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Pobre millonario

Pobre millonario

Autor: Revenant
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Capítulo 1 Cap 1

Palabras:2128    |    Actualizado en: 11/12/2021

ncias pued

tas de la asociación benéfica de su enemigo. En realidad, era un señorito multimillonario y fu

No solo había mezclado el placer con los negocios, sino que iba a descubrir que estaba enamorada de un

bo

tulo

s más azules que Jenny D. h

er mujer. Ella incluida. Y aunque normalmente no le gustasen los hombres sin afeitar, a aquel le quedaba muy bien la barba de macho alfa. De hec

uz –anunció Francis–. Vien

reflejo en el portalápices de cromo que tenía encima del escritorio para confirmar que no se le había d

una sonrisa profesional y cálida

de conocerlo,

us sensuales labios le sonrieron, haciendo que le saliesen unos hoyuelos en las mejillas, Jen

o como para llegarle al cuello de la camisa. Era el tipo de pelo en el que una mujer soñaba

to es mío

ctora de la fundación pa

a llamado para decirle que

ltimo que había esperado Jenny era

scretamente el rostro, y Jenny supo lo que estaba pensando

rauz? –le preguntó la secreta

giró y l

gracias

era educad

ue se sentase en el sillón que

favor,

modo. Si le avergonzaba no tener estudios, no permi

n toda mi vida –comentó, apoyando los codos en

do esté ordenado –

algún día iba al psicólogo, este le diría que eso se debía a la caót

veo –co

arla que hizo que Jenny s

galardón en la fiesta que celebra la

ria ya saben mas de lo que he aprendido yo,

stupendas. No había nada que Jenny detestase más

o Ana qué hago yo

exacta

ganización de eventos

queó un

sora de

personas se sientan

fenda, pero yo estoy m

nny sabía por experiencia

la atención pública, señor Arauz? ¿H

espondió él, sac

á cuando vayan a darle el premio y prepararlo para el ambient

e de que no haga el ridículo en la gal

problema. Teniendo en cuenta lo guapo que era,

é Ana lo había elegi

rme de que se

udes, prefiero el cara a cara. No sé si sabe lo

o ponerla nerviosa, l

rimer cajón del escritorio y le pidió:

cogió de

fornia y crecí por todo el país. Llevo

ía conseguido llegar adonde estaba sin saber leer. Aunque no sabía cómo hacerle la pregu

sus siguientes pal

a la fundació

–. Y creo que lo que quiere saber en realidad es cómo es p

faltarían estudios,

tuvo que

mo es

a niño. Cuando conseguía apuntarme a un colegio, no nos quedábamos en la ciudad el tiempo suficiente para que

ejos que podría haber llegado si hub

e motivó a

a capataz del rancho si apren

stás

–N

nes h

ue yo

reír. Ella se preguntó si sería

a broma –

nces, ¿

tengo

Y pa

arqueó u

pregunta? ¿Le in

en la que vivían y habían tenido que irse a una casa de acogida, que se había prometido a sí misma que solo saldría con hombres educados y

ada a los novios de su madre. De hecho, estaba segura de que era un bue

ar a un hombre responsable, en quien pudiese confiar. Un hombre centrado en su carrera como ella en la suya. Alguien a su altura. Que pudiese cuidarla s

s a necesitar otra invitaci

a, no me

regunta de si tenía pareja. Aunque tal

o tendrá otro

e echó

señ

cansarse de que la llamase

s llamar

cuerdo.

sonrojase. De hecho, se había puesto a sudar. Tal v

rmostato

ganas de abani

mes para la gala, lo primero

to, no creo que eso en

fundación puede

unció e

cesito l

anización benéfica que se

na fundación para la alfabetización s

o así, pero imaginaba que

al respecto. Seguro

ortamiento fuese un poco... extraño, Jenny se imagi

fundación, ya que sería una pena no v

estar imp

a era sin ropa. Se imaginó las cosa

uerdo, h

respiración. ¿No habría pensado

Pe-p

s ir a alquil

í. Por s

ensaba que

gó a respond

.. que no hay que h

inó hacia delan

da como el p

o, no,

rió el ordenador para ver si ten

agenda. Esta tarde teng

unció e

as que planea hasta el último

tender las presiones del sector empresarial. Normalmente, Jenny habría necesitado un par de días de antelac

ota. Era alérgica a los gatos y, teniendo en cuenta lo mucho que tra

o en mi agenda –le dijo–, pero antes t

spero

o. Será solo

on los dos al

tos sus tacones, él segu

altos, no le intimidaba nadie, pero había

e agarrarla al pasar por su l

Oja

todo el tiempo que llevaba sola. Había trabajado tanto úl

hablar

ni de cuándo había

cía ser de los que tenían relaciones largas y a ella no le gustaban las a

era hacer su trabajo y mantenerse l

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