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La maldición de un mujeriego

Capítulo 5 Más problemas que un libro de matemáticas I

Palabras:1181    |    Actualizado en: 15/11/2021

. En silencio, odié a ese pedazo de persona con un faltante de estatura, supliqué al cielo que se atragantara

rista de clase mundial entre el resto de los concursantes de la villa. Hasta ese instante, debía dar gracias al cielo por mantener mi

ta sin llevar una maleta repleta de obsequios. Me ignoraría. Eso era

ar la atención de mi amada. ¿De dónde sacaría más efectivo? La cartera de mi madre solía estar tan vacía como mi plato tr

i bautizo. Lo poco que conocí de él fue gracias a una foto que mi madre colocó en mi mesita de noche. Solo en los últimos días del mes de diciembre, cuando la nostalgia hacía

temblar. Deseaba su abrazo, lo añor

os; y yo creía en sus palabras. Al amanecer, me vestía con mi mejor ropa y me sentaba en el port

comprendí que mi padre era tan irreal como los reyes magos. Fue tal la desilusión, que durante mi adolescencia evadía la famosa llamada. Si él telefone

fondo, sabía que debía hacerle feliz en lugar de lucirme delante de una adolescente desalmada. Sin embargo, mis sentimientos me habían bloqueado las

ante décadas, ha brindado una variada oferta de suvenires y productos inútiles de alta demanda y elevado costo. Como todo mal pobre, yo elegí gastar mis ahorros en el comerc

mantenía mis ojos brillando. ¡Y ni hablar de la envoltura! Los empleados despilf

me arrepentí de no haber pedido a Patricia que me acompañase. Ella

l pintado con más problemas

r pro

l dinero no se reproduciría con un abracadabra. Treinta moned

lema

o me parecía poco. Quería comprarle confituras, cosméticos

ema t

ntas, no había manera d

aela una postal o una flor del jardín de doña Rosa (en el caso de que

ema c

uiera que me moviese. Calabazas era un pueblo diminuto. Allí todos nos conocía

blema cuatro me encaró y borró de go

ayudarte

ento que lo normal? Sonó como si hubiese dicho: ni se

ría en el idiota del pueblo aunque tuviese el más puro ADN de mujeriego del planeta. Pero no

o un obsequio

aparentes motivos de vergüenza. Mis músculos se mant

uesto en pausa los estudios universitarios para atender a su padre enfermo. Simpatizaba gra

ifícil. Treinta mone

e alcanza para dejarte propina

el dueño. Lando estará gustoso

as de alienígenas y la caja registradora abierta de par en par. Le eché una primera ojeada de refilón, como quien no quiere las cosas. Al parecer era un

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1 Capítulo 1 La telepatía no funciona 2 Capítulo 2 La herencia de mi padre3 Capítulo 3 Operación " Robo de Jardín "4 Capítulo 4 Visita nocturna 5 Capítulo 5 Más problemas que un libro de matemáticas I6 Capítulo 6 El silencio de Pepe Grillo o más problemas que un libro de matemáticas 7 Capítulo 7 Un regalo maldito8 Capítulo 8 Ausencia9 Capítulo 9 Génesis de un mujeriego 10 Capítulo 10 Secuestrado por una mezcla de leviatán con Kraken I11 Capítulo 11 Secuestrado por una mezcla de leviatán con Kraken II12 Capítulo 12 Emociones desordenadas 13 Capítulo 13 El monstruo del Lago Ness14 Capítulo 14 Decisiones malévolas15 Capítulo 15 Consecuencias nefastas16 Capítulo 16 Consecuencias nefastas II17 Capítulo 17 Consecuencias nefastas III18 Capítulo 18 Paradoja19 Capítulo 19 Desterrados20 Capítulo 20 Hipnosis voluntaria21 Capítulo 21 Dentellada22 Capítulo 22 Entre un bicho y una bruja I23 Capítulo 23 Entre un bichos y una bruja II24 Capítulo 24 Preparativos 25 Capítulo 25 Escollos 26 Capítulo 26 Pervertido romántico 27 Capítulo 27 La pequeñaja impertinente28 Capítulo 28 Un bribón explorador29 Capítulo 29 Cuenta regresiva 30 Capítulo 30 De cacería 31 Capítulo 31 Nambindengue, ¡a la basura!32 Capítulo 32 Deseos carnales33 Capítulo 33 Un espectáculo en vivo34 Capítulo 34 Una piedra en el zapato35 Capítulo 35 Perfiles de camaleón 36 Capítulo 36 En una lata de conserva37 Capítulo 37 Continuos desaciertos38 Capítulo 38 ¡Trágame, tierra!39 Capítulo 39 Medidas desesperadas40 Capítulo 40 Violador con novia41 Capítulo 41 Jugueteos de parejitas42 Capítulo 42 La culpa43 Capítulo 43 Había una vez44 Capítulo 44 ¡Putas películas!45 Capítulo 45 La última raya del tigre46 Capítulo 46 ¿Felices para siempre