Pobre millonario
tulo
día aislado del mundo, con los caballo
volvería. La vendedora, una señora mayor de aire severo que siempre tenía el ceño fruncido, estaba hablando por teléfono cuando ellos llegaron y ni siqu
as por encima del hombro. Y puso los ojos en blanco cuando Jenny le an
colegiala. Y, todavía más sorprendente, cuando Elias comentó que el esmoquin era para un acto benéfico, la mujer le ofreció un modelo más caro por el mismo precio. Entonces Elias le contó que J
lias cuando ya estaban de nuevo en la camione
la primera vez que iba a esa
Por
ido muy poco profesional. No entiendo có
encogió d
a. Tal vez estuviese muy ocupada. O quizás tuviese
motivo para ser
as la
mal día, que no has hablado mal a alg
a un c
e eres mejor pers
ido a separar las em
estuviese de peón en un rancho. Podría llegar mucho más lejos en la vida
y le encantaba lo que hacía, pero Elias ya le había dicho que le gustaba ser como era. Y, en realidad, ni siquiera era su cliente. Solo tenía que aconsejarle
as no giraba donde debía
haber girado
de voy –re
va por ahí. Por este
a la peor zon
e hacer un par de
ias
e esté llevando
uelco el corazón. ¿
aberse subido a
atractivo y encantador, pero bie
no parecía que fuese a saca
a puerta, para abrirla de golpe cuando l
nde me
miró y
Solo te llevo a tomar algo. Es lo mínim
ó aliviada y s
erdad. La fundación me c
í, quiero
es que tengo que
cinco de la ta
cuanto más siguiesen avanzando en dirección co
sado trabaja
n semáforo en rojo y
Por
imero que pensó Jenny. Aunque, por
o oblig
ana –comentó Elias, acelerando cuando
, pero... –Entonces, ¿no pr
vierte t
queó un
vierte trabajar?
ontestó Elias, mirándola de reoj
d se le daba
tengo que volv
contradijo
bría entrado sola. Le recordaba demasiado a los locales de los que había tenido que
ese la vuelta y la llevase a su despacho, Elias se ha
le tendió una mano p
hacer esto –
suelo –le dijo él sonriendo–. Y te
se refería, pero intentó camelarla con una so
o salgo nunca c
ero yo no soy uno
tenía
n lo es y, por lo
no estaba logra
co a casi nadie en la ciud
e tan sincero con ella. Le estaba
chas mujeres que estarán encant
uiero tomárm
or a Elias. Había algo en él que la fascinaba. Y no se trataba solo de q
xy la invitaba a tomar una copa, ella prefería volver a trabajar.
esional. Elias tenía mucho potencial. Tal vez si se cono
sería solo
. Y luego me llevarás
rome
ano para ayudarla a bajar. Tenía la mano grande y callosa y cuando tomó la suya, Jenny se sintió... seg
conocía. Y, además, era m
echó a andar por el camino de gravilla con sus altísimos tac
mentó Elias cuando esta
tida demas
e importará,
ny av
a alcohol y a desesperanza. Música country tan alta que uno casi no podía pensar, mucho menos mantener una conversación,
un vaso de whisky barato en las manos, pero no vio eso, sino un local limpio y bien cuidado. La música estaba
un partido en una enorme pantalla plana,
la a la zona que había detrás de la
nía la mano en la espalda. ¿Por qué tení
lo fuese tomars
estaba interesada en una relación que no fuese profes
Era una mujer mayor, con rostro amable, con un delantal en el que pon
o la mujer sonriend
señ
y la miró sorprendida. D
ra tu
ue aquello era como una reunión de trabajo, aunque, en realid
de chardonna
co de la ca
e ac
a mismo
ubo marchado,
ue vienes mu
encogió d
vez en
trabajas e
er Run, está a las a
oído hablar
l noroeste, en las montañas de Sa
rayecto cada vez que tienes
biblioteca. Vengo los jueves por la tarde y me quedo en un
rece bien que te tome
hombre
e la m
mpo llevas tra
cho
alguna vez en hace
Como
olver a estudi
é? Me gusta
ente que se trataba de un hombre in
la copa de vino de Jenny
go la carta
cias –resp
–le dijo Elias–.
uedo, d
iáis de opinión –le
–le respondió Elias
tió Jenny–. ¿Es l
res hijas. El mayor, Dave, es el cocinero y la más joven, Christine,
sabes t
antes de darle un sorbo a la
ndió, dándole un sorbo a la copa de vi
me s
gar en el que todo el mundo está al
undo conocía a su madre
teniendo fa
o la veo. Soy hija única y mis
o mucho. ¿E
nía siete años y mi madre, cu
qué m
acostumbrada a revelar tantas cosas de su vida p
do que
n un accidente
sobrevivió al golpe, pero transportaba un
muró Elias, sacu
e se lo to
erte de su padre, se habí
se dedic
osa que le hicie
ajo le duraba demasiado y habían estado mu
cómo
áncer d
de beber después de que
ndido si
ho antes si hubiese tenido el valor necesario. Y, en cierto modo, ella deseaba que hubiese sido así. No se imaginaba a sí misma
ero Fiona había sido frágil y delic
er muy duro –
os que no tuve tiempo para sentirme mal. Era mi primer año en la un
meta mu
ía perder
la man
atro
un trago a
de ser
omo si no conociese a muc
la de honor y empecé a trabajar en una de las empresas
rminaste en V
zar y mi jefe tenía un local aquí. A mí me gustaba mucho esta zo
cidiste abrir tu
o otro sorb
muchas
cuenco que había en la me
ioso por n
escuchar. Parecía interesarle rea
presa trabajaban con ella gracias a mí, pero yo sol
ue fue p
e a la asesoría de imagen. Y la verd
empresa de prestigio. Y en los dos años que llevaba como empresaria, la fundación era la cuenta más important
te ha ido bien
rabajad
llevas haciéndol
sde f
ga de Ana Gome
uya. Le impresionó mi trabajo y, al buscar a alguien para
sabes de l
y de la información que me han dado para l
illie, que estaba atendiendo a otra mesa, c
s que no tengo
aces en tus
ngo días
queó la
do que trabajas sie
levantando la copa y dándose cuenta
sita tomarse un día l
en una etapa crucial. La gala de la fundación va a servir p
eció sorp
import
la organización, así que asistirán personas muy importantes
rtante –comentó Elias, como s
raré tan bien que nadie se dará cuenta de q
con otra copa de v
as –le d
e recordó Jenny, mirando la
disfrutando d
disfrutando de lo lindo. De hecho,
Hasta le gustaba ponerse nerviosa cuand
ndo tenía derecho a soñar. Podía imaginarse cómo se
ía un
da y no había lugar en ella
ido estar con él una noche o dos, todo en
le respondió–. Es solo
ía si no lo hic
se sor
quiere
o tu negocio? ¿Se t
lo era
supuest
a de la mesa y tomó la de Jenny
uánto tiempo hacía que un hom
masi
Elias, derritiéndola con la mirada–