Mienteme

pocas madres del colegio c

única con la que tenía un ví

os al retirar a los niños o

l mismo complejo con esos n

y sin reflejar nuestra

presas de construcción y

ero en faldas cortas, “un ce

o se definía ella misma, l

sculino por excelencia. Nos

y su hijo Elliot entró a la

éndose en amig

umador y exigente, Alexa te

dejarlo en el colegio, retira

so la hacía correr como loca to

p

unca hablaba del padre de

más idea q

tacionamiento junto su Aud

imnasio saludando a la rece

preparada, sentada en el

sosteniendo su teléfono cel

ide las reuniones de cons

r a rebajar calidad por preci

o también con la gente que va

bajan de grosor, mantendrem

eremos cuando llegu

a y le gruñó como un perro

la conversación nu

z cump

ues peleando co

pie para abrazarme y desp

a nada, una b

las dos letras entrelazad

ré un conjunto de D&G

con breteles negros bordad

teojos repit

s! ¡Es f

e te iba

a –dije probándome los lente

ueó la lengua mientras

es. ¿Qué más

portivo, sosteniéndolo con

t

e gimnasia, estas zapatill

de botitas blanca

zapatillas como

la cartera y exhibiendo la b

s para iniciar la rutina

un año de práctica sin interr

rigor de su yugo, en el cam

ugar contra el paso del tie

y doloridas, pero feli

ené el regalo de mis hijos

vía a su uniforme de guerr

ísimos, de MarcusZ. Chequeó

lu

a hora. ¿Estarán tratando

ent

s metimos en el mismo bar

las ventanas donde, en un jar

ban Tai

conectarte de semejante tr

sin oculta

ra, no podría l

sde casa. No creo que pudi

ofic

, la camarera se acercó y

ura

s uno de los lugares que

r el teléf

izante? –le pregunté c

¿Ves esto? –dijo mostránd

y mágicament

a ventana el sereno movimi

rd

ierra antes de qu

ya tendríamos

asar la barrera de los

–. Abrieron un horario de K

de la mesa, fue

Pilates que es algo pasivo

el silloncito y bebí el

de viajes de negocios pron

e m

arás con

vendrá a

as ayuda. Puedo llevarlo a

e no se desenvuelve bien

nd

flemático sarcasmo. Ella

on placer y pedimos una

tas se

a Owen al campam

pongo que sí.

Owen

dudas, ya había estado allí

icente a soltar a mis pichone

ue sí. Ese no e

onocía, por lo menos en lo

até de pare

–dije. Cronológicamente hab

z e intelecto, Owen bien

a pueden cortar el cordón um

se tratara. ¿Se quería dar

o sin encontrar fuerzas ni

Mis hijos estaban creciendo

de que volvieran a ser peq

emplazado por

conmigo misma. Nueve mese

bajo intensivo. D

ré ir –dije sin vuelta atr

ntás

identificador de llamados,

er con

oficina en una hora. Déja

retó las esquin

r a Elliot y lo deje en tu

onarla si podía estar un poc

s a buscar por allá. T

ángel, ¿l

gel caído

avisando que yo retiraría a

a la camioneta cuando ella

del estaci

poner la llave en el contac

buscar el aparato y contes

ol

z era demasiado impaciente

ias veces. Pero esquivó el

enfermedad

ras me acomodaba el cintu

a anunciando. Las palabras

urgieron en

o, tenemos tres

o no te

cias

ón y me quedé mirando el t

chico estaba perdiendo la razó

ci

ento, ya estaba lloviendo.

a maldición, pero esta vez, a

ovizna me pega

r dice

el volumen y puse proa