La cortina de cristal
iendo con dulzura al enorme perro mestizo, que estaba sentado y expectante junto a mi silla. Tendí una mano para acariciarle las o
arse civilizadamente el uno con el otro cuando Clare estaba delante, pero su relación acababa ahí-. O puede que su estómago sea un barril sin fondo. Es el perro más
evolencia. Sus ojos
bien de ti c
sonrió fugazmente enseñando los dientes-. Solo me tolera porque no quiere ofenderte. Seguramente
n, él solito, no creo que pued
e fuera tonto. Solo q
se que sea simpático. Claro que, a mí nunca
<< no estaría aquí contigo, en mi
mpático no era. Se podría compararse con Hunter, fu
número de inflexibles arrugas. Su pelo, casi negro, estaba entreverado de gris en las sienes. Aquello habría podido darle un aire distinguido de haber tenido esos rasgos agradables y regulares de los empr
e vestido con vaqueros, camisas de algodón descoloridas y zapatillas de deport
tó Michael despreocupadamente, sirviénd
ordando-. Nos miramos el uno al otro, y
ra que eras pan comido. Para empezar, sospecho que seguramente
y Hunter se recostó pesadamente contra su pierna. Sus ojos
ra. Porque, ¿qué demonios es, si puede
dijo que parecía una mezcla de
de conocerte, se ganab
zmente, y luego intentó disimu
nto. Su curiosidad respecto a Michael crecía de día en día. Se sentía profundamente atr
da a controlar su
tiempo. Y después trabajé sobre todo en la cons
era una de las pocas que se había molestado en contes
res má
endas, pero ¿solo sabes hacer verduras salteadas y arro
e so
he tenido tiempo de aprender a cocinar de verdad. Además, m
bién me gusten las verduras. -Michael r
no es el único co
con la boca llena de arroz-.
subir a lo alto
S
fascina ese
vista es increíble. El agua capta los rayos del so
se est
título del libro q
os párpados, escudriñaron el rostro de Clare mie
a distancia desde que lo conoció en la oficina de envíos del pueblo, unas semanas antes. Había percibido algo turbador y peligroso
no lograba conocer. El sentido común la aconsejaba que cortara por lo sano aquella relación antes de quedar atrapada, pero Clare se sentía incapaz d
omo si percibiendo el rumbo que habían to
dazo de la mejor carne-. Desayuné, redacté unos cuantos currículos y cartas para mandarlos a las agencias de
ticas, ¿no? ¿Se puede saber por qué elegiste este
lla misma se había hecho aqu
lugar tranquilo. Un día estaba mirando un mapa, vi la Colonia To
caminos del destino son inescrutables. Pero no es precisamente halagüeño para mí que estés tar
ndole otro bocado a
na vez -dijo sinceramente
encogió d
antes habías leíd
e tu libro, por fin sé por qué he tenido el buen sentido de evitar el género de terror t
o por ello -contestó él suavemente-.
runció
sas? ¿No te molesta? ¿No te as
ogran asustarme, sé que
abeza notando una
z lograré entender del to
vino. Bajo los párpados entrecerrados, su mirada era aguda e inquisitiva-. ¿Es esa la razón de que estemos jugando a e
e puso alerta y miró a Michael con ojos acusadore
siempre le había servido en el mundo de los negocios-. Pensaba que nos estábamo
on lo justo para enseñar sus dientes. Mich
jaré que te me escapes. Sabes perfectamente que estás haciendo todo lo posible por mantene
fijamente, cada
ndo a cenar varias veces por semana solo porque estabas inquieto y aburrido? ¿Cre
a miró la
idadosamente-, a mí la Colonia Tovar nunca
iendo una intensidad sa
vuelto después de casi
ia delante y dobló los
a la casa de tía Jesse, y necesitaba un lugar tranquilo para terminar F
ncida de que
dió la cabez
to, Clare: no tengo intención de dejar que me mo
nes importantes respecto a mi carrera. Sin duda, será mejor que me concentre en ello en vez de en ti. Dejémoslo así. Los dos cometimos un error.
oniéndose en pie de un salto, se interpuso en el c
abrió las manos sobre su pech
áspero y feroz mientras Clare p
-ordenó Michael, su cara a po
hacerlo? Solo in
gerte. Tú puedes cuidarte
lícitas de Michael y del perro, que parecían viciar el
za-. Buen chico. Échate, Hunter. N
a su ama entre los brazos de Michael. Lu
as oído a tu ama. Ve a echa
a de mala gana y se dirigió a un rincón de la habitación. A
nervioso -dijo el
lena leonina de su atadura-. Hacía mucho tiempo que quería hacer esto -añadió complacido cuando el cabello de
ndo un mes entero por fin la había acorralado. Tras postergar tanto tiempo lo inevita
gruñido cuando Clare alzó lo
. ¿Por qué demonios has sido tan testaruda y esquiva todas est
si extraterrestre y, al mismo tiempo, lo más natural del mundo. Era como si Michael fuera una nueva y extraña forma de vida masculina qu
, extraño y perturbador. Michael era tan exigente como ella sospechaba, pero descub
ella. Michael la deseaba, no era ningún secreto. Algo brotó dentro de ella, y aquel apasionado beso am
edos le rozaba de pasada la prominencia de los pechos, y un sofoco sensual, se apoderó de ella. Cuando él la agarró de las nalgas y la apretó con fuerza contra su cuerpo fib
u pelo. El deseo hacía que le temblaran las manos-. Apasionado, dulce y á
hael, qu
indecisa-. La primera vez será rápida, dura, salvaje. Pero después nos tomaremos todo el tiempo del mundo. Pero no la primera vez. E
enturbiaba su mente. Experimentaba una extraña sensación de disolución, como si partes importantes de su ser estuvieran girando salvaje e incontroladamente. Se p
itió, esta vez con mayor firmeza-. Ahora no. Esta noche no. Y
e y con las palmas de las manos cu
de
es suf
bién me
iciente. Por favor
e lucidez que, si no lo hacía, ella se vería arrastrada de nuevo al borde del a
no. Había demasiadas cosas que no sabía
mente, pasándose una mano por el pelo negro. Se detuvo frente a la ventana de la casita y m
hombros dejaba traslucir su irritación-. ¿A qué viene este constant
erró lo
o. ¿A qué viene esa rabieta porque no quiera enrollarme contigo, como dicen los chicos? Tienes cuarenta años, Michael
grises parecían iluminados por un
mente-. Supongo que he ma
tiendo que se le encogía el corazón. No q
el uno al otro sin ofrecerse un modo amable
ente, sin poder evitarlo-. ¿Qué echemos un
un poco de cerebro busca un rol
re-. Y bien, ento
s traseros del pantalón y empezó a pasearse por la pe
pocos días? ¿Varias semanas
una mirada c
s santos, mientras los dos estemos a gusto. Maldita sea, ¿quién demonios puede c
zó los dedos
uave tono de disculpa-. Me gustan las respue
es que analizarlo todo hasta la saciedad? ¿Obtener todas las respuestas
amente, sintiendo que la f
aquí,
e por la habitació
ásperamente-. Eso e
ora quiero que te ma
sarse los dedo
o de decir, ¿de acuerdo?
. Ahora vete antes de que
nte, se puso en pie y mi
lanzó al animal una mirada desdeñosa y luego se ac
, in
miró con rabia contenida y con algo más; algo qu
lzó la
isculparte? Estoy segura d
éeme, me arrepiento sinceramente de cada pala
có a la puert
ra, por fa
ra. Quiero h
os nada q
mente hacia la
arrepentirás de e
con aspereza-. Yo no teng
el pasó a su lado y
el motor del Jeep negro de Michael despertó rugiendo. Clare lo oyó
oso consuelo. Clare acarició su pelaje con mano temblorosa-. A veces me asusta, Hunter. Pero también me fascina. No logro sacudirme la sensación de que lo conozco de otro lugar, o de otra