos y las nota
seg
de MSp que parece ser la de Trev. ¿Quieres cheq
uenta de MSp que hacía
o me encargo.
or mail. No es mucho
to más que
emos d
o. ¡
a los banner de Dylan, siempre eligiendo mi foto favorita, lo cual, siendo TCast mi objeto de adoración, era una
s hijas y una casa? Ese poder de admiración y dedicación, era sorprendente. Lo mío er
erencia de leer ese libro con título de canción futurista, las dos, que solo habíamos tenido como único roce con
escentes, terminamos babeando por la contrafigura: el extraterre
quien me había pasado el dato de esa maravillosa escuela que podr
nía mi viejo apodo: Beauty Queen. Y la foto de perfil,
llage de ojos entre celestes y turquesa. Captain Crash: un extraño
ra músico. Componía e interpretaba sus propias canciones, tocaba el piano, la guitarra,
rafía olvidable para una de las ba
dí a investigar un poco más, mi
la que cantaba, con giros casi cómicos que rompían el
ara como amiga a su MSp, aún cuando su pe
canción con atención. No pensaba mentirle, aunque quizás no le importara. La verdad era que me gustaba,
. Sin lugar a dudas podía agregarle la pasión a la
os amigos que tenía y pronto me
mendado Dylan. Las fotos eran de Trevor saliendo de un bar, bastante más borracho de lo que debie
die la
–pensara y decidiera no publicarlas. A ella no le gustaban las imágenes de paparazzi que podía
ntensa, poseída, me
él y al director. Noviembre parecía tan lejano
autora desconocida, que a seis meses de haber sido traducido al inglés había logrado un éxito
e de bajo presupuesto, de pronto, por la acción de l
Estrella en GreyStone Place, una sitcom londinense,
ios y extraños. Su personaje jugaba peligrosamente con las drogas y el alcohol, y algunas actuaciones reveladora
i caso: solo después de obtener el papel de RT, el Comandante de Xydoni
cias a su bajo cachet y gran repercusión en
ica de GreyStone Place para la pantalla grande, contando con él en el reparto. "Caball
to, la prueba ib
ión y la difusión de sus trabajos. El ignoto inglesito de ojos claros como el mar del
s otro ni
ar con él en sus filas; su nombre en la cartel
cócteles explosivos que solía tomar todas las noches, y los paparazzi lo seguían mientras salía a los tumbos del bar de moda con alguna
tan aburrido,
a, llenando la pantalla con sus ojos desenfoc
Dylan, resumiendo las entrevistas y detalles del final de la fi
tenía su propia computadora! Supuse, enojada, que sería algún amigo de ella, en
–Apareció e
: Era de Ca
e había verificado todavía que fuera su MSp personal. Y si era él, dudaba que fuera a hacer contacto con una
la celeste titiló un momento y por el silencio
s de la pantalla
ecer tu mensaje, pe
o, pero traté de actuar relajada, o cuanto menos de parecer cool aunque
cha experien
eocupes,
picaz a medida que el tiempo pasaba: Quizás algún amigo de Castleman había decidido tomar las ventaj
z amarilla, pensando en el efecto qu
unta me descolocó. ¿Era su música? Era..
e solté el pelo. ¡Como si pudiera verme! Me reí sola mientras volvía a teclear. Las palabras
e. Era probable que ese sistema de chat mostrara las veces que uno escribía
gusta –r
or lo apasionada
nvalentonada por el desafío–. Alguien que sepa. Yo solo pued
? ¿Te movili
dí sin más
areció s
lencio. Busqué en ella alguna señal del mo
ro podría preguntarle a mis
. De todo. Repasé la ecléctica lista de CDs que gu
la verdad? ¿Solo porque quería prolongar
como "La chica que chateó quince minutos con Trevor Castleman". Semejante
llos que el mismo reconocía hasta aquellos recitales
eran tan variables como el tiempo? ¿Q
e pasado por Metallica, Britney Spears... no sé –La pantalla volvió a qu
ción te g
sin dudar. Un ícono
mi perfil? Salí del chat y fui a mi e
nte en cuanto descubriera que podía ser su madre. M
lado y busqué refugio en e
allí? –No le h
vo en L
desconocido. ¿Y si era un asesino serial disfrazado de Castleman? Bien podía val
hrow. Nada más alejado
s decir que era de Londres, pero, salvo las acotaciones sob
é como para resp
o. Extrañ
Los Ángel
S
guntarle por las dos películas que había filmado y que querían estrenar ahora aprovechando su escalada de populari
s over". Se me cerró el pecho. Me sentí aún más lejos de lo que
ro empiezo a
ra aulló con fuerza: mi café e
ar otro caf
café, arrojé tres cucharadas de azúcar y volví a volar sobr
a. Pediré
¿Estás en
a no encont
ba saliendo la reportera, la fanátic
jeroso, al margen de la mirada extraviada por el alcohol. Acerqué la mano a l
, pero... –La frase quedó sin
por otra: "Lover Mine". Sugestiva. Comprobé que las canciones se podían d
do en falso un segundo, desconcertada. Él no podía saber q
Cu
El diseño lo había bajado de algún lugar y ha
ió escr
simple. ¿Sabes
os intensivos, podía darle una mano con las cosas básicas para a
o que yo me tenga que dedicar porque no tengo tiempo, pero quizás pueda
doras muy devotas e interesadas en
incera confesión. Su felicidad v
uejarnos con la cant
y mu
lo que s
a última vez que lo hic
star en tu lugar. S
a la pantalla como si la palabra estuvier
a. – En lo que
Una página personal, donde pueda reflejar lo q
lo dos veces. Dylan ib
nocido, pero no me importaba, pagaría de mi propio bolsillo para que é
Escribí acelerada
ie
uy buenas y con mucha
con ellos. ¿Te parece? No
n devoción. ¿Cuánta gente podía tener esta posibilidad? ¿Y todo est
Kristine, cantu
costumbr
ch
ue me detuve en la hora: era casi la una. La una! ¡
cerrar la conversación. Abrí mi nuevo bolso y metí los regalos para utilizarlo
yudarme con algo si no tiene
le estaban demostrando q
o a la web? N
ue tienes
te al monitor. Estaba vien
ó en un abrir y cerrar de ojo
enad
puedo a
aci
cinco de la ma
S
s dormir
o
la mientras abrochaba una sandalia, esperand
aquí – ¡Diablos! Y otra vez tecleé sin filtro–. Creo que hoy podr
rece g
tra vez mientras calzaba los brazos e
eo de
desca
Volví a la pantalla y me incline para escribir una despedida, y no neces
pero en cuanto la vea
e, pero no me podía mover. Él seguía conectado. Quizás se que
o antes de arrepentirme. Tendría que manej