Apartada Para El Alpha (II libro)
e a su PRINCESA por and
ra O
preguntarle a las otras razas por medio de las líneas de comunicacion que teníamos, obviamente ocultando el detalle que ella, era ella por
os lugares que ellos iban antes de que viniera aquí, donde vivían antes tambi
, me frustra saber que el puede encontrar
desde que ella se fue... Y mas sabi
y agarre la cadena que estaba al lado de mi co
na barrera para que nadie pueda localizarla o como si ya estuviera muerta, pero no quiero considerar esa opción, y no me sor
rrepiento de todo lo que le dije ese dia, una mierda; asi como algunas cosas de las que
eria y asi poder estar seguro que no le faltaría nada, al menos h
abrá
ansar
e dichoso l
dra
e hay demasiados peligros. Roger
ara e
an matando y la preocupac
y padre de ella no he encontrado como contactarlos puesto habia salido de "viaje" el mismo dia que nosotros a la otra manada, o eso fue lo que
uche hablar sobre los
rme dormido, incluso ir a buscar a cualquiera y follarla hasta joderle las caderas y no camine en
la distraería en lo que sea que esta haciendo ahora, estoy tan impotente, molesto, triste que ya destroce todo el despacho cuatro veces y
ción de que entraran, la puerta se abrió y entro mi hermana a el despacho con una expresión de muerto viviente, t
lo de vos y la mirada semi gacha, mi mente empezó a imagina
el maldito bosque es un maldito peligro y si me dice eso perderé por completo
me confirmo mi temor miedo- ¿e
ijo ella elevando su mirada para verm
stada y se alejo un poco, me sentí horrible, ella jamas habia reaccionado asi en alguno de mis arranques de ira y ahora hasta
ada y los ojos llorosos haciendome
asi ante mi presencia he incluso era la que me controlaba cuando me molestaba de más y evi
controlar eso y mi enojo he impotencia era demasiado y me sobre pasaba, no podía controlarlo,
oder evitarlo, ella respiraba entrecortadamente y luego so
s esto...- dijo l
endo por el pasillo, no sabia como controlar eso y la noticia del celo me tenia demasiado nervioso, golpee la
ndo ya habíamos reforzado nuestra unión conviviendo unos dias, menos podía darme el lujo de hacerlo... Lastimarla una ves mas, no podí
ar el dolor del celo sin tener sexo con alguna hembra era lo menos que podía hacer por ella para compensarla por todo
rme en los calabozos para no poder salir por nada del mun
omparado con lo que ella ha pasado des
onciencia de lo que hacíamos y era nuestro instinto animal el que se apoderaba p
o poco que habia recuperado con mi pequeña, si es posible me ataría de manos y pies con cadena de plata y man
lorar... Lagrimas espesas y constantes caían por mis mejías mientras jalaba mi cabello por la desesperación
i ella ni yo mismo nun
año, no dañarla más, pero esto p