Escapando de la jaula: Me casé con su peor enemigo
te
rando contra el techo abovedado de l
milias más poderosas. Los políticos en mi nómina. Tod
do, un accesorio calculado para recordar a todo
í, parecía
tenegro, a esta mujer..
e que algo estaba mal me arañaba la garganta. Toqué el bolsillo donde guardaba la grulla de ori
murmullo reco
un j
la v
monia parpadearon violentamente. La imagen del escudo de
un video. Imágenes gr
mí. Esta mujer llevaba cuero, bailando en un tubo en un c
da en un reservado con un ho
la, hojeando un fajo de billetes-. La esposa no es un problema. ¿Y e
ió sobre la catedra
a S
nado de todo color. Pa
, su voz quebrándose-. ¡E
ono del Capo en la primera fila. Luego el de tod
saq
N EL HOSPITAL SAN JOS
o dejó
P. Habita
fía. No miré
rr
invitados confundidos. Salí de las p
-le grité al co
dad. El humo ya era visible, una co
uchaban contra las llamas, pero el tercer piso n
ratando de pasar
trar ahí! -gritó un
mpujón. -¡Mi espo
, señor! ¡Nadie sobrev
con
o
ra Elena. Era la luz. No
rostro manchado de hollín. Llevaba
la habitación 302 -le dijo a su capitá
rillo dé la bolsa
izado que yo mismo había diseñado. El platino estaba deformado, retor
-sus
s golpearon
e desvaneció. Las sir
sonido de mi propio corazón h