Amor entre sangre
ganas de llegar a casa después de ocho horas de duro trabajo. Había sido un día bastante malo, ya que habían tenido muchos problemas con las máquinas y su jefe le había llamado la atención
queña ciudad donde había vivido toda su vida. Era un trabajo muy duro, pero necesi
oche, después de conducir por las calles durante cinco minutos, decidió aparcar en el aparcamiento que había al final de la calle. Se encontraba bastante retirado de su casa, pero no le quedaba
o tuvo que parar en seco. Vio a lo lejos, en el aparcamiento, la figura de un hombre. No lo distinguía demasiado bien porque estaba bastante oscuro y eso le asustaba. Tenia que pasar por dond
ncontró al extraño de frente muy cerca de ella. No pudo evitar dejar escapar un grito por el susto. Había un chico joven mirándola fij
i que decir. Quería correr pero le fallaba
evió a preguntarle -¿Q
rea le ponía muy nerviosa. Dio dos pasos hacia atrás y aquel chico
tando, si no te
e preguntó aquel chico dejan
me están esperando, si no
perando, sé que vi
nto ella muy desconcertada
as cosas s
odía conocerla, ni saber su nombre si quiera. Él empezó a acercarse ca
Déjame ir a casa, po
pero no puedo
que la iba a besar. En ese momento, ella sintió que tenía demasiado sueño, casi no podía mantenerse en pie ni mantener los ojos
que estaba equivocada. Se intentó levantar pero no podía, estaba metida en una jaula demasiado pequeña para poder ponerse en pie y tenía un to
pero no veía a nadie. Intentó gritar pidiendo auxilio, pero no obtenía respuesta alguna. No sabía dónde se encontraba, ni por qué estaba en
dio cuenta de que había más gente encerrada en algunas jaulas, pero no se m
lguien? -preguntó una
, no sé dónde estamos –le
o estoy un poco at
mo Andre
fía ¿Cómo has
acia casa y de me entró mucho sueño y me dormí, creo que me drogó o
seguía y al acercarse a mí me entró mucho sueño y me
ras? ¿No será un violador o un t
pero tengo m
Tenemos que salir de aquí
ta a la luz, vio que se acercaban dos mujeres de aspecto muy siniestro. Una era visiblemente más joven que la otra, eran bastante pequeñas de estatura y de cuerpo grueso,
las junto a dos chicas más que había en otras jaulas. Esas dos chicas estaban dormidas, las dos
ijo una de las mujeres entre risas
s vas a lastimar! ¡Ya sabes que
e divertirme un poc
temblorosas y visiblemente muy asustadas.
a la vez que le estiraba del pelo -¡Tene
ntregadas o vendidas a saber a quién. En ese momento tuvo una idea, ellas eran cuatro y esas
n salto con el que casi llego a rozar el techo del almacén, hasta llegar a donde se encontraba la chica y cayó justo encima de el
vez que le cogía de la cabeza y se la g
ra increíble como una simple mujer podía haber dado semejante salto y tener tanta fuerza como para poder
on tono desafiante a las chicas- ¿No? Entonces